4.

1.8K 113 0
                                    

—¡Luca! -escucho como alguien grita mi nombre, pero no le doy importancia y sigo caminando- ¡Luca!


Doy media vuelta buscando a la persona que me ha llamado, pero hay tanta gente a mi alrededor que me es casi imposible encontrar al responsable. Paso mis ojos por todo el lugar hasta que reconozco a una chica que eleva los brazos y me hace señas con sus manos. Noah, la dulzura encarnada. Mi vieja mejor amiga de la preparatoria. La mejor y más dulce chica que he conocido en todo lo que va de mi vida.

Noah era capaz de hacerte amarla con tan sólo pasar unos minutos a su lado. Nunca he llegado a comprender como ella y yo pudimos llegar a ser mejores amigas. Somos tan diferentes, que es una locura que siquiera nos hablemos.

Paso empujando a algunas personas para llegar hasta donde está mi amiga. Ella hace lo mismo y a los segundos nos encontramos. Noah se abalanza encima de mí dándome una gran abrazo, un abrazo que casi me hace caer al suelo.

—¿Cómo has estado? - grito por encima de la música.

—¡Bien! ¿Tú que me cuentas? - le grite de vuelta acercándome a su oído.

—¡¿Qué?! - la jale del brazo para salir de aquel lugar asfixiante en el que nos encontrábamos.

Avanzamos hasta lograr salir de aquella casa - que no tenía idea de quien era - salimos a la calle y por fin pude escuchar un poco más que no fuera Lean on de Major Lazer, incluyendo la voz de Noah.

—Ahora si - menciono, haciendo referencia a que ahora podríamos escucharnos - ¿cómo va tu vida?

—Conoces mi vida, no ha cambiado nada teñida - Noah sabía de los problemas que tenía con mi madre, sabía casi todo de mí. Y hasta ahora nada había cambiado - Mejor cuéntame tú, ¿Qué tal la vida de universitaria?

—¡Es grandioso! - respondió emocionada - hay mucha tarea y profesores muy malos pero me encanta la universidad Luca.

—Me alegro mucho por ti - sobe su brazo y sonreí sincera.

—Además - vi como su sonrisa crecía y sus mejillas tomaban un ligero tono rojizo - ¡Tengo novio!

—¡¿Qué?! - grite con voz emocionada y a la vez sorprendida.

Noah nunca había tenido novio antes, la mayoría de los chicos en la preparatoria eran unos idiotas y ella era demasiado linda y tierna como para que a alguien pudiera atreverse a hacerle daño. Eran idiotas pero no sobrepasaban el límite Noah.

—¡Sí! - dio pequeños brincos en su lugar - se llama Fletcher, compartimos una clases y es tan... - dejo la oración a la mitad pues dejo salir un grito bastante agudo de su garganta.

—Tengo que conocerlo - levante mis manos.

—¡Sí! - grito otra vez emocionada - ¡tienes que conocerlo! Estoy segura de que se caerán bien - aseguro ella.

Regresamos a la casa y sorprendente e increíblemente se encontraba mucho más lleno que antes. Noah me dijo que quería una bebida, me ofrecí a acompañarla y caminamos hasta llegar a ella. Un chico que iba saliendo casi nos tiraba al piso junto con él pues estaba tan borracho que apenas podía caminar.

—¡Pide lo que quieras! - le grite - ¡estaré aquí!

—¡Está bien! - caminó hasta la barra y yo aproveche ese momento para sacar el pequeño sobre del bolsillo de mi pantalón. Inhale rápidamente - ¡Luca!

La teñida me miro con una cara de incredulidad y desaprobación, sé que para ella las drogas son un tema de debate pues esta en total y absoluto desacuerdo. Temí que este fuera el final de nuestra amistad cuando la observe negar con la cabeza y dar media vuelta, decidida a irse, pensé.

—¡Noah! - grite caminando rápidamente detrás de ella, en un momento llegue a sentir que corría pues ella avanzaba con mucha rapidez y se movía con audacia entre las personas.

Me detuve un momento en el centro de la casa, casi a lado de las escaleras. La había perdido de vista hace un momento cuando un estúpido se atravesó en mi camino y me empujó logrando descoordinarme. Pase la vista por toda la habitación y finalmente la visualice su cabello casi amarillo, estaba a unos pasos de la puerta de entrada principal.

Corrí para lograr alcanzarla pero cuando llegue hasta la puerta ella acababa de salir.

—Noah - pronuncie su nombre a la vez que tomaba su brazo para detenerla. Ella se detuvo pero se zafó rápido de mi agarre.

—¿Qué? - dijo aún sin mirarme.

—Lo que viste allá adentro - hice señas con mis manos y apunte a la casa - no fue...

—Lo que parecía - completo mi frase, pero lo hizo sonar como una pregunta y afirmación a la vez. La vi sacudir la cabeza varias veces antes de continuar - Luca se perfectamente bien lo que vi allá adentro. Eras tú inhalando una maldita mierda que te matará.

—No me matara - baje la mirada al piso sin saber que más decir.

—¡Eso es lo que tú crees! - grito - ¿Sabes? Cuando te vi hace rato, vi algo diferente en ti pero me convencí al instante de que no era nada y que tú seguías siendo la misma de siempre - hablo mirándome directamente a los ojos, dejo escapar un largo suspiro - ahora veo que me equivocaba.

—Noah, en serio no es lo que parece. Esto no es algo que haga todos los días o todo el tiempo - justifique, tratando de lograr que me creyera.

—Te vi inhalar. Lo hacías con urgencia y estabas demasiado ansiosa desde que te vi - rodó los ojos y se meció sobre su eje - Te estas haciendo daños - su enojo había pasado, noté.

—Estoy bien.

—Sabes que me importas mucho, eres mi mejor amiga y aunque estas consciente de mi opinión sobre esas mierdas - señalo mi bolsillo del pantalón - No me meteré en esto, estás enterada de todos las consecuencias que esas cosas te traerán y si aún así no te importa consumirlas. Toma tus propias decisiones, pero yo no apoyo esto.

—Te juro que no tendrán consecuencias en mí.

—No jures algo que no cumplirás - pronunció casi inaudible.

DaughterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora