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Narra Ross

Laura y yo caminamos a casa mientras la lluvia nos empapaba. Entramos y encontramos a una Carol llorando.

—¡¿Ross?! ¿¡Dónde diablos estabas!?—grito secándose las lágrimas y volteando a ver a Laura—Me estaba cambiando, hasta que escuché gritos en la cocina, y salí corriendo a ver lo que pasaba, lo único que vi fue a ambos corriendo fuera de la casa—Estaba tan preocupada—se lanzó sobre mi llorando en mi pecho.

Le di unas palmadas en la cabeza, y sentí la mano de Laura zafarse de la mía. Ella camino con lentitud hacia las escaleras. Hice ademán de volver a tomar su mano con desesperación, pero no lo logre. Ella se volteó a mi y sonrío comprensiva, pero aún notaba la tristeza en sus ojos.

Mordí mi labio inferior intentando no llorar, o gritar su nombre. Articule un Té Quiero con mis labios y así desapareció de la sala.

—Dime la verdad ¿Que son ustedes dos? ¿Por que están tan unidos?—se alejó de mí Carol sin lagrima alguna.

—Somos mejores amigos, así que te pido que no la molestes—la mire serio, quería que supiera que iba de verdad.

—Como digas..¿Que quieres hacer ahora, cariño?—dijo rozando su dedo índice por mi pecho.

—Si me disculpas, quisiera dormir—aparte su dedo de mi y camine hacia las escaleras.

—Durmamos juntos, cielo—me siguió con voz seductora.

—¡Ya déjame en paz! Yo no te amo y menos voy a querer acostarme contigo, para de comportarte como una puta y haz lo que de verdad te pedí que hicieras: Trabajar.

Subí con decisión las escaleras y entre a mi habitación lanzando un suspiro de cansancio. Me siento mal, por haberle dicho tal cosa. Pero si Laura sigue sufriendo por mi culpa, no me lo perdonaré.

Y con eso pase el día entero en mi habitación hasta que fue la hora de cenar.

—¡Ross, la cena está lista!—escuche la voz de Carol.

Solté un suspiro cansado. Aquí vamos..

Abrí mi puerta al mismo tiempo que la de Laura, la cual al verme sonrío. Yo sonreí instantáneamente ¿Quien no lo haría? Cuando un bichito tan bonito te sonríe.

Bajamos juntos a cenar y ahí estaba la mesa servida. Habían dos lugares en la mesa que ocupaban comida, y el tercer plato de encontraba al extremo de la mesa, se encontraba lejos de los otros dos. Algo así:
(🍝🍝                        🍝)

Carol vino corriendo y se sentó en donde habían dos platos. Laura fue cabizbaja hacia el plato alejado. Yo sonreí y tome el plato junto a Carol, y lo moví junto a Laura. Algo así:
(🍝                             🍝🍝)

Ella sonrió animada y comenzamos a comer entre risas por parte de nosotros y maldiciones por parte de Carol.

Laura se levanto de la mesa y fue a llevar su plato al fregadero. Tome mi plato y me levante para copiar su acción, pero mi plato cayo al piso rompiéndose en pedazos ya que Carol se lanzo encima de mi haciéndonos caer.

—Ups..me caí—dijo con una sonrisa traviesa y seductora—Déjame levantarme—posó sus manos en mi abdomen y mientras se levantaba metió sus manos en mi pecho, manoseándolo con sus asquerosas manos.

—Carol, suéltame—dije con voz firme, no me iba a dejar embobar por sus encantos.

—No puedo cariño, estamos unidos por el destino—se adentró más en mi pecho.

—¡Demonios, te dije que me sueltes, no estoy dispuesto a golpear a una mujer!

Y ahí se escuche otro cristal rompiéndose. Carol cayó desmayada en mi pecho. Laura había golpeado a Carol con una botella de cerveza vacía.

—¡Te lo mereces maldita puta!—exclamó Laura tirando lo que quedaba de la cerveza en el suelo, caminando con firmeza hacia el sillón, tirandose en este boca arriba.

Quite a Carol de mi y la acosté con cuidado a mi lado, revise si algún cristal le había herido el cráneo. Está bien, sana y salva.

Me levante y camine hacia el sillón al lado de Laura y me senté expectante ¿Que hará Laura ahora?

—Gracias por ayudarme, pero creo que eso fue muy precipitado—dije pensando en la idea de que un cristal pudo haberle perforado el cráneo.

—Lo se, pero si la apartaba de ti ella me iba a romper todo lo que se llama cara—dijo lanzando un suspiro de cansancio.

—¿Cansada bella durmiente?

—Como no tienes idea Príncipe Azul..—dijo bostezando.

—Después de limpiar este desastre, y llevar a Carol a la cama, podremos dormir tranquilos..—me levante de mi sillón y la ayude a levantarse a ella.

Laura busco la escoba y el recogedor mientras yo llevaba a Carol a su habitación, la acosté en su cama y la escuche decir:

—Ross..más fuerte—gimió entre sueños.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo haciéndome temblar. EWW. Que asco.
Salí de ahi traumatizado y ya todo estaba limpio. Laura y yo subimos escaleras arriba.

—Buen trabajo—chocamos puños justo como lo hacen Ladybug y Chat Noir, nuestras caricaturas favoritas, de donde sacamos nuestros apodos Gato estupido & Bichito.

—Buenas Noches Gatito.

—Buenas Noches Bichito.

Me adentré en mi habitación y escuche su puerta cerrarse junto a la mía. Me quede en bóxers y caí en los brazos de Morfeo.

ParisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora