Regina se quedó parada algunos segundos ante ese hombre que no había vuelto a ver desde hacía un año. Qué extraño era volver a ver una parte de tu pasado, como si una película pasase ante tus ojos y no pudiera detenerla. No dejaba de mirarlo de arriba abajo: casi había olvidado sus penetrantes ojos verdes, su barba de unos días, sus cabellos castaños rebeldes, su sonrisa de ángel y sus anchos hombros...sí, casi había olvidado todo eso.
«Pero...¿qué...qué estás haciendo aquí?»
«Pasaba por la zona y...no, de hecho, estoy en Nueva York por negocios unos días. Y...¿cómo pensar en esta ciudad sin pensar en ti?»
«...»
«Regina, sé que puede parecer extraño presentarse así como así...nuestra relación acabó de manera muy brusca y...»
«Robin. Escucha...no sé lo que buscas, pero hoy estoy con alguien y...»
«¿Qué? No, no, no, tú...no es lo que piensas. No tengo la intención de...en fin, ¡no! Yo...Ya sabes, Roland me habla a menudo de ti»
«¿Ah sí?»
«Sí. Me pregunta a menudo por ti y siento mucha vergüenza para decirle la verdad. Prefiero mentirle y decirle que estás bien y que le mandas un beso»
«Robin...»
«Lo sé, soy un cobarde, no es nuevo. La manera en la que hui hace un año no fue de lo más honesta»
«...»
«Bueno, eso...euh...» se masajeó la nuca «Me preguntaba si podíamos partir de cero. Al menos suavizar nuestra situación y ser...¿amigos?»
«¿Amigos?»
«Es razonable, ¿no? No pido nada más. Lo que más lamento de nuestra relación es la manera en la que terminó. Ni tú ni yo merecíamos eso. Hubiéramos podido acabar de buenas maneras y haber mantenido el contacto, aunque fuera por Roland»
«...»
«Me atrevería a esperar...en fin...me gustaría creer que podríamos cambiar eso y llegar a ser amigos»
Regina había esperado esas palabras, todas esas palabras, hacía mucho tiempo. Con lo que ella había aprendido en su relación con Emma, su reacción habría sido diferente y no habría cortado los lazos tan rápido. Le fue difícil no ver más al pequeño Roland por la casa, subiéndose a sus rodillas y reclamando un cuento para dormirse.
Después pensó en Emma y un escalofrío le recorrió la columna: realmente nunca le había hablado de su relación con Robin. Nunca había evocado su pegadiza relación con el pequeño Roland, a quien fue mucho más duro dejar que al mismo Robin.
«¿Regina? ¿Estás bien?»
«Hm, sí, perdón. Es solo que...hace tanto tiempo. Y te apareces aquí, de repente, como si nada hubiera pasado»
«Sé lo que ha pasado. Simplemente me gustaría que avanzáramos. Somos adultos, podemos dar un paso hacia delante»
«Cierto, pero sigues siendo mi ex, y puedes comprender que como tal no tengo muchas ganas de renovar los lazos contigo, mucho menos lazos de amistad»
Entonces él sonrió
«Comprendo. Lo siento...una mala idea, perdón» Entonces retrocedió «Yo...te deseo toda la felicidad del mundo Regina, te lo mereces»
Se dio la vuelta y se alejó sin darse la vuelta. Regina, entonces, sintió cómo un peso se iba de sus hombros, pero sin embargo, su corazón se estrechó a medida que se alejaba. Y sin realmente saber por qué, dio un paso hacia fuera y lo llamó

YOU ARE READING
Yin & Yang
FanfictionTRADUCCIÓN. Del fic francés de Sedgie del mismo título. AU Swanqueen. Regina es madre de una niña de doce años, empresaria de éxito; Emma, madre de un niño de doce años, que se muda a Nueva York para darle una mejor oportunidad a su hijo. ¿Cómo será...