Querido Baterista. ≈ Fremmer.

Prólogo.

Tomika guardó sus cosas en el casillero que le pertenecía y me miró, resopló y se acercó a mi.

—¿Cuándo le vas a decir a Freddy que te gusta?—. Me preguntó, odiaba cuando me hacía esa pregunta, me sentía obligada a confesarle mis sentimientos a Freddy?

—¿Él se tiene que enterar? Está muy feliz con su novia, solo miralos.— Señalé una pareja que estaba detrás de ella, y si, eran Kale y Freddy.

—¿Y te vas a rendir tan fácil? Esa no es la Summer que conozco. Lucha por él, o te vas a quedar sola, mientras yo me quedo con un guitarrista famoso, nos casaremos y tu, seguirás sola pensando en Freddy y en porque no te animaste a decirle lo que sientes. — Ella suspiró y se fui caminando lentamente. ¡No quería eso! ¡No quería quedarme sola con millones de gatos!

—¡Tomika! ¡No! ¡Espera! ¡No quiero estar sola!—. Corrí hasta donde estaba ella, lo cual no era muy lejos. Me paré enfrente de ella, tenía que ver que yo era valiente, aunque no era cierto.

—¿Lista para mi plan?— Sonrió con seguridad, lo único que hice yo fue hacer un sonido raro, no estaba nada segura, los planes de Tomika nunca eran buenos.