CAPÍTULO 24

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CAMILA’S POV:

Entré a mi estudio y corrí a la ventana para ver cómo el coche de mi Lauren arrancaba para irse, ocasionandome ese vacío que mi pecho siente cada vez que sus ojos no están posados en los míos, cada vez que mi cuerpo no siente su presencia, cada vez que mis oídos no captan su ronca voz, cada vez que mi nariz no inhala la droga que tanto necesita, su olor, y cada vez que sus labios no están cerca de los míos. Vacía. Sin ella estoy completamente vacía. Sin ella es como caminar por la calle sin zapato. Me falta la otra mitad de mí. Soy un corazón a medias sin ella. Ella es todas y cada una de las mitades que me faltan y que hacen que estén completas cuando está conmigo.

“Mi Lauren” dije en voz baja con una sonrisa de estúpida en mi cara mientras llevaba mi mano derecha a mi boca recordando el suave tacto de sus labios en los míos. Son tan perfectos.

Las ganas que tiene mi boca de la suya cada vez que está cerca me hacen enloquecer. Es como si fuera que mis labios son el polo norte del imán y los suyos el polo sur, que buscan como locos el eje magnético que une ambas fuerzas hambrientas la una por la otra. Se necesitan, se quieren, se anhelan. La necesito, la amo, la anhelo. Y cada vez más a cada segundo que pasa.

Me giré, ya que me había quedado mirando la calle pensando en todo esto, y me fui a mi silla para empezar a trabajar. Pero antes llamé a Dinah. Tengo que hablar con ella.

“¡Hoooombre, enana! Pensé que te habías olvidado de mí” me dijo por la otra línea.

“Nunca lo haría” dije riéndome.

“Lo sé” me contestó riéndose. Seguro que está haciendo ese movimiento de diva con el pelo y la mano.

“Estás haciendo tu movimiento de diva, ¿verdad?”

“Duuh” dijo riéndose y yo me reí con ella. “Bueno bebé, dime qué pasa que tengo que seguir trabajando” Dinah trabajaba para una revista de moda. Ella se encargaba de criticar todos y cada uno de los vestidos de las celebrities en las alfombras.

“¿Podemos quedar a la hora de comer? Necesito hablar contigo urgentemente”

“Uuhhm… Creo que sí que podré. ¿Me puedes hacer un adelanto? Tengo curiosidad.” dijo y pude ver desde aquí su sonrisita burlona.

“Ella.” Le dije sin más, suficiente adelanto para saber que es urgente.

“Más que suficiente. Te veo a las 1:30 pm donde siempre.”

“Vale D. Nos vemos. Te quiero.”

“Y yo a ti enana.” Me dijo y colgué.

Dejé el móvil en mi mesa y solté un suspiro pensando en esos ojos esmeralda y cerré mis ojos y se dibujó una sonrisa en mi cara. Joder… estoy locamente enamorada de ella.

“Ehem-ehem” se aclaró alguien la garganta y yo abrí mis ojos. Era una de las hermanas para las que trabajaba. ¿Lisa? ¿Katherine? No sé, son muchas. “¿Enamorada?” Dijo con una sonrisa en la boca.

“Locamente” le respondí sonriendo avergonzada.

“Pues es un afortunado” dijo señalando mi anillo y yo lo vi y se me quitó la sonrisa de la cara y escondí mi mano. Alcé mi mirada hacia ella y tenía el ceño fruncido.

“Es complicado…”

“Vaya… no amas a la persona con la que te vas a casar…” me dijo afirmando y yo negué. “Amas a otra persona” dijo y asentí lentamente. “Pues lucha por él”

Cuando Te Vuelva A Ver. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora