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Desesperada, preocupada y asustada se encontraba Carolina por encontrar una niñera para él bebé. Realmente era difícil encontrar a una chica qué cobrara poco por ello. El sueldo de Carolina era minimo, trabajaba como mesera en una cafetería y debía mantener a un bebé, comprar pañales, leche, pagar la renta y comer. No era fácil pero ella se esforzaba por salir adelanté.

-Oh no Agustín ahora no.-Dijo cuando un olor nada agradable entró por su nariz. El niño se había cargado!

Pronto sacó unos pañales y lo desvistió para limpiarlo.

Sonrió por el lunar que tenia en la parte baja del abdomen igual a su padre.

-Vamos ¿No podías parecerte a mí? No soy tan fea.-Rió.- El es más guapo pero... bueno tu serás guapo como el pero buen niño.

Cuando finalizó de limpiarlo entró con el a la habitación, ya era tarde y no había encontrado una niñera.

(...)

-Sólo debes quedarte tranquilo mientras Mami trabaja.

Lo subió a una carreola, abrocho su cinturón , colgo la pañalera en su brazo derecho y salió de ahí con él.

Llegaron a la cafetería después de media hora caminando. Lo primero que Carolina miro al entrar fue a su jefa algo enojada mirandola de pies a cabeza.

-¿Pero qué te pasa?-Pregunto enojada señalando al bebé

- Es sólo hoy.. el no dará molestias.

- No niños acordamos al contratarte.

-Sólo hoy por favor. Su niñera.. Se fue y juro que mañana ya tendré una nueva.

-Cualquier ruido o lloriqueos que haga te vas y te descuento el día.

Carolina asintió y llevo a Agustín a un lugar donde podria vigilarlo.

Dio un besó a el pequeño dormido y comenzó su trabajo.

Algunas 3 horas y ella se sentía incómoda, sentía que alguien la observaba pero por más que buscaba no veia a nadie «Seguro son los nervios a que Agustín llore» pensó.

Y efectivamente eso pasó. El comenzó a llorar provocando un regaño hacía su madre.

Carolina salió de ahí con su hijo pero antes de cruzar la calle alguien tocó su hombro provocándole estremecerse.

-Carolina..-inmediatamente supo de quien se trataba y giró hacia él.

Tragó saliva-Te dije que no nos buscaras.

-Por favor...vallamos a comer y charlamos.

-Aquí puedes decirme lo que quieres.

-Por favor.. Sólo déjame hablar. Dame unos minutos.

Ella asintió no muy convencida y lo siguió.

Llegaron a un restaurante algo tranquilo y tomaron asiento y ordenaron. Carolina tomó al bebé en brazos.

-Es muy bonito-Dijo el.-Le compre un obsequió.-acerco la caja a ellos.-creo que le gustará.

-No necesita obsequios.

-Déjame hacerlo. Además es mi hijo también.

-¿Tu hijo? Perdona pero es ridículo, absurdo y muy pendejo decir que es tu hijo. El solo es mi hijo yo soy mamá y papá. No quieras venir ahora a decir ser su padre.

Agustín se sintió mal con las palabras de Carolina y provocó que algunas lagrimas brotaran de su rostro.

-Se que estuve muy mal y fui un cobarde..-ella asintió.- Entiendo que me odies pero quiero arreglar todo. Los quiero Carolina los necesito.

-No te odio.

-¿Me quieres?

-Tampoco. Simplemente no puedo odiarte, intente hacerlo pero no soy capaz de tener ese sentimiendo.

-Yo si te quiero, te quiero más que antes y quiero a Agustín también. Me alegra que tenga mi nombre.-Estiró sus brazos para tomar a el niño pero ella no se lo permitió.

El mesero llegó con los platillos.

-Come, te miras muy delgada ¿Estás teniendo una buena alimentación?-Pregunto con preocupación

-No es tu problema.

-Lo es-tomó un poco de aire.-Quiero que ustedes estén bien, que no les falte nada...Caro se que te preocupas mucho por el y no tienes lo suficiente para los dos.

-¿Si no me preocupó yo por el quien lo hará?.-Pregunto ironicamente-. Nadie, yo soy lo único que el tiene y no me importa cómo este yo, sólo me importa su bienestar.

.-Pero si sigues así podrías morir..

.-Suena exagerado.

.-Déjame ayudarlos. Tu no tienes idea de cuanto sufrí por ustedes.

Carolina dio una carcajada y golpeó la mesa provocando la mirada de los demás..- ¡Por dios! Tu no sufriste, tu decidiste dejarme y querias acabar con él. Tu no sabes lo que es sufrir, además cuando te encontré en mi casa no estabas sufriendo.

.-Yo te busque..

.-Ya cállate.-Levanto un poco su voz.- No nos busques Agustín, No regreses!

Después de esto se levantó con el niño, lo subió a la carreola y se fue.

Agustín sólo dejó caer su cabeza en la mesa y se ocultó para llorar. Ella tenía toda la razón para no aceptarlo, todo lo que le había dicho era verdad y lo sabía pero escucharlo salir de su boca se sentía horrible.

Carolina al salir de ahí no pudo contener las lágrimas, también se sentía horrible. No sabía cuál era el verdadero objetivo de Agustín ¿Acostarse con ella? Era lo más probable. Lo conocía perfectamente,el era así.

Durante el día ella se dedicó a buscar una guardería en la cual dejar a Agustín mientras trabajaba. Era un poco más cara pero no había más opciones.

Agustín volvió a su trabajo agotado, triste y desilusionado pero no quería darse por vencido.

Una familia felíz [AGUSLINA]Where stories live. Discover now