Sinopsis

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  Levi.
09:34

   Era la hora que marcaba el reloj que tenía puesto en mi muñeca. Aún me daba tiempo de reorganizar y verificar algunas cosas antes de que el camión de mudanzas llevara.
Era nostálgico pensar en todo lo que había ocurrido en esta casa, todos los recuerdos que me conducían directamente a ella. Era difícil vivir sin sentirla, pero aún así tenía una parte de ella conmigo, una parte que me alegraba en todo momento. Nuestra parte.

—¡Eren! ¡Apúrate!–Grité desde la planta baja. 
—¡Papá no encuentro al señor X!–Vociferó el menor con desesperación.
El señor X era el oso que su madre le había regalado por su cuarto cumpleaños, desde ese momento se había aferrado totalmente a este, como suelen hacerlo algunos niños con sus mantas preferidas, y demás. Bueno, he aquí el papel del señor X, a veces siento que lo quiere mucho más de lo que quiere a su propio padre. Qué envidia.

—¿Desarmaste tu cueva mágica?–Le grité desde las escaleras. Usualmente lo tenía ahí ya que jugaba la mayor parte de los días en ese lugar.
—No...–habló dubitativo.
—Entonces debe de estar ahí, búscalo y ya de paso desarma esa cueva de una vez por todas, que llegaremos tarde.

Tiempo después, mucho tiempo después apareció Eren con un pequeño oso de felpa en sus brazos. Al mirarlo sólo suspiré y revolví su cabello un tanto despeinado. Tomé su mano y lo guié hasta la camioneta, afuera ya se encontraban terminando de subir las cosas los de la mudanza por lo que seguramente no tardarían en llegar a la nueva. Abrí la puerta de atrás del conductor para que Eren pueda subirse, al ser alta tuve que tomarlo en brazos y ayudarlo a subir. Era gracioso como el hecho de que irme de esa casa, no lograría alejarme de la nostalgia de no tenerla, ¿Estaba haciendo mal por desprender a nuestro hijo de su único recuerdo...?

—Esperame aquí un rato, ¿Sí? Voy a buscar unas últimas cajas que quedaron en el sótano y ya vuelvo.–Lo miré a los ojos para luego depositar un beso en su cabeza y cerrar la puerta.

El sótano. El único lugar al cual había dejado para último, el único lugar donde la presencia de mi esposa había quedado. ¿Por qué era tan difícil desprenderse de las cosas? Quizás tuve que haber donado todo aquello, pero no podía hacerle esto a... mejor dicho, hacerme esto.
Al bajar me di cuenta de que los de la mudanza se habían encargado de la mayoría, menos de una cosa que les había dicho que yo llevaría. Ella.

   "Levi, Eren y ____" 

Una vez intenté deshacerme de esa caja. Pero me arrepentí al momento. Podía dolerme como la mierda verla en cada uno de esos vídeos, pero no sólo está ella, estaba nuestro hijo. ¿Qué pasaría si él en un futuro la olvida? ¿O piensa que nunca lo amó, o algo parecido? Mi hijo, quiero que sepas cuánto tu mami te ama, por siempre.
Tomé la caja y subí las escaleras para por fin irme a la camioneta. Al salir de la casa eché una gran suspiro, y me despedí de una gran parte de mi vida con una sola mirada. Abrí la puerta del copiloto y puse la caja en el asiento, para posteriormente subirme a ma camioneta y encenderla.

— ¿Que es eso, papá?–Me miró con esa inocente curiosidad en sus ojos.

Sólo son... recuerdos.–Hablé para después darme la vuelta y mirarlo. Aún no se había puesto el cinturón así que fruncí el ceño y hablé un poco más fuerte de lo normal:
—¿Qué hacés sin el cinturón puesto, Eren? ¿Qué te dije? 
—No me di cuenta...–Me miró un tanto asustado, cosa que provocó un vuelco en mi corazón. Él rápidamente se puso el cinturón. Nueve años ya... aún recuerdo cuando eso lo hacía yo.

____... ¿Cómo puedo ser un buen padre para este niño, sin tí? 

[ • • • ]

Luego de tantas horas de viaje, para ser exacto, cuatro horas; llegamos por fin a nuestro nuevo hogar. Por fuera se veía acogedor, había puesto unas rejas de color negro para que nadie pudiera entrar a robar, y había un gran espacio para los árboles y plantas que decoraban la parte delantera de la casa, la habíamos elevado para que no se inundara cuando las lluvias sean fuertes, a si que tenía unos cuantos escalones de madera. Tenía una planta baja y luego le seguía un primer piso, realmente se veía cálida, mucho más que la anterior. Cuando miré por el espejo retrovisor me di cuenta que Eren ya se había dormido en su lugar, así que lo tomé en brazos al salir de la camioneta.
Caminé hasta la casa y al entrar vi que los de la mudanza ya habían hecho su trabajo. Realmente estuvimos parando y demás antes de llegar, así le dábamos tiempo a bajar todo y posicionarlo. Antes habíamos llevado algunas cosas, así que esto era lo último. Subí las escaleras y me dirigí al respectivo cuarto de Eren, para acostarlo, arroparlo y por último darle un beso en la mejilla seguido de un: "Buenas noches".
Aún me faltaba algo por bajar, así que lo hice, abrí la camioneta y tomé la caja con cuidado. Cerré las puertas con traba y me dirigí nuevamente a la casa, dejando la caja donde se encontraban los vídeos en la mesa del living, justo al frente de un gran televisor. Abajo tenía un reproductor de cintas. Aún no entendía por qué lo habíamos grabado en ese formato, realmente _____ estaba demasiado ilusionada con esa cámara.
Lo miré una última vez, para luego guardarlo en un mueble e irme a dormir.

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