Capítulo 3

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Levi.

  Muy temprano había llevado a Eren al colegio, no sin antes haberle dado su desayuno para que no me llamaran luego por algún tipo de desmayo que sufrió. Me dirigí hacia mi trabajo pero, curiosamente, las puertas del gran edificio estaban cerradas mientras que las mismas poseían un cartel que decía: "Se encuentra temporalmente cerrado hasta nuevo aviso." ¿Cerrado? No había recibido ninguna notificación sobre eso, pero supongo que han de tener alguna razón en específico para hacerlo. Qué pérdida de tiempo.
Volví a mi hogar para limpiar un poco el desastre que había hecho mi hijo luego de haber estado jugando toda la tarde. ¿Cómo es que se pueden ensuciar tanto? De niño no me gustaba jugar entre la tierra como Eren lo hace. Supongo que salió a su hermosa madre.
Limpié y limpié por lo que parecieron horas, pero al mirar el reloj en la pared, me di cuenta de que realmente el tiempo no pasó volando. Marcaban las 11:24PM.
Dubitativo, agarré la caja que se posicionaba en la parte inferior del mueble del televisor; dispuesto a verla una vez más.  Ya se volvía una costumbre verla todos los días por lo menos en video. Verla y escucharla, era lo mínimo que el mundo me había dado. Un poco de felicidad guardada no solamente en mis recuerdos. Parece que en algún momento enloqueceré.

[El video comienza]

—Levi y Eren están en la cocina, INTENTANDO hacer algo para nuestra cena de aniversario. Es un poco arriesgado, no quisiera terminar en el hospital por quemaduras graves y una factura del banco por préstamos a pagar.– se rió un poco mientras la cámara se enfocaba en el adulto que iba guiando al menor.
En la cámara se podía notar cómo todos los alrededores de Eren estaban sucios, y Levi limpiando seguidamente de los desastres que el menor hacía. Sin embargo, no podía quitar toda la suciedad que manchaba el delantal y parte de la camisa de su esposo.

¡Mami! Estamos haciendo cosas muy ricas, muy ricas, para tí.– Exclamó con alegría mientras se bajaba del banquito de madera y corría hacia su madre dándole un abrazo, y a su vez, manchandola.

—¿No serás acaso un futuro chef, mi amorcito? Aunque, ¿Te digo un secreto? Los chefs ordenan su desastre.– Dicho eso picó las mejillas de Eren con una sonrisa en su boca.

—¿Otra vez con la cámara? Por favor, ya deja eso.– Chasqueó la lengua limpiándose las manos con el delantal y dirigiéndose hacia la fémina que lo grababa. No iba a engañarla, a él le gustaba la cámara.

Al llegar, Levi levantó a Eren posicionandolo en sus brazos, para así limpiarlo un poco de toda la suciedad en su pequeño rostro. Entercenida, solamente me quedaba agradecer lo que tenía con todas mis fuerzas. No quería perder a los hombres que más amaba en mi vida.

—Sólo por esta vez te voy a hacer caso y lo voy a dejar

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—Sólo por esta vez te voy a hacer caso y lo voy a dejar.

Y así, fue como comenzamos a limpiar todo lo que quedaba, lo cual ya era poco debido al rápido orden que Levi le daba al lugar. ¿Un spoiler? La comida estaba sorprendentemente rica.

[Fin de la trasmisión]

Me quedé viendo la pantalla en negro por un momento mientras volvía a mi realidad. ¿Es ésta mi realidad? ¿Estoy seguro que no es un sueño? Desearía que lo fuera. Despertar por fin de esta pesadilla.
Miré el reloj nuevamente. Era hora de ir a buscar a Eren, si me iba ahora me daría tiempo para comprar alguna bebida azucarada de esas que le gustan tanto. No está mal consentir al bebé de vez en cuando.
Luego de conducir y haber comprado aquella gaseosa, lo vi salir con su mochilita y sus amigos de la escuela. Su sonrisa se ensanchó cuando me vio. Le dio dos besos en la mejilla a sus amigos en forma de despedida y corrió hasta donde estaba yo para darme un gran y cálido abrazo. Si ya estaba feliz por verme, imagínense cuando se dio cuenta de lo que traía en mis manos.

—¿Cómo te fue hoy, campeón?– Hablé mientras le daba su gaseosa y éste la tomaba.

—¡Bien! Jugamos todo el día con Mikasa y Armin. ¡Oh! También estuvimos dibujando, nos dibujé a mamá, a ti y a mí.– Me sonrió y yo sentí un nudo en la boca del estómago. De cierta manera estaba feliz de que no se olvide de su madre pero, ¿Por qué es tan doloroso? No me quedó otra que sonreír sin mostrar mis dientes y revolver el cabello de Eren de manera tierna.

—Es un hermoso dibujo, Eren. Vamos a casa.

—¡Sip!– Me tomó de la mano mientras caminábamos al auto.

[• • •]

Horas después de llegar a cada y haber cenado algo, me encontraba haciendo una maqueta que me habían pedido en mi trabajo. Realmente no le faltaba nada pero sentía cómo necesitaba algunos retoques más para que esté perfecto.
Eren se había quedado dormido desde muy temprano ya que, según él,  jugar a las tocaditas* y a las escondidas era muy agotador.
Subí hasta donde estaba él para darle un beso en la cabeza y cargarlo hasta su cama. Lo arropé y caminé hasta mi habitación no sin antes darle un último vistazo.
Solté un suspiro de cansancio cuando me dejé caer en la cama matrimonial. A veces, podía sentir cómo se hundía en la parte donde ella dormía y me hacía levantarme de golpe; encontrándome con un oscuro y vacío lugar. Pero debía... debo seguir adelante.
Cerré los ojos y me quedé dormido.

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*Tocaditas: En mi país es un juego de niñxs, donde uno cuenta hasta x número y luego debe correr para alcanzar a los demás y delegar el trabajo de "tocar a alguien."

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