17.

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A la mañana siguiente de domingo, lo único que Daniel quería hacer era ponerse al día con lo que no había jugado de Slayers el día anterior. Había preferido quedarse jugando con la PC de su hermana hasta la madrugada, riendo con sus reacciones mientras jugaba simuladores de citas. Había conseguido quedarse con Konno de todos modos, a pesar de que Kaori aún le hiciera competencia.

Prendió la CPU de su computadora y luego de cliquear el ícono de Slayers Online, introdujo su nombre de usuario, esperando que se conectara al servidor enseguida.

Un mensaje de la pantalla hizo que le viniera un escalofrío.

Sin conexión a internet.

Había pasado bastante tiempo desde que había leído ese mensaje por última vez. Tal vez habría sido durante los últimos días antes de las vacaciones de verano del período anterior, o mientras estaba en un torneo de PVP entre usuarios. Lo que le importaba era que no podía conectarse, y por ende no podría fijarse si tenía algún mensaje pendiente de Wrath. Si bien le había avisado que no estaría en todo el día anterior, al menos quería comunicarse con él.

«Esperemos que sólo sea un error del router...» pensó Daniel mientras refrescaba la pantalla. Varios intentos luego, aún no conseguía recuperar la conexión.

Bajó rápidamente a comer algo para desayunar; sus padres y su hermana aún no despertaban. La ventana de la cocina estaba demasiado empañadas, y las cortinas se mecían por las corrientes de aire que pasaban entre ellas. Al observar hacia afuera, la cantidad de agua que caía del cielo sorprendió a Daniel. Con la radio encendida había sido complicado oír las gotas siendo empujadas por el viento.

«¿Cuándo comenzó a llover tanto?» se preguntó él a la vez que se llevaba una galleta a la boca. Al terminar de comer, subió de nuevo a su habitación y buscó qué podía hacer esa mañana con los archivos de su computadora. De todos modos, no podía quitarse a Wrath de la cabeza. Tuvo que resistirse a abrir el navegador para buscar cómo entretenerse por internet.

Terminó decidiéndose por su viejo emulador de Jintendo SD. No recordaba haber descargado esas ROMs piratas de Royal Lawyer, pero valdría la pena tener algo con lo que esperar mientras no había internet. Pero, de nuevo, quien le había recomendado ese juego había sido la persona con la que él quería hablar. Wrath.

No recordaba cuándo había comenzado a ser una persona tan importante para él, ni siquiera lo había pensado en el momento en el que lo conoció. Lo admitía; él era un completo novato en Slayers Online en aquel entonces. Su hermana le había mostrado el tutorial, pero al no tenerla como consejera al momento de jugar había decidido entrar por sí mismo.

En aquel momento, no sabía si llamarlo error o si creer que había sido una serendipia, como cuando habían descubierto la penicilina por equivocación. Ya había creado un personaje, y se había lanzado a los bosques del mundo de Slayers para conseguir algo de experiencia. En los lugares de su nivel aún no se creaban nuevos contrincantes, y decidió moverse a otra área sin notar que los monstruos tenían mayor nivel.

Allí fue cuando se debatió entre si fue serendipia o error.

No había notado que su personaje tenía el ataque configurado como «agresivo», por lo que cuando se acercara a un enemigo, atacaría inmediatamente sin esperar que Daniel lo hiciera. Segundos luego de haber ingresado a aquella zona apareció un cartel sobre su barra de experiencia que señalaba «nuevo nivel adquirido», junto con un gran 5, y un conjunto de cosas dentro de una cuadrícula parecida a la de su inventario. Daniel no entendió nada, y menos cuando en la sala de chat citaba su nombre de usuario junto con unas siglas en mayúsculas.

Detrás de la pantalla [Gay]Where stories live. Discover now