Nunca fue mi intención | Loki Laufeyson

Nunca fue mi intención

La mente de Liv se enfocó de nuevo en el presente, su cuerpo cayendo más cerca de la tierra. Ella no podía pensar en atraparse, dos brazos fuertes la alcanzaron para hacerlo por ella. Los ojos azules de Liv se encontraron con los ojos verdes de Loki en una mirada final. Las lágrimas caían sin ser pedidas de los ojos de Loki, sus labios contorsionados en dolor.

—Yo no... —él trató—. No puedo... —una temblorosa mano mugrienta alcanzo su mejilla, apenas tocándolo. Él se movió hacia esta, sus ojos se cerraron con fuerza por el dolor—. Te necesito —dijo él—. Puedo arreglar esto —él intento levantar a Liv pero su gemido de agonía lo detuvo. Liv sacudió su cabeza locamente, golpeando los brazos de Loki—. Esta nunca fue mi intención —sus ojos suplicaron para que ella entendiera, para que se quedara con él.

—Siempre fuiste mi rey —Liv respiro, antes de que sus ojos se cerraran. Paz dichosa tarareo a través de su cuerpo, señalando que su tiempo se había acabado. Con un respiro final, Liv fue tomada por las despiadadas manos de la muerte. Un sollozo estrangulado salió de los labios de Loki, él sacudiéndola frenéticamente. Él necesitaba que ella se despertara, necesitaba que ella lo amara.

—Por favor, Liv... —él sollozo—. Te amo. Te necesito. Por favor —su cabeza cayo al aún caliente cuello de Liv, un doloroso recordatorio de que ella estaba llena de vida hacía algunos segundos. Si él cerraba sus ojos, casi podía pretender que Liv estaba viva. Pero no, su corazón no latía bajo la cabeza de Loki como una vez lo había hecho. Él se echó hacia atrás, examinando la herida fatal que él mismo le había infligido por error. Y con una lágrima, él se rompió.