Capítulo 3

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Ya llegada la noche, preparé nuestra primera noche de películas en la sala de estar. Me había encargado de comprar palomitas dulces y saladas, acomodar el sofá y colocar mantas para todos. Había seleccionado varios géneros e iba a dejar que ellos eligieran.

Sophie había llegado antes de que tuviera todo terminado pero la idea le entusiasmó tanto que me ayudó a preparar los snacks.

-¿Cómo te ha ido hoy?-Le pregunté mientras acomodábamos los platos en la mesa ratona. Hubo silencio en modo de respuesta y luego un pequeño sollozo.-Sophie, ¿Qué ha pasado?

Una vez que me agaché a su altura, me abrazó y comenzó a llorar. Me contó que en la escuela habían hablado de la próxima reunión de padres que llevarían a cabo, donde se hablaría de la fiesta de fin de curso. Seguramente en la clase de Gemma el tema también se haya discutido.

-Harry siempre está ocupado. No creo que vaya y seré la única que esté sola.-Dijo ocultando su rostro tras sus pequeñas manos.

-Por supuesto que irá. Estoy segura que se hará el tiempo de ir. De todas formas, estaré ahí para acompañarte.

-¿En serio?

-¡Claro que sí!-Luego de aquel episodio le hice algunas cosquillas para sacar una sonrisa. Estabamos en plena risa en el suelo cuando el sonido de la puerta nos despabiló.-Seguramente sea Gemma, ¿qué te parece un ataque sorpresa?-Le dije susurrando y cuando asintió, nos levantamos despacio y nos escondimos detrás del sofá. Cuando estuvimos seguras de que alguien había entrado en el salón, gritamos con todas nuestras fuerzas. Solo que no era Gemma. Era Harry el que estaba tirando en el paso.

-¿Pero qué les pasa? Podría haberme golpeado con algo.-Nos dijo, o más bien, nos gritó. Miré a Sophie de reojo y esta miraba hacia el suelo. Puse una mano en su hombro y la puse detrás de mí.

-Fue mi idea, Harry. Lo siento, pensábamos que era Gemma la que entraba.-La expresión de su rostro volvió a ser de piedra.

-A mi oficina. Ahora.-Acomodando el saco de su traje, se dio vuelta sin decir más nada.

-Sophie, ¿qué tal si esperas aquí a Gemma y eligen la película? Intentaré traer a tu hermano pero ahora, no puedo prometer que tenga ánimos de unirse.

-No quiero que te despida, por favor, tienes que quedarte con nosotras.

Sophie se tapó con una de las mantas mientras le dejé la televisión encendida. Me dirigí al final del pasillo donde la oficina de Harry estaba ubicada. Toqué despacio y entré.

-Primero, no es Harry. Es señor Styles. Puede que por la edad que tengo resulte extraño, pero si usted es una profesional, como espero que lo sea, me llamará así. Usted no es parte de mi familia, ni es un reemplazo de nadie en ella. No tenemos ningún tipo de vínculo  para que se sienta cómoda llamándome por mi nombre.-Ni siquiera me había sentado en la silla cuando soltó todo aquello. ¿Cómo podía tener tanto problema con que lo llamara por su nombre? Sin embargo, no podía recriminar nada, era parte de mi trabajo.-Segundo, espero que no esté realizando actividades que puedan poner en peligro a mis hermanas.-De acuerdo, aquello si era demasiado.

-Si lo dice por lo que sucedió recién, solo estábamos bromeado. No iba a pasar nada malo más allá de reírnos un rato, cosa que a usted le falta.-Dije cruzando mis brazos porque sabía lo que venía.

-¿Disculpe? Le recuerdo que usted es niñera de mis hermanas, no tiene que meterse en  mi vida. Ahora, ¿alguna novedad que quiera contarme? ¿Se está ajustando bien?

Este tipo tenía serios problemas de humor. Un segundo es un tornado y al otro, sólo pregunta por cómo han estado las cosas entre nosotras. Decidí dejarlo pasar y comentarle sobre lo sucedido con Sophie hace rato. Su mirada fría sólo se suavizaba cuando hablábamos de sus hermanas y aquello me hizo darme cuenta que ellas eran lo más importante que tenía él. Anotó en su agenda el día que Sophie había dicho que tenía la reunión, y cuando le comenté que también iría, murmuró un "de acuerdo".

-¿Alguna otra cosa?-Preguntó sin mirarme, aun prestando atención a su agenda.

-Organicé una noche de películas, pensé que tal vez, si no estuviera tan ocupado mirando su estúpida agenda, le gustaría unirse. Sé que a las niñas les gustaría que su hermano las acompañara por un rato, no tiene por qué quedarse toda la película.-Al fin levantó su vista mirándome con seño fruncido.

-Sin mi estúpida agenda, ni usted ni yo tendríamos trabajo. Le recomiendo que se abstenga de hacer esa clase de comentarios. Pero esta vez tiene razón, hace tiempo que no paso algo de tiempo con ellas. Primero iré a cambiarme.

-¿De verdad? Van a estar encantadas.-Sonreí y di pequeños aplausos. Luego, hizo algo que no lo había visto hacer nunca: sonrió. Fue una pequeña sonrisa de lado, pero la vi. ¿Podría ser que el Señor Hielo podría romperse?

Volví a reunirme con Sophie y Gemma ya estaba acomodada en la otra punta del sofá con su celular. Me sonrió al verme y volvió a prestar atención al aparato, por lo que cuando se lo saqué, protestó.

-Tu hermano bajará en cualquier momento. Creo que podrían darle una buena bienvenida.

-Estas bromeado. ¿Harry pasando el rato con nos...?

-Claro que Harry puede pasar el rato con sus hermanitas.-La interrumpió él. Se acomodó entre Sophie y Gemma, y la primera no dudó en acercarse a abrazarlo. Aquel cuadro me pareció tan íntimo que me sentí incomoda de participar en esto, por lo que despacio me dirigí a mi habitación. Aquella noche era de ellos.

Puesto mi pijama y la alarma para mañana, me dispuse a leer aquel libro que habíamos discutido con Gemma. Estaba tan concentrada en él, que no me percaté de que el señor Styles había entrado a mi habitación.

-Lo siento, no quise entrar pero tocaba la puerta y no respondías. Pensé que había pasado algo.-Se lo notaba nervioso e incómodo. Claro, nada como tener que entrar al cuarto de la niñera mientras ella solo lleva un camisón.-¿Por qué te fuiste? Pensamos que sólo habías ido al baño. Me obligaron venirte a buscar.-Se rió nervioso pasando la mano por su pelo.

-No se preocupe. Me pareció que estaba bien que ustedes pasaran la noche juntos, dijiste que hacía tiempo no lo hacían y me pareció lo correcto. Usted lo dijo, no soy parte de la familia.-Cerré el libro y lo dejé sobre la mesita de luz, no convencida del todo de salir de la cama y mostrarle mis piernas a Harry, quien se recostaba en la cómoda y cruzaba sus brazos.

-De no haber sido por ti, seguramente no hubiésemos tenido noche alguna. Mira, lo que dije fue un poco fuerte pero es la verdad. Sin embargo, me gustaría que esta noche nos acompañaras.

-Creo que esas son las chicas hablando a través de ti.-Dije riéndome y luego se unió él y, por segunda vez, me tomó desprevenida como su rostro cambiaba y se iluminaba cuando lo hacía.-De acuerdo, volveré a cambiarme y bajaré en un momento.-Sonrió en modo de respuesta y salió de mi habitación.

La niñera «h.s» Where stories live. Discover now