Prófugos Del Amor (Yaoi)

Cap 20 "All I Ever Need Is You"

—En otras circunstancias, mi madre hubiese sido un encanto.— Comentó Rudy.

—Si, bueno...

—¿Entonces que haremos ahora?. — Preguntó el menor.

—Primero iremos por algunas provisiones y después nos largamos de la ciudad.— Respondió Cher.

El transcurso del viaje fue silencioso.
Rudy sabia que cuando había silencio, es porque algo iba mal.
El presentía que la molestia de Cher venia de la visita que hicieron a la madre del menor, es por eso que este no se atrevió a mencionar nada mas de aquel asunto.
Lo mas importante ahora, era salir de la ciudad antes de que la policía los descubriera.

Llegaron a un supermercado, de una exclusiva cadena de comercios. Era obvio lo que harían.

—Ok, ya sabes lo que tienes que hacer. Metes rápido todo el dinero a la bolsa, mientras yo me encargo de que todos cooperen.

—Ya entendí.

Cher se acercó a la cajera.

—Buenas tardes joven, ¿en que puedo servirle?.— Preguntó la mujer.

—Vera, necesito un pequeño favor, quiero que me de todo el dinero de la caja.

—¿Disculpe, que?.— Preguntó la chica.

—¡Quitate los putos auriculares!. — Amenazó Cher mientras sacaba su pistola y apuntaba a la joven.

—¡No me haga daño, se lo suplico!.

—Pues mueve ese lindo trasero y dame todo el dinero.

—¡Oye, te estoy escuchando, imbécil!.— Gritó Rudy, quien metía comida a unas bolsas.

—Tranquilo amor, lo de lindo trasero fue para intimidarla.

Ambos siguieron con lo suyo, y una vez terminado, salieron corriendo, pero en la salida, Cher se encontró a alguien que jamas pensó en volver a ver.

—¿Leonardo?.— Cher y Rudy casi se tropiezan con el susodicho.

—¿Leonardo?, ¿Quien es Leonardo?.— Preguntó el menor, y el chico frente a ellos respondió.

—Yo soy Leonardo, ex novio de Cher.— Sonrió burlonamente.

—¡Eres un hijo de puta, te di mis mejores años!.— Cher quería golpear a Leonardo, pues este ultimo, dejó a Cher porque era pobre, y el buscaba un hombre rico.
El mayor de verdad lo amaba, pero Leonardo lo dejó a su suerte.

  —Vaya, pensé que después de todo este tiempo me ibas a recibir con amor.— Dijo Leonardo y después miró de pies a cabeza al pequeño Rudy.— Pero mira nada más, no perdiste el tiempo. Me reemplazaste muy rápido.

—No sabes las ganas que tengo de romperte la cara, desgraciado.— Rudy tomó del brazo a Cher, para que este no fuese a cometer una locura.

Las sirenas de las patrullas se escuchaban cerca, alguien había llamado a la policía.

—Uy, se me olvidaba que eres un delincuente, jajaja, ¿Cuanto me darán si te entrego?.— Preguntó Leonardo.

—Yo te voy a dar, pero un plomazo.— Cher sacó su arma y apuntó hacia Leonardo.

—¡No lo hagas!.— Exclamó Rudy.

—Tienes razón, no me voy a manchar las manos por tan poca cosa.— El mayor bajó el arma.— Pero el viene con nosotros. — Añadió.

—Cuando estés en prisión, voy a ser el primero en celebrarlo.— Espetó Leonardo, mientras era guiado por Cher y Rudy, hacia la camioneta.

—Cierra la boca, malparido.— Rudy le dio un empujón a Leonardo.