Eres lo que más quiero

732 65 5
                                    


Pov. Haru

Salí corriendo de ahí, ya no pude soportarlo más. El verlo a él, entregándose a Rin fue demasiado trágico para mí. Choqué con varias personas durante el trayecto, ni siquiera me detenía para disculparme, ganándome algunos insultos de los transeúntes. Lo único que quería era llegar al refugió más cercano: El parque. Cada vez que me sentía estresado por la Universidad, me dirigía hacia el parque central, ya era una costumbre adquirida desde hace un par de años.

Al llegar a la entrada noté que no había mucha gente, todo estaba tranquilo, sólo había una que otra pareja tomada de la mano, contemplando la Torre de Tokio desde un pequeño mirador. Me encaminé hacia el estanque, el cual estaba adornado con flores de loto flotando y velitas encendidas flotando sobre él. Los peces nadaban plácidamente y sin ninguna preocupación (a veces quisiera ser un pez para poder estar en el agua por siempre). Había un puente que conectaba a un kiosco en el centro. Una vez Makoto y yo estuvimos juntos allí... Era una noche de luna llena, decidimos venir a relajarnos un rato, pues eran temporadas de exámenes. Nos sentamos en el banquito de dicho kiosco y empezamos a observar la luna. Pasamos muchísimo tiempo observando esa magnífica escena, hablando sólo cuando era necesario y cada vez que nuestras miradas chocaban, nos quedábamos contemplando el uno al otro. Fue una de las noches más románticas de mi vida.

Estar ahí, en el mismo kiosco, en el mismo puente sin Makoto dolía, dolía mucho. Mis piernas fallaron nuevamente y me desplomé ahí mismo. Nadie me vería llorar, sólo los peces, el agua y la luna. El estanque y la luna debían presenciar el momento en el que nos confesábamos nuestro amor mutuamente, nuestro primer beso como pareja, nuestra sonrisa y nuestra felicidad al estar juntos, no mi llanto ni mí desgracia.

-Por qué... Makoto, ¿por qué? No debiste, ¿Acaso soy yo el culpable por no habértelo dicho antes? Te amo, te amo maldito, te amo...- Las lágrimas caían nuevamente. Mi corazón seguía dolido y sin reparo. Lloré y seguí llorando hasta perder la noción del tiempo.

Cuando me recuperé un poco, comencé a pensar un poco más acerca de mi relación con Makoto

"¿Acaso Makoto fue mío? Creo que eso nunca pasó, Makoto no le pertenecía a nadie hasta hace algunas horas. Haruka, ya despierta de una maldita vez. Makoto y tú nunca tuvieron ninguna oportunidad, él no te veía más que como su mejor amigo. Todo está perdido, perdiste a Makoto, perdiste ante Rin. Lo perdiste"

Mi cabeza estaba hecha un desastre, no podía soportar esa idea. No podía perder a quien más quería, no podía hacerlo. Me negaba a perder. Pero si él ya ama a otro...

"No, quizá no todo estuviera perdido, Quizá si yo luchaba por el amor de Makoto lograría que fuese mío y de nadie más. Rin me quitó su cuerpo, pero yo lucharía por el verdadero amor de Makoto. Además ¿Acaso el no trató de explicarte algo, Haru? ¿Por qué te miró de esa manera? ¿Por qué trató de detenerte? ¿Por qué...?"

Esa idea me animó un poco. Un pequeño rayo de esperanza iluminó mis pensamientos. Debí escuchar lo que él quería decirme. Yo también soy un idiota.

"En caso de que en verdad Makoto esté enamorado de ese pelirrojo lucharé por él, sólo así podría estar seguro de que llegaría a amarme".

Ya estaba decidido. No me importaba perder mi dignidad ni mi orgullo. Lucharía por él y algo me dice que esta vez no perderé.

Después de esta reflexión decidí caminar a casa. El viento chocaba contra mi cara y volteé a ver por un instante a la luna: esta noche brillaba con mayor intensidad, se veía hermosa.

No te perderé, MakotoWhere stories live. Discover now