Vídeos - Levi Ackerman y Tú

BONUS.

22 de octubre.
Francia.

Una alarma comenzó a sonar, como si fueran a alertar algún ataque, mas sin embargo los que estaban a cargo de éstos eran los militares. Una guerra se acercaba entre Francia y Estados Unidos, no había nadie que quisiera luchar en honor a su patria, por lo que el presidente había tomado la decisión de que tomarían a personas a la fuerza, siempre y cuando sea mayor de edad.

Fue una noche sangrienta, por la guerra continua entre los civiles y militares. Se llevaron a jóvenes, adultos y viejos, entre golpes y amenazas.

   —

— ¡LEVI!

Se oyó un agudo grito, que hizo que el joven se despertara alertandose, se levantó inmediatamente al notar que la anatomía de su esposa no estaba acostada al lado suyo. Bajó y en el camino divisó a su hijo, el cual tenía algunas lágrimas en los ojos y miraba la puerta que estaba entre-abierta. Tomó al ojiverde, dejándolo debajo de la mesa.

— ¿Dónde está mamá, campeón?

El niño sólo se limitó a apuntar hacia la puerta inmediatamente salió corriendo hasta ésta. Divisó a su mujer siendo tomada por algunos guardias que a su vez la manoseaban, ya que ésta estaba con una camisa que le llegaba por debajo de los muslos, solamente. Corrió hasta ella y su paso fue impedido por algunos guardias, les gritó y golpeó a algunos, intentando llegar hasta su esposa, pero cuando pudo agarrarla de la cintura, uno de los militares lo golpeó dejándolo semi-inconsciente. Sólo pudo ver como (T/N) era agarrada nuevamente y llevada hasta dentro de una camioneta. Pudo leer sus labios, sus palabras de despedida fueron...

Actualidad.

— Los amo. –. Dijo ella.

— Nosotros también, cariño.

Y él una vez más la miró, vestía un traje de militar que la hacia ver completamente hermosa. Se levantaron y comenzaron a caminar hasta el salón de teatro, puesto que iban a dar algunas palabras de agradecimiento. La muchacha tomó a Eren y lo sostuvo entre sus fuertes brazos, sonriendole con ternura; éste lo que hizo fue abrazarla del cuello fuertemente, puesto que también la había extrañado mucho.
Pasó su brazo por el cuello de Levi y la acercó a ella; él le llegaba hasta un poco más arriba del hombro, haciéndose notar el hecho de que ella era más alta que él, por mucho.

Al llegar Eren subió hasta en escenario y comenzó a escuchar atentamente las palabras de la directora hacia ellos, ya que justo daba por finalizado el colegio, comenzando así las vacaciones de verano. Levi por su parte, se rehusaba a soltarla y eso que todavía seguía la idea con que era un vil pero hermoso sueño.

— Gracias. –. Susurró ella. – Por ser un gran padre.

Antes de que el de cabellos azabaches pudiera decir algo, (T/N) lo besó, fundiéndose en sus labios como la primera vez que los probó, él, correspondió gustosamente y los dos pudieron por fin volver a conectarse aún más, ella lo extrañaba y él la extrañaba.

  —

— ¡Y vino papá con un auto de juguete gigante! ¡Y! ¡Y! ¡Me lo dio para que juegue con Armin! –. Le contaba el niño a su madre

— ¿Enserio bebé? Eso suena genial, papá es muy bueno.

Ya después de tanto palabrerio, la familia de tres por fin regresaba a su humilde morada. La joven miró desde afuera su antiguo hogar y dio un suspiro de paz mientras que cerraba los ojos, por fin había vuelto.
Entró a ésta de la mano de Eren y se dirigió hasta arriba para así poder acostarlo, ya que se estaba haciendo demasiado tarde.

— ¡Pero yo quiero quedarme contigo! –. Reprochó.

— Mañana estaremos todo el día juntos, te lo prometo.

Al decir esto, el castaño asintió y se acostó, durmiéndose al instante, ella lo arropó y dejó un beso en su frente.
Salió y se encontró con Levi apoyado en la pared, ella le sonrió tomándolo de la mano y guiándolo hasta su habitación. Al llegar él la besó intensamente, llevándola hasta la cama.

— En verdad, te extrañé mucho, joder, pensé que mi vida se iría a la mierda sin ti. Tenía miedo de perderte por siempre –. La besó nuevamente.

— Y yo tenía miedo de perderme y no volver. –. Rió.

Y después de tanto tiempo, volvieron a unirse. Sus almas por fin habían vuelto a unirse, por que en verdad se necesitaban uno de otro.
Creemos que cuando algo ocurre jamás habrá forma de remediarlo, pero a veces, debemos de ser pacientes y sólo así, el tiempo recompensará el daño causado por la vida.

— Te amo. –. dijo Ella.

—Y yo te amo aún más de lo que puedas llegar a imaginarte, (T/N).

Y así, cerraron sus ojos, durmiendo abrazados; como habían anhelado todo éste tiempo. Aunque no sabían que a media noche, habría una persona más durmiendo entre ellos dos, ay Eren.

Fin.