Cada noche, cuando cierro los ojos al dormir, mi gato panzón, tiene una Michi historia por escribir nueva para ti.
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Relatos cortos e individuales, no hay un orden, así que puedes leerlo como más te guste.
"Deseo dejar de sentir, dejar de ser, dejar de existir"
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Sábado, 5 de marzo de 2022.
El frío se colaba por la puerta abierta haciéndola temblar a pesar de tener las cobijas cubriéndola hasta la cintura. Violet suspiró con frustración cerrando los ojos esperando quedarse dormida. Eran las dos de la mañana y aunque sabía que debía dormir porque era un día "importante" no lograba conciliar el sueño.
Era el día de su cumpleaños. Lo había esperado, estaba emocionada y ansiosa, sabía que no pasaría gran cosa, quizás comería algo rico en el almuerzo y eso sería lo más destacable del día.
No quería sonar como una niña mimada que no estaba conforme con lo que sus padres le daban, no quería ser una desagradecida pero no sentía que esas cosas la llenaran. No sentía alegría, de hecho, su emoción y ansias no eran por cumplir años, era por acabar con su vida.
Se suponía que debía haberlo hecho hace un año, para su cumpleaños número 18, pero el día paso y ella fue incapaz de hacerlo, pero hoy sería distinto, hoy si lo haría.
Rodó por la cama y se deshizo de las cobijas que la cubrían, sentía incomodidad por tenerlas encima a pesar de ser la única cosa que la mantenía caliente. No le importó, a veces ella hacia cosas para sabotearse a si misma, para lastimarse así misma y la verdad no entendía el porqué. No se consideraba masoquista pero pensaba que si sentía dolor físico no sentiría dolor emocional, era como desviar el dolor, una distracción.
Se sentó en la cama y volvió a suspirar. Se sentía cansada, agotada, quería dormir pero sus pensamientos no la dejaban. Frotó sus ojos con fuerza y se levantó de la cama, caminó hacia el baño para remojarse la cara, estaba segura que eso no serviría de nada pero aún así no quería estar más tiempo mirando el techo mientras rodaba en la cama así que pensó que eso sería buena idea para despejar su mente.
Su cuarto estaba ubicado en el patio, siempre pensó que era horrible dormir al lado de los perros pero no tenía opción, la distribución de la casa donde vivía era algo extraña.
Al mirarse al espejo pudo ver su rostro reflejado: ojos grandes y oscuros, pelo liso y corto, con acné y boca un poco grande. Aparto la mirada de este y prosiguió a asearse, pensó que tomar una ducha a pesar de la hora ayudaría a relajar sus músculos. El cuarto de baño se lleno de vapor gracias al agua caliente que bajaba de la regadera. Al salir, se envolvió en una bata para ducha camino de vuelta a su cuarto, todo esto acompañado de música con sonidos tristes, estaba acostumbrada a bañarse siempre con música.
Volvió a la cama luego de ponerse el pijama y por fin pudo dormir un poco.
En la mañana, se despertó a eso de las 10:30. Camino hasta el cuarto de sus padres y los saludo con un "Buenos dias" en un tono bajo, recibió abrazos y felicitaciones por su cumpleaños, luego hizo lo mismo en el cuarto de sus hermanos. Camino arrastrando los pies hacia la cocina, busco su desayuno en la estufa, se sirvió y se lo llevo al comedor. Comió sola a pesar de ser cumpleaños, pero no era porque no quisieran estar con ella, si no porque se había levando tarde.
