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Narra Ross

—¡Mentira!

—N-No no te lo juro por Dios que eso fue lo que me dijeron los doctores—se alejó de mí con su silla giratoria.

—¡Demonios!—tome el teléfono de Laura, el cual tenía su número marcado y llamé a Brandon.

En el primer timbrazo la llamada se había colgado. El bastardo me colgó a propósito, y fue con el celular de Laura.

Empecé a caminar sin rumbo alguno por el Hospital. Laura es una persona muy importante para mí. En estas semanas ella a sido mi mejor amiga. Que me ha apoyado con lo de Courtney. La aprecio bastante como para quedarme tranquilo.

—¡¿ROSS?!

Escuche la voz de Laura llamándome. Mire a todos lados buscándola, pero no la encontré. Camine con prisa hacia una habitación entre abierta.

Ahí estaba ella, sentada en una camilla removiéndose como loca, mientras unos enfermeros hacían lo posible por sostenerla y conectarle el suero.

—¡LAURA!

Corrí hacia ella y la abrace, sentí sus lágrimas en mi hombro.

—¿¡Que paso?! ¿¡Porque estoy aquí!?—dijo histérica.

—Tranquilízate, te explicaré luego, ellos solo quieren ayudarte.

Ella se tranquilizó y dejó que le pusieran su suero.

—¿Y Brandon?

—Lo llame pero no contesto.

De ahí solo fue mirarnos con dulzura, como si fuéramos amigos de toda la vida. Pero había algo en nuestras miradas, que aún no podía descifrar.

—Descansa, te contaré lo que te ocurrió luego—sonreí tomándola de la mano.

—No me dejes sola—dijo con temor.

—Descuida, me quedaré aquí a tu lado.

Ella sonrió débilmente y comenzó a dormirse lentamente, sin dejar de aplicar algo de presión a nuestras manos entrelazadas. Gracias Laura.

Ella durmió por un largo rato, y ya era de noche. Supongo que el suero debió tener algo de anestesia.

—¿Quién es usted?—preguntó un Doctor entrando por la puerta.

—Soy un amigo cercano—gire mi cabeza a verle—¡Pero si es usted! —exclamé sorprendido y feliz—¿Como se encuentra Dr. Victor Batista?

Si, es el padre de Derek.

—¡Pero si eres tú Lynch!—dijo animado—Me encuentro extremadamente bien.

—¿Es usted el que está a cargo de Laura?—pregunte girando todo mi cuerpo en la silla.

—Si, y al parecer ella es alguien muy especial para ti—sonrió complacido—También se que Derek la está atendiendo.

—Si, ella es una gran amiga mía—sonreí asintiendo.

—Hace tiempo que no nos visitas, Carol habla bastante de ti—dijo algo confundido—Dice que te extraña, y que irá a visitarte pronto.

Demonios, otro problema. Tres mujeres sobre mi.

—¿Ah si? Q-Que bueno..- —sonreí forzadamente.

Hablamos un poco más hasta que nos despedimos acordando volver a vernos. Laura había despertado justo cuando se había marchado.

—¿Quien era ese?—preguntó sentándose en su camilla.

—Era el Dr. Victor Batista, el padre de Derek—dije sentándome a un lado de su camilla.

—Que lastima, quería conocerlo, supongo que debe ser un buen hombre—sonrió débilmente.

—¿Tienes hambre?—pregunte preocupado—Si quieres puedo encargar que te traigan algo.

—Talvez un puré de papas no estaría mal—dijo pensativa.

—A la orden.

Narra Zoe

¡Lo logramos!—exclamamos.

—¿Entonces Ross estará inconsciente durante toda esta semana?—preguntó Brandon feliz.

—Eh..si.

Imbecil. Lo utilice para que me ayudara a conseguir la droga, lo engañe haciéndole creer que era para Ross, pero era para su estupida Laura. Le diré después, mucho después de que Laura este muy enferma. Luego, vendré yo con el antídoto y se lo daré, se sentirá mejor y Ross me amara por ayudar a Laura.

Lo hubiera hecho con Ross, pero temía hacerle daño, aunque le hubiera dado el antídoto, hubiera sufrido por varios días, pero lo bueno de ese plan era que me amaría MÁS de lo que ya me ama.

Narra Laura

Me sentía feliz al saber que tenía un amigo con quién contar: Ross. El siempre estuvo ahí para mí; me consiguió una casa, me llevó a chequearme la vista, y ahora está aquí conmigo. Y un sinfín de cosas buenas.

Me siento muy agradecida con el. Me sentía algo triste al saber que Brandon no había venido, seguro tenía otros planes, mejores que visitar a su novia al hospital.

—¿Te sientes bien? Te veo algo pálida..—dijo preocupado mi gatito.

—Estoy bien, descuida gato estupido—sonreí acariciando su hermosa cabellera dorada.

El sonrío y ronroneo haciéndonos reír al unísono. Empezamos, a hablar. De lo que nos había pasado, y la vida. De repente, algo os interrumpe, mi celular, que está en el bolsillo de Ross, empieza a sonar con la canción "I Feel The Love" del mismísimo Ross Lynch.

—Buen ringtone—sonrío divertido—me suena conocido.

Saco el celular y leyó quien llamaba.

—Brandon—me lo extendió y yo tome el teléfono intentando sonar bien.

¿Hola?

Hola amor ¿Como estás? Te he llamado un par de veces y no levantas el teléfono.

—Ah si, estaba ocupado, me enteré de lo de Ross ¿Como se siente?

—¿Eh..? El está a mi lado ¿Por que?

—El está drogado ¿No? Se bebió un chocolate caliente que tenía drogas.

Me quede mirando el celular espantada.

—¡¿COMO DIJISTE?!

Grito Ross, ya que estábamos en altavoz.

ParisWhere stories live. Discover now