Stay

Capítulo 9

Esa llamada ha sido la llamada más terrorífica y escalofriante que he tenido en mi vida, siento que me caeré, un escalofrío baja por toda mi espalda hasta llegar a mis piernas provocando que estas tiemblen, el sudor comienza a descender sobre mi nuca,  siento que me volveré a desmayar, Álex toma una silla y me ayuda a sentarme en ella, Molly corre por un vaso con agua y me lo entrega, comienzo a dar pequeños sorbos, se me hace difícil tomarme el agua ya que me arde la garganta.

Empiezo a contar la llamada que tuve con mi madre,  los chicos solo me abrazan y las lágrimas no tardan en aparecer, Álex pasa su dedo índice sobre mi mejilla y limpieza una lágrima.

—Dijo que todos saben lo que tienen que hacer— digo entre sollozos.

Al escuchar esas palabras Ray y Álex quedan estáticos, solo se intercambian miradas,  esas miradas me preocupan, sé que algo malo va a pasar.

—¿Que ocurre?— pregunto, al no obtener respuesta vuelvo a preguntar —: ¿Que esta pasando?

Nadie responde,  solo se escuchan nuestras respiraciones, odio éste silencio. Quiero respuestas ahora.

—Álex llegó el momento— dice Ray, él se va a su habitación velozmente,  detrás de él le sigue Molly tratando de ir a su paso.

—¿De que esta hablando?— Álex aparta la mirada y trata de evadir la pregunta que le acabo de hacer.

Estoy tan confundido, no sé que demonios ocurre, lo único que quiero son respuestas.  Nadie me dice nada y cada día surgen más y más preguntas. Quiero llorar pero me lo prohíbo. Álex solo camina por el departamento y trata de no mirarme y se encierra en sus pensamientos.
Sólo quiero que todo esto se acabe, esto es una pesadilla de las cuales te cuesta despertar pero al final se acaban y puedes estar en paz.

Ray y Molly salen de la habitación con unas maletas de viaje, Álex toma una maleta negra y se va a su habitación, voy detrás de él, no quiero que me evite, solo quiero que me diga que es lo que ocurre. Así que lo tendré que enfrentar en su habitación para que no pueda escapar de mis preguntas.
Entro a la habitación, entonces Álex comienza a sacar ropa de su armario y la avienta a la maleta. No se da cuenta que estoy ahí parado espiando; cierro la puerta y es en ese momento en el que me mira a los ojos pero rápidamente regresa la mirada a la maleta.

—Quiero que me digas que es lo que ocurre— digo, él se sienta en la orilla de su cama y comienza a llorar, verlo así me parte el alma, abrazo a Álex tan fuerte como puedo y el me abraza a mi. Entiendo en ese momento que todo lo que necesito es a Álex y todo lo que el necesita es a mi—. Álex...

Su llanto es tan profundo, se recarga en mi pecho y sus lágrimas mojan mi playera,  comienzo a acariciarle el pelo. Hago que me mire a los ojos y le doy un beso en su comisura del labio, él pasa su lengua justo donde le di el beso.

—Solo te puedo decir que todo estará bien— me abraza, su aroma de alguna manera logra tranquilizarme, y ahora si creo que todo estará bien—, por ahora tendremos que irnos de aquí. No podrás regresar a tu casa.

—¿A donde iremos?— pregunto, Álex me toma las manos y les da un beso—. ¿Iremos a Willsonvige?

—No, Puck te podría encontrar ahí y lastimarte, y no podría vivir sabiendo que por mi culpa te hicieran daño. El lugar a donde vamos es diferente a lo que estás acostumbrado, pero estarás seguro.

Él se levanta de la cama y salimos de la habitación, en la sala, Molly y Ray nos esperan ya tienen sus maletas y las llaves de mi carro.

—Álex tendré que regresar a mi casa por algo de ropa,  no puedo irme así— Ray sujeta una Rosita tonta que no entiendo el motivo de que se riera.