Un nuevo comienzo

¿Adiós?

-No puede ser.

Se detuvieron y miraron a sus donceles. Preocupados se acercaron solo para ver qué Furihata tenía en rostor cubierto y, claramente, se notaba el fuerte rojo.

-¿Qué sucede?- cuestionó Daiki.

-Nada. Kōki-chan tiene que hablar con Akashi.

Kōki se tensó. Se descubrió el rostro y miró al pelinegro ¿Cómo lo sabía?

-Vamos-los donceles tomaron las manos de sus hijos y esposos y se alejaron.

Kōki notó que el pelirrojo se había quedado frente a él y ahora no sabía que hacer.

¿Cómo le decía lo que acaba de descubrir? ¿Y sí se negaba? ¿Y sí no quiera volver a verlo? No. Akashi nunca haría algo así.

-De-De qué quiere hablar- cuestionó mirando a otro lado que no fue el doncel que le gustaba y había roto el corazón... El día que tomo valor para declararse, Furihata le había rechazado sin tan siquiera declararse. Se sentía muy herido. Era algo vergonzoso de admitir, pero había llorado mientras salía corriendo del restaurante. Las únicas veces que había llorado fue cuando la muerte de su madre, cada vez que la recordaba y el día que fue obligado a casarse... La única solución que encontró fue evitar al castaño. Cada vez que lo recordaba terminaba llorando.

Intento regular su respiración y habló -Lo siento.

-¿Por qué?

- Por lo que sucedió ese día- susurró y alzó la mirada, el pelirrojo no lo miraba -Lo de las flores.

-No volverá a suceder- miró al castaño. Ya había tomado una decisión. Se alejaría del castaño antes de que las cosas se volvieran más incómodas.

Sintió su corazón encogerse por la voz-Yo...

-Olvidaremos esto. Jamas sucedió. Y jamás envié o enviaré algo.

¿Olvidarlo? ¿Así de la nada, olvidarlo? Sintió que estaba a punto de llorar-Yo...

-En unos días mi secretaria lo llamara, lo pasaré con un colega. No se preocupe, enviaré todo su expediente. Ella es muy buena, no tiene que preocuparse, está en muy buenas manos.

-¿Qué?- susurró ¿Se estaba deshaciendo de él? ¿Ya no lo apoyaría? ¿Ya no estaría con él? ¿No volverían a ir a cenar o platicar? ¿Ya no se verían más?

-Ya no lo atenderé. Así será más fácil para Furihata-san. No nos volveremos a ver, salvó los domingos... Y eso porqué ellos son mis amigos.

Sintió sus piernas flaquear. Respiro hondo, cerró sus manos fuertemente e hizo una reverencia -En-Entendido. Mu-chas... Muchas gracias por todo sensei. En verdad siempre estaré agradecido por lo que hizo por mi durante este tiempo...-una lágrima recorrió su mejilla - Fu-fue un gran apoyo para mí. Prometo no volver a molestarlo. No-no se preocupe por los domingos, este es el último que vengo, es lo menos que puedo hacer. Gracias, sensei- se giró y salió corriendo.

-Furi/Furihata ¡Cuidado!

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Sintió su corazón encogerse por las palabras y la voz, era inestable y se notaba que estaba llorando ¿Por qué lloraba? Estuvo a punto de interrumpir cuando el castaño se giró y salió corriendo.

Lo siguió con la mirada, los gritos de sus amigos lo preocuparon y lo vio. El castaño fue golpeado por un auto y salió volando -¡Kōki!

Corrió hacia el castaño. Al llegar se arrodilló y lo miró -No te muevas. Todo estará bien- no estaba nada bien. Su brazo estaba en un ángulo raro.

-N-No llore - susurró Kōki al verle llorar.

-Ya llamaron a una ambulancia- Shintarō le chequeo el pulso -No se mueva, Furihata.

-Lo siento. Es mi culpa- trato de decir.

-Soy torpe- rió o eso intento -Mis costillas.

Shintarō rápido le examinó -Espero eso sean fracturas. ¿Qué más duele?

-Todo... - comenzaba a ver borroso -Siento haberlo lastimado ese día... No fue mi intención. A Seijūrō yo lo...

-¡Kōki!- la ambulancia se escucha aproximándose -¡Kōki!

-Esta inconsciente.

La ambulancia llegó y levantó al castaño. A petición de los paramedicos, Shintarō fue con ellos.

-¿Qué fue lo que sucedió?- pregunto Tetsuya -Creí que hablaría. No que saliera corriendo.

-Le dije que me alejaría de él... Es mi culpa.

Creo que ya exagere jajaja

pero es necesario xD