CAPITULO 4

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El día estaba caluroso, el predio deportivo estaba desbordante de gente. El equipo de Samy se encontraba en un costado de la cancha pre-calentando, aunque Samy no jugaría de igual forma se preparo con sus amigos. Hunter ocuparía su puesto, no era mal jugador solo le faltaba alguna que otra habilidad, mas allá de eso se defendía bastante bien en el deporte.

Samy  no mostró signo de enojo ni tristeza, aunque por dentro se moría por jugar, tenia ganas de gritar y llorar por no estar en el partido que mas importaba.

-Maldito viejo, por tu machismo no podre jugar, ojala le de una colitis, así cuando salga corriendo al baño pueda entrar a jugar.- Dijo Samy mientras veía como los delegados se acomodaban en sus lugares. 

-Oye, deja de hablar sola. Pareces una loca- Se burlo Hunter dándose cuenta que maldecía al delegado.- Desde acá el viejo no te oye, ya deja de renegar y sigamos practicando.-

El silbato sonó para que los jugadores se prepararan, fueron al vestuario a cambiarse y tenían quince minutos para salir al campo de juego. 

-Es una lastima que no puedas jugar Sam. Haremos lo posible por ganar.- Dijo Drew uno de los chicos del equipo.

-Hunter estas listo?- Pregunto Nick, quien era el capitán del equipo. Hunter asintió.- Sam igual quiero que estés lista para entrar a jugar, por si tenemos que hacer un segundo cambio, solo tenemos un suplente, pero si necesitamos un segundo cambio no lo tenemos, así que mejor que estés lista.-

-Pero el viejo no me lo permitirá.-

-Al carajo con el viejo, si no esta de acuerdo, entonces que salga el a jugar.- Dijo Nick decidido a todo.- Chicos, quizá este partido sea el único y mas importante de nuestra vida, somos futbolistas frustrados. Dejemos todo en la cancha para mostrar lo que sabemos, para mostrarles de que somos capaces.-

Todos gritaron un eufórico SI, y se abrazaron. Samy no pudo contener la emoción y la rabia de no poder compartir este momento con su equipo. Las lagrimas estaban amenazando con caer de sus ojos hasta que sintió los enormes brazos de Hunter rodeando su menudo cuerpo.

-No te preocupes mas, daré todo por defender tu camiseta y tu puesto. Jugar en tu lugar me llena de orgullo, admiro tu pasión y haré que tu esfuerzo valga la pena.- Le susurro al oído.- Ve pensando en todo lo que tendrás que hacer a partir de mañana. Estoy ansioso por verte limpiar mi cuarto.-

-Que idiota, seré tu esclava, pero no limpiare la mugre de tu cuarto. Mas te vale que te concentres en el partido.-

Los dos equipos salieron a la cancha. La gente gritaba y cantaba, era una multitud y entre ellos se encontraban la madre de Samy, sus hermanos, Emma y los padres de Hunter. Aunque Samy busco rápidamente con la mirada a su padre, no lo encontró. Era muy raro, ya que el no se perdía ningún partido, y no se perdería justamente este que era tan importante.

Justo antes de empezar el juego, los jugadores se acercaron a los delegados a firmar y saludar. Cuando Samy llego hasta ellos, el hombre que había rechazado la inclusión de un jugador femenino al equipo, la saludo con un apretón de manos y le pregunto por su padre. Samy quedo algo sorprendida, y le dijo que aun no había llegado.

-Es una lastima.- Fue lo único que dijo el hombre negando con la cabeza.

El partido fue bastante difícil y parejo, el nivel de los jugadores era casi increíble, por ser jugadores aficionados. Ninguno de aquellos jugadores eran profesionales, todos jugaban por gusto y amor al fútbol.

El primer tiempo termino dos a cero en contra del equipo de Samy, el segundo tiempo logran empatar el partido a los veinte minutos, pero luego del empate, un planchazo derriba a Hunter, quien corría a toda velocidad para lograr un gol mas. Se le cobra falta, el defensor del equipo contrario es amonestado, pero Hunter no podía ponerse en pie. Con todo el dolor latente pidió al representante que lo asistieran. No podía siquiera apoyar el pie, e inmediatamente hizo cambio con Jony, quien seria encargado de patear el tiro libre. Mientras Hunter era asistido, Samy no tardo en llegar a su lado, sintiéndose culpable.

Regalame una sonrisa (Serie MELODY 1)Where stories live. Discover now