Salvada

2.1K 236 9
                                    

Los años y las estaciones transcurrieron de forma lenta, pero eso no importaba. La loba y la niña se veían cuando podían. Clarke sabía que su amiga estaba con ella aunque no fuera capaz de verla. Incluso cuando estaba en la escuela o caminaba por las calles de la ciudad sentía su presencia.

Desgraciadamente comprobó sus suposiciones cuando una noche después de haber dejado a Raven en su casa un grupo de chicos bastante mayores que ella la cortaron el paso.

-¡Mirad que tenemos aquí! -murmuro el más alto de todos- ¿Estás sola pequeña?

Clarke apretó los brazos alrededor de su cintura e intentó retroceder, pero pronto se dio cuenta de que estaba rodeada.

-¡Está muy buena! -exclamó otro.

-Si que lo está y eso que solo tiene catorce años -afirmo su compañero.

-¿La conoces? -preguntó el líder.

-Es la hija del herrero -murmuró- y nos vamos a divertir mucho con ella, seguro que es virgen.

-¡Esto va a ser divertido! -dijo otro y se acercó peligrosamente a ella.

En el momento que el chico la agarró Clarke gritó con todas sur fuerzas llevándose un golpe de uno de sus agresores. La pequeña comenzó a sollozar y los chicos comenzaron a reír.

Como era de esperar ninguno presintió lo que se avecinaba, un aullido surco la noche y un gruñido se oyó muy cerca. Haciendo se caso omiso de los avisos de la noche siguieron con su juego e intentaron desnudar a la joven, quien entre gritos y patadas intentaba defenderse.

La loba como siempre la había seguido, no quería que nada la ocurriera y cuando vio como los chicos la rodeaban y más tarde la golpeaban e intentaban aprovecharse de ella no pudo controlarse. Dejo que la transformación la invadiera y de forma rápida y veloz envistió contra el primer muchacho que encontró mandándolo lejos. El resto asustados por la brusca interrupción de su juego, levantaron la vista de su juguete para encontrarse con la mirada oscurecida de la loba quien dejó salir un ronco gruñido de sus fauces.

Los chicos temerosos huyeron de allí como alma que lleva el diablo y la niña por fin respiró aliviada. La loba se acercó a ella no queriendo asustarla más de lo que ya estaba y se sorprendió gratamente cuando la rubia entrelazó sus pequeños brazos temblorosos alrededor de su cuerpo.

Como pudo consoló a su pequeña amiga y cuando esta se separó sus ojos se encontraron.

-Gracias -susurró acariciando su pelaje- gracias por siempre cuidar de mi.

La loba acarició el rostro de la niña con su hocico para después tirar de su ropa hecha jirones. Clarke entendió la petición silenciosa de su amiga y se levantó del suelo. Caminaron juntas hasta la casa de la chica, que al ver la luz se acercó corriendo a la vez que sus padres preocupados abrieron la puerta.

La ira brilló en los ojos de ambos progenitores cuando Clarke les contó lo ocurrido. Evitó mencionar a la loba en todo momento, pues no quería que sus padres la tomaran por loca.

Desde ese momento los encuentros fueron más frecuentes. Esta vez no se limitaban a mirarse, sino que interactuaban juntas. La loba dejaba que su amiga humana la dibujara en sus cuadernos y que la hablara de sus preocupaciones. Mientras que la rubia acompañaba a la loba en sus paseos por el bosque y descubría lugares maravillosos junto a ella.

...-.-...

TWITTER: @natalia_gutier

Unión (CLEXA AU)Where stories live. Discover now