21. Player Two

3.7K 515 353
                                    

Esa mañana, Daniel podía levantarse a la hora que quisiese; había arreglado encontrarse con Wrath por la tarde, pero los nervios lo despertaron demasiado temprano. Por suerte fueron ellos y no el canto de sirena de su hermana; habría sido mucho menos placentero tener a Charlotte de alarma. Continuaba dormida en su habitación mientras Daniel preparaba su desayuno, esperando no molestar a nadie con el sonido del microondas. Siempre le había costado encender las hornallas solo.

«Respira. Se supone que todo saldrá bien...» se dijo mientras llevaba su té a su boca. Ese «se supone» no lo llenaba de tranquilidad, pero esperaba que las cosas se pusieran a su favor. El día parecía estar neutral con él; algunas nubes cubrían el cielo azul, y no había señales de que el clima empeorara. Tendría que fijarse cómo cambiaría la temperatura por la tarde. Intentó distraerse leyendo el periódico que había dejado su padre sobre la mesa de la cocina. Había una nota sobre la convención a la que había ido hacía tiempo. Parecía ser que era un diario bastante viejo.

«Me pregunto si habré salido en alguna foto» pensó sonriente. «Ahora que lo pienso, pasaron meses desde que compré la última edición de ComPel...»

—¡Muuuy buenos días, hermanito! —Una voz fuerte entró en la cocina, sobresaltando a Daniel y haciéndolo perder el equilibrio en la silla. El silencio a su alrededor lo había calmado demasiado, y tal grito hizo que se le helara la sangre por un momento. Sintió alivio cuando notó que la que le había gritado era su hermana mayor, quien llevaba una sonrisa enorme en su rostro y el cabello como si recién se hubiera levantado de una larga siesta. «Lo cual es verdad, de hecho...» pensó Daniel, recordando que creía que estaba dormida. Él también estaba bastante despeinado, pero era diferente al cabello de Charlotte.

—¿Charlie? ¿Podrías no gritar...? —pidió Daniel, bajando el periódico de sus manos.

—¿Así que papá te contagió la manía de leer las noticias? Es demasiado temprano para que sepas lo que es el mundo fuera de casa... —se lamentó ella, poniendo una falsa expresión de tristeza—. Lo siento, lo siento, me entusiasmé demasiado. No quise sobresaltarte. Pero no creí que te despertarías tan temprano hoy.

—Ya sabes qué día es hoy. —Suspiró, y bajó su mirada a las noticias de nuevo. Charlotte abrió la heladera, sacó su desayuno y se sentó junto a él en la mesa.

—¿Nervioso? —preguntó, abriendo su yogur.

—¿Tú crees...? —preguntó Daniel en respuesta.

—Ya va a pasar. Tranquilo. Voy a estar ahí —intentó calmarlo ella—. ¿Qué estás leyendo?

—Oh, es un artículo sobre la convención a la que fui con los chicos del club de computación —dijo él. Estaba alegre de poder cambiar de tema—. Este.

—Al final no me trajiste nada. Qué mal hermano —replicó Charlotte, fingiendo un puchero. Pasó las páginas de la nota, hasta que su expresión cambió a una de sorpresa al observar una foto—. ¿Por qué no me dijiste que esos dos estaban ahí?

—¿Esos dos? —Daniel alzó la mirada a la foto, pero no logró encontrarla hasta que su hermana le respondió.

—¡Esos dos! ¡rogerpat! Fueron a la convención y yo ni enterada. ¿Tú lo sabías?

Una de las fotos en la página era, en efecto, sus dos compañeros de club saludando a la cámara en uno de los stands por donde ni él ni Christophe habían pasado. «Parece que nos perdimos bastante», pensó al ver la imagen. No pudo evitar recordar la conversación que había tenido con su amigo, y ni pensar en que nunca más lo había vuelto a mencionar. El tema más importante que habían tocado mientras hablaban había sido la salida de Vraie Bataille 2, a pesar que la conversación con Alice no hubiera sido pasada por alto. «Sigo sin poder pensar en un Wagner enamorado», se dijo a sí. Decidió pensar en la conversación con su hermana.

Detrás de la pantalla [Gay]Where stories live. Discover now