¿Sólo Amigos? © [En corrección]

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Estábamos en mi habitación revisando el tema que nos había asignado él profesor, se veía bastante tedioso, con razón nos colocó a los tres, el trabajo consistía en leer 3 artículos y cada uno constaba de unas 150 hojas.

SI ESTO ES UN TRABAJO FÁCIL, NO QUIERO IMAGINAR COMO SERIA UNO MAS ELABORADO.

Le dije a caro que nos distribuiremos los artículos y que cada uno hiciera un resumen para que se nos facilitara, mi mamá nos llamo para almorzar, asentimos y pasamos a la mesa, en realidad no tenía tanta hambre, porque estaba con los nervios de punta, mi estomago sentía de todo menos bien.

Después de esperar que Caro terminara de almorzar, nos dirigimos a casa de Matías, mis nervios empezaron a ser más notables, intente relajarme en pensar de que nada iba a pasar.

Solo nos íbamos a reunir para hacer un trabajo, solo eso....

En cuanto estábamos frente a su casa estaba esperándonos con una gran sonrisa. Nos invitó a pasar y lo seguimos, pero no me sentía muy cómoda así que busqué en mi bolso el celular para disimular un poco, pero no lo encontré de seguro lo había olvidado en mi casa.

Me excusé para salir a tomar aire y correr para traer mi celular, les dije que ya volvía, que no me esperaran, pero ahí estaban en la entrada mirándome justo donde estaban antes de huir.

Cuando volví con ellos, no vi que había una escalera y tropecé. Sentí que todo se me bajó, el vacío al sentir la caída pero Matías trató de sostenerme y perdió el impulso haciendo caer su cuerpo contra el mío, quedamos cara a cara, podía sentir su aroma, su respiración  estábamos tan cerca que nuestros labios podían casi rozarse.

Nos mirábamos intensamente, perdidos en nuestras miradas, al parecer nuestros cuerpos encajaban a la perfección, ninguno de los dos podía decir ni una palabra.

Se sentía algo extraño, algo que no podía explicar, tenerlo y sentirlo tan cerca, hacía mi cuerpo estremecer y pedía un poco más de él.

Escuchamos de fondo unas risas, estaba frente a nosotros Caro y una chica más, supongo que era la hermana de él, la que había mencionado mi hermano, se acercaron poco a poco donde sus miradas recaen en mis manos sobre el pecho de Matias y las de él sobre mi cintura, nos hicieron volver a la realidad, mi cara estaba como un  tomate de rojo y ni hablar la de Matías, nos separamos de golpe como si nuestras pieles quemasen. Ninguno de los dos opino nada al respecto y nos dedicamos a proseguir con el trabajo que teníamos que realizar.

Después de un rato de estar discutiendo sobre los temas que nos tocaba leer, al fin nos pusimos de acuerdo y quedamos en que cada uno hiciera el resumen como lo había sugerido Caro, guardamos nuestras cosas y nos despedimos.

Todo fue más rápido de lo que pensé.

Sentí un alivio al salir de la casa de Matías, no me había concentrado en absoluto, porque estaba pensando sobre lo sucedido con él, solo en pensarlo hacia que mi cuerpo se contrajera, su piel caliente, su aroma, estaba reaccionando al tenerlo cerca y era una sensacion nueva para mí.

MATÍAS

Valentina, esta chica que se choco contra mi en la universidad, desde el primer momento supe que iba a cambiar en mi vida, mi forma de pensar hacia las chicas, su mirada inocente, su aroma a vainilla que me ponía, lo que ella no sabía era que había tomado de sus libros su horario y así fue que sabía su nombre antes de preguntarle.

Agradeci al profesor por colocarnos juntos en el trabajo, el destino estaba a favor de nosotros o bueno yo había movido una que otra cosa para poder estar cerca de ella.

En cuanto quedamos en reunirnos, una parte de mi estaba nervioso, su mirada era tan intimidante y sus palabras demandantes, pero me gustaba.

Quería saber todo de ella y lo iba a conseguir. Además de que fuera mía y cuando lo  consiguiera no habría vuelta atrás.