EL DIARIO DE UNA JOVENCITA DEL SIGLO XIX:

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   Querido diario de Rosemary Gordon:

    Iba haciendo yo el camino a casa después de la jornada en la fábrica cuando me topé con este hallazgo inesperado. Alguien se había dejado olvidada una bonita libreta de cuero verde bajo el viejo arco de piedra del paseo que recorro todos los días a esta misma hora.

    Me avergüenza admitir que no he podido evitar echarle una ojeada, pues soy ávido lector de todo lo que pase por mis humildes manos desde que mi tío me obligaba a aprender a escribir con corrección a base de capirotazos en los nudillos, antes de la desgracia que me dejó por segunda vez en la orfandad. Al constatar que se trataba del diario personal de una señorita quise dejarlo, pero algo me lo impidió. He observado que mi historia se parece en algo a la suya, y ha llamado esto mi atención de manera tan honda que no he podido despegar los ojos del papel hasta que me he dado cuenta de que no restaba nada más. Aunque tampoco hubiese más de una media docena de páginas.

    De alguna manera he de compensar semejante atrevimiento y, por esa razón, dejaré en este mismo lugar mi propio diario. Sin duda regresará usted a por tan preciosa posesión, así que esperaré oculto por aquí para asegurarme de que nadie más que su legítima propietaria se lo lleva. Confío en que sepa usted restituírmelo de igual modo, al quedar la deuda saldada. Es más largo que el suyo, así que tiene permiso para llevarlo a casa. Déjelo después entre los matorrales cerca del arco, y de ese modo no habrá que vigilarlo. Lo recogeré al día siguiente.

Notas halladas en distintos lugares a través de los tiempos.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt