18:46 p.m.

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     Trato de abrir los ojos y todo se ve muy borroso. Me quedo unos minutos en el piso. No tengo ni idea de la hora que es. Mis labios están secos, tengo tanta sed. Estoy tan débil , y aunque todo mi cuerpo tiembla y mi vista esta algo borrosa logro levantarme. Me sostengo del lavamanos. Me observo en el espejo, estoy más pálida de lo normal.  

     Necesito algo de beber, así que lentamente me dirijo a la cocina. Trato de sostenerme de las paredes del pasillo para no caer en el piso mientras bajo los escalones  muy lentamente. Los escalones rechinan, como siempre. 
     Al llegar a la cocina veo a mamá sentada en su silla; tiene la cabeza encima de su plato de comida y los brazos a cada lado de la mesa.
Esta vez no me contengo  y comienzo a gritar. Caigo rendida al piso y mis lágrimas empiezan a desbordar. Mamá está muerta. 
     Ella es... era mi madre. La realización me golpea fuerte y quiero alejarme, pero no lo hago. No puedo. Necesito quedarme aquí.
Levanto la vista hacia ella. No puede estar muerta, no por favor. Mis ojos comienzan a cerrarse otra vez, pero ahora soy yo quien los obliga a hacerlo. 

  -Te amo mamá— susurro.

Jamás pude decirle cuanto la amo, y ahora que se ha ido ... Esto es peor que el suicidio de Clary.
Creí no sentir nada por ella, pero mis lágrimas dicen lo contrario. Mamá está muerta, Clary está muerta ... yo debería estar muerta. Me cubro la cara con las manos. Tiro de mi pelo hacia atrás.  
-Mamá está muerta— me repito una y otra vez, no sé para qué. La tengo frente a mí. —mamá está muerta.
Trato de calmarme pero es imposible.... 
¿Cómo alguien siquiera puede pensar en tranquilizarse después de vivir todo esto? Es estúpido. No quiero estar tranquila. No puedo. 
Me levanto del piso y trato de mantenerme de pie. Camino hacia ella lentamente y me seco las lágrimas con el pulgar izquierdo. Acerco mi mano derecha hacia su rostro. Su cabeza esta girada hacia la izquierda en mi dirección. Sus ojos están cerrados, sus labios en  una línea fina. 
 Acerco mi mano y la toco. Su rostro está frío.

     -Está muerta— es lo único que puedo decir.

    Suspiro y me dirijo al grifo de la cocina y gracias a mamá hay vasos limpios en la lava vajillas. Me sirvo un basó de agua fría directamente del grifo. Suena anti higiénico pero esta delicioso. Mi garganta pedía a gritos un vaso de agua fría. Solo el pensarlo me saca una debil sonrisa. Termino de beber el vaso de agua y observo a mamá. 
      De pronto, se me viene a la cabeza el funeral de Clary. Observo el reloj del salón. Son las siete de la noche. Aún estoy a tiempo— pienso — debo darme prisa. Quizás su ataúd ya esta bajo tierra, pero debo asegurarme de ello. 
      Salgo por la puerta delantera y la cierro con delicadeza. Mi bicicleta está volcada en el piso como de costumbre, la levanto y me subo en ella en dirección al cementerio.

*19:17p.m.*

     Todo esta oscuro, la noche a inundado la ciudad y las estrellas no dejan de brillar, pero la luna no aparece en la fiesta de constelaciones.

     Estoy en la estrada del cementerio. No me sorprende que las rejas no lleven seguro.
Se me viene a la mente la ultima vez que estuve aquí; recuerdo que yo tenia solo 5 años y mamá lloraba mucho. Un día me trajo al cementerio y que Clary no quiso venir, yo estaba con un vestido negro y mamá también. Aquel día era el funeral de papá. Mamá no dejaba de llorar , y el verla tan triste hacia que yo llorará también. 

     Dejo mi bicicleta tirada en el pasto fresco. Hay árboles en uno que otro lugar, las luces de los faroles no alcanzan a llenar de luz todo el cementerio, las lápidas están llenas de flores y hay una que otra estatua de mármol de personas importantes ya fallecidas. En lo alto de la colina hay una capilla con un enorme campanario y hay muchos pájaros reposando en su techo. 
    
     Clary debe estar enterrada por algún lado. 

     Hay una estatua enorme cerca de la capilla. Una estatua de un ángel. 
     Camino lentamente hacia ella. Pero me escondo detrás del ángel. Observo detenidamente que hay un hombre que se encuentra arrodillado de una pierna dejando flores a una lápida, y por lo que veo la tierra de esa lápida está fresca. El hombre tiene un abrigo de color negro que le llega hasta las rodillas. 
Espero un momento a que aquel hombre se largue. 
      Cinco minutos después el hombre se pone de pie y se dirige hacia la salida del cementerio. Yo me oculto detrás de la estatua para que no logre verme. El hombre se ha marchado y yo tengo la curiosidad de ver esa lápida. 
     Margaritas— pienso al ver las flores que aquel hombre a dejado— son las favoritas de Clary. 
Con la poca luz de los faroles, trato de leer la lápida;

                               Clary Allen 
                          Hija de Rachel Allen
                 "Amada por sus familiares                    
             y amigos,ahora descansa en paz."

                                 1975-1989

      Releo una y otra vez.
Si, es la lápida de Clary pero; ¿porqué ese hombre tan extraño le ah dejado flores? Quizás sólo es un familiar lejano que se a encargado de supervisar el sepulcro de mi hermana. Si, supongo que eso debe ser... solo un familiar lejano.

"The End"Where stories live. Discover now