capitulo 27 El alfa

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Riko se sentía más débil de lo que pensaba. Tardaron un poco en llegar hasta el automóvil y en cuanto estuvo en el asiento del copiloto cayó profundamente dormida.

Tatsuya sabia mantener la calma, despues de tener un esposo como Atsushi y una familia tan numerosa en la que las lesiones y accidentes estaban a la orden del día y los clientes del negocio sufrían algún desmayo con frecuencia le habían curtido bien para hacerlo.

Llamó con el manos libres a su hermana explicándole brevemente lo que había pasado y pidiendo que llamara al sensei para que le revisara.

Alexa se escuchaba nerviosa y pedía le llevara directamente a su casa, Tatsuya podía entender a su hermana, cualquier cosa que le pasara a su cuñada devastaría a la rubia.

-¿está bien? ¿¡Seguro que se desmayó!?... ¿respira? ¡Tatsuya!...-

El moreno verifico a su cuñada que tenía la piel un poco caliente, y respiraba agitada.

-eh... está bien... creo...-

Un gruñido se escuchó en el otro lado de la línea y Tatsuya supo que Alexa estaba por salir corriendo a su encuentro.

-¿Dónde están? Iré para allá... -

-llegaré en 5 minutos... nos vemos abajo en el estacionamiento...-

Tatsuya estaba seguro de haber roto como 15 reglas de tránsito para llegar al complejo de departamentos donde vivía su hermana. Entró al estacionamiento subterráneo y Alexa ya estaba ahí, caminando en círculos y casi cavando un hoyo en el suelo.

La rubia corrió hacia ellos y por poco arranca la puerta del copiloto, Riko había despertado y en cuanto la vio se relamió los labios.

-Alex...- gimió suavecito y se abrazó a la rubia, dirigiendo la mano de esta a su pequeña intimidad.

-quiero...- la castaña jadeó y apretó las piernas, se estremeció y buscó los labios de la rubia de manera obscena.

¡No podía ser! Tatsuya miró con sorpresa como su cuñada asaltaba a su hermana de una manera tan erótica que era imposible apartar la vista.

Su cuñada estaba en celo...

Alexa gruñó y correspondió a su esposa, inclinando el asiento hacia atrás, Tatsuya nunca había sido voyerista y no le gustaban los tríos así que lentamente salió del automóvil y optó por subir al departamento de su hermana para buscarles ropa, aquella iba a ser una tarde muy larga.

En su desespero por ser tomada por su pareja Riko había desgarrado la ropa de la rubia y la propia, una vez ambas estuvieron sin tela que les estorbara se habían movido al asiento trasero del auto donde Alexa puso en cuatro a la castaña.

-estas en celo amor...- los pechos de Alexa pegaditos a su espalda y la mano acariciando su coño húmedo volvían loca a Riko.

-follame... te quiero... te quiero adentro... - Riko solía ser más sumisa, esta nueva faceta suya le encantaba a la extranjera.

-primero quiero lamerte preciosa...- Alexa amoldó a Riko con suma facilidad, que fuera pequeña facilitaba la tarea de maravilla.

Acostada sobre su espalda y doblada casi en dos, con los talones a la altura de su rostro Alexa se maravilló por tal belleza.

Riko en celo era tan preciosa, tan sensible, estaba tan húmeda, olía tan maravilloso, esta sería la primera vez que reclamaría a su Riko en todos los sentidos... y estaba tan feliz.

Se inclinó hacia enfrente y besó la carne suave de los muslos, dio mordisquitos y lamidas y con hambre chupó el capullo rosa.

Riko arañó el asiento arruinando la tapicería del vehículo, su zorrita chilló desesperada y cuando Alexa estímulo lo suficiente el coñito y supo que estaba preparada se posicionó entre sus piernas, su falo estaba caliente, duro e increíblemente lleno, el olor del celo sobre estimulaba su cuerpo.

El tigre, mi alfa.Where stories live. Discover now