Silence

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  • Dedicated to Paula Freire
                                    

"Oh, cintura etérea, mejillas pálidas, ojos de fuego,

Pequeños y firmes senos, gigantes caderas,

Oscuros cabellos de serpentinas trenzas

Que se deslizan de mis manos

En las horas del rojo deseo."

John Barlas, Amor Terrible.

Me desperté con mucha dificultad, abriendo los ojos lentamente y tratando de entender en dónde me encontraba. Cuando las cosas de mi alrededor comenzaron a hacerse notorias, me di cuenta que estaba en el suelo de un baño público, aunque aún no recordaba qué hacia allí. Comencé a tantear a mis costados y a buscar retazos en mi memoria que pudieran decirme qué estaba haciendo allí. Pronto descubrí que estaba en el baño del bar en donde había visto a la banda del padre de Jamie, mi banda favorita. Pero alguien me había llevado allí sin darme otra opción, y ahora no estaba. Y las luces estaban encendidas y, si mal no recuerdo, alguien me había golpeado en la cabeza. Debía ser por eso mismo que me dolía.

Traté de incorporarme con gran dificultad mientras miraba con prudencia a mí alrededor por si alguien venia, pero nadie apareció. Salí del baño, agarrándome de las paredes, cuando atravesé las puertas pude observar que todo el bar estaba a oscuras, que no había nadie allí, en efecto parecía estar cerrado: las sillas sobre las mesas, todo pulcramente ordenado y las puertas cerradas. Genial, estaba encerrada.

Tienes que salir, Ariana. Ella te golpeó, quiere que estés aquí encerrada.

La voz parecía estar siseándome en el odio, aunque eso era imposible ya que se encontraba en mi cabeza. Parecía estar suplicándome que la escuchara por lo que hice callar a las demás y hacerla hablar a ella.

Yo vi quién te golpeó, Ariana. Pero debes huir ahora. Rompe una ventana con una silla y huye.

No era mala la idea, tenía lógica. Por lo que rápidamente traté de calmarme y no entrar en pánico, sabiendo que estaba encerrada en un bar y que nadie sabía que estaba allí y lo peor, que nadie vendría a buscarme aunque supieran, ni siquiera Jamie o Derek. Corrí hacia una mesa, que estaba cerca del ventanal más grande, tomé una silla y la arrojé con fuerza hacia él. Los vidrios se rompieron en miles de pedazos y me tuve que cubrir con mis brazos para no cortarme el rostro, pero en ellos me quedaron varios pedazos de cristales incrustados en la carne. Por lo que comencé a sacarlos rápidamente, antes de que me cortaran alguna parte vital, como un musculo o nervio.

La sangre comenzó a salirme rápidamente y pronto comencé a escuchar gritos en mi cabeza tan fuertes que tuve miedo de que alguien escuchara, estaban sedientas, pero no entendían la situación en la que estaba yo pasando. Estaba a punto de desangrarme, encerrada en un bar que nadie sabe que estoy y estas estúpidas voces lo único que quieren es que las alimente. La furia me invadió y sé que si estuviera frente a un espejo me vería roja de rabia.

MANDY. MANDY. MANDY.

-¡¡¡SALGAN DE MI CABEZA!!! -grité con todas mis fuerzas, tapándome los oídos con las manos.

Jamás lo había dicho en los años que ellas habían estado conmigo, pero pareció haber funcionado, al menos por el momento, porque todas se callaron. Y sentí el vacío nuevamente, sentí como el silencio de la noche, que se filtraba por la ventana rota, comenzaba a invadirme; hacía mucho tiempo que las voces no me hablaban hasta quedar en un oscuro silencio, creo que en realidad jamás había pasado. Traté de tranquilizarme y salté por la ventana. Tratando de ocultar el silencio de mi mente con mis propios pensamientos homicidas. Ya tenía mi lista, solo tenía que empezar a hacerla funcionar: mi padre, Gwen, Jennifer, Mandy. Mi padre, Gwen, Jennifer, Mandy...

Schizophrenic Obsession © (Trilogía Obsession #1)Where stories live. Discover now