11:10 a.m.

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    Luego de leer la nota que dejó Clary me dieron ganas de comer. Lo sé es algo grave. Lo comprendo. Pero comida es comida y más cuando no comes hace 4 días.

*11:30*

    Volví a mi habitación. Los sándwiches de mermelada y el café lo alivian todo. Creo que es momento de pensar en la nota.
Bueno Clary siempre a tenido una imaginación algo rara. Pero esta vez se paso de la raya. Comienzo a ponerme mis covers. Que extraña caja. Me pregunto que habrá dentro de ella. Claro que podría abrirla, pero tengo miedo. Quizás dentro hay una bomba, y al abrirla explota. 
Tengo tanto miedo que es preferible que deje la caja en el sótano.
    Levanto la caja y me dirijo al sótano. Llevo la caja entre mis manos. No pesa mucho, bueno si, solo un poco. Bajo las escaleras con calma y lentitud. Mi madre está en la cocina apoyada sobre la mesa en una mano lleva una taza de café caliente y con la otra cubre su cintura.... como si tuviera frío o algo así. Esta tan perdida en su pequeño mundo. No deja de mirar su taza de café , o eso es lo que creo. Su respiración es tan tranquila que me alivia verla así. Toma pequeños sorbos de café y yo doy pequeños pasos hacia el sótano. La puerta está debajo de las escaleras. Trato de sostener la caja con una mano y con la otra lograr abrir la puerta. Lo he conseguido! Y no logre que una bomba explote en el vecindario. Sonrió el solo pensarlo. Me asomo por la puerta del sótano y todo esta tan oscuro. Entró con mucho cuidado y una vez más sostengo la caja con una mano. Con la otra mano que me queda busco entre la pared el interruptor de la luz. No logro encontrarlo. Esto es tan frustrante. La mano que sostiene la caja empieza a cansarse.
Diez segundos después he logrado encender la luz del sótano. Comienzo a bajar las escaleras del sótano y cada escalón rechina de una manera muy abrupta. Dejo la caja debajo de una silla de madera. El sótano es un lugar muy silencioso y tranquilo, hay cajas por todos lados y sillones viejos con sábanas blancas encima. Aunque creo que este es el lugar más seguro de la casa, siento miedo el estar acá abajo sola. Así que rápidamente corro hacia la puerta, apago la luz y salgo por la puerta con la respiración algo agitada. 
   
    -¿Tienes hambre ?- mamá me observa y me parece tan sorprendente que pueda hablar.

     -No mamá- recuerdo que Clary escribió que no confiara en ella. Clary estaba loca, pienso en el fondo de mi subconsciente.

   -Está bien.-responde algo decepcionada y se pone a observar su taza de café.!!
  
   -Espera- su mirada vuelve a mi- mamá si tengo algo de hambre.

   -¿Que quieres de comer?-su voz es tan suave.

    -Lo que prepares estará bien- respondo con la misma tranquilidad.

     Toma el ultimo sorbo de café. Cierra los ojos he inhala aire. Los abre y junto con ellos aparece una amable sonrisa. Me quedo quieta con los ojos muy abiertos, no es propio de ella expresarse de esa manera, mucho menos hoy. Su repentino cambio de humor me hace creer que ya olvido a Clary.

    -Mamá hoy es el funeral de Clary.

    -Lo sé- Respondió y su sonrisa desapareció.

    Da media vuelta y deja su taza de café en la mesa de la cocina. Se dirige a la despensa y saca cucharones y una lata de salsa de tomate.
No tengo ni la menor idea de lo que va a preparar pero tengo tanta hambre que no me importa.

    -Mamá estaré en mi habitación.

    -Yo te aviso cuando el almuerzo este listo- lo dice mientras asoma su cabeza por el frigorífico para sacar ingredientes.

    Me dirijo a mi habitación y enciendo la radio. Genial. Encontré una canción que me recuerda a Clary. Ella siempre se ponía a tararear está canción.  Cuando lo hacía me ponía a gritarle y decirle que dejará de hacerlo, ahora solo extraño su voz.






"The End"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora