CAPITULO XVII "Libres al fin"

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-Así que finalmente conociste a sus padres.-

- Si, fueron muchísimo mas agradables de lo que pensé.- Me acosté en mi cama.

-Bueno era de esperarse, ellos criaron a Benedict, tenia que heredar su encanto de algún lado, ¿no crees?- Comentó Jess.

-Tienes razón, todo estuvo de maravilla, lo único que me incomodo fue cuando Wanda tocó el tema sobre darle mas nietos.-

-Pero si Tom me contó que Ben le dijo que en la boda le dijiste que querías un equipo de fútbol.- Dijo al otro lado de la línea.

-Estaba ebria, mezclar alcohol con un Benedict Cumberbatch en traje no es buena combinación, me hacen delirar y no controlar mis deseos de procrearme.-

-¿Entonces no quieres hijos?- Preguntó.

-No lo se, nunca me lo había planteado, esa vez que fuimos al bautizo de la hija de John casi se me cae, de no ser porque me cubriste me hubieran despedido.- Recordé

Se rió.

-Cierto, casi somos excomulgadas por tu culpa dedos de mantequilla.- Se burló.

-Cállate.-

-Retomando el tema, ¿te ves en un futuro siendo madre y lo más importante, teniendo bebés con Ben?-

-Yo...-Titubié

-¡Cariño!- Gritaron desde la sala.

-Mierda es Benedict, hablamos luego.-

-Piensa en lo que te dije Lizzie.-

-Salúdame a Tom.- Colgué.

Ben entró a la habitacion.

-Ahi estas, creí que te habias quedado dormida.- Se puso encima de mi.

-Estaba hablando con Jess.- Lo besé.

-¿Disfrutó su luna de miel?-

-Bastante, consiguió un bronceado perfecto.-

Se puso a lado mio y se acomodó en mi cuello.

Tener sus brazos ajustados en mi cintura y sintiendo su tibia respiracion me hizo sentir tan tranquila y segura que no estaba segura de querer dejar la cama nunca. Hay muy pocas cosas en mi vida de las que tengo total certeza y amar incondicional e irrevocablemente a Ben era una de esas. Aun sin saber si estaba preparada emocional y mentalmente para ser mamá, a lado de mi novio me sentia capaz de cualquier cosa.

-Ya firmó los papeles.- Dijo con la cara aun hundida entre mi cabello.

Lo abracé los mas fuerte posible.

-Aceptó darme la custodia de Christopher.-

Un picor se instaló en mis ojos.

-Y accedió a no dar entrevistas sobre nuestro divorcio.

No sabía que decir.

-Se acabó la pesadilla.-

Salió de su escondite y me miro fijamente

-¿Por qué lloras?- Frunció la frente.

Negué.

-No es nada, solo que creí que este día jamás llegaría.- Comencé a sollozar

-Lizzie no te pongas así.- Suplicó.

-Lo siento.- Gimotié.

-Yo lo siento, después de todo por lo que te hice pasar no estoy seguro de podertelo recompenzar jamás.-

Cuando la Realidad te AlcanzaWhere stories live. Discover now