Capítulo 10

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Capítulo 10

James permaneció viendo el teléfono por unos minutos, confundido. Todo había terminado. No habrían pistas de patinaje ni más películas para dormir. Tampoco desayuno por las mañanas ni mucho menos la risa de Elizabeth. La imagen de ella, llena de pintura seguía ahí. Quizá fuera su único recuerdo, aunque la escena no fuera real.
Sonaba el teléfono, lo tomó sin interés. "Finn, quizá necesita algo" pensó al contestar.
- Ha salido a comprar algo, así que no tengo mucho tiempo. Explícame qué pasó y te puedo ayudar- la voz acelerada de Florence era apenas comprensible- claro, si me convences y me dices la verdad, te ayudo.
- La tipa con la que me vieron- suspiró- teníamos algo, pero nunca fue mi novia ni nada por el estilo. Quise romper lazos con ella, por Elizabeth- sonreía levemente- no quería traer mi pasado oscuro a ella, que es luz- suspiró- no lo tomó bien y de alguna forma se enteró de que era Elizabeth
- Hay millones de Elizabeth- la voz inquebrantable de Florence lo cuestionaba- ¿cómo supo que era ella cuando nos vio?
- Porque supo que era Elizabeth Ferguson, y de ese apellido no hay millones en esta ciudad- sonaba irritado- llegué a mi oficina y me preguntó sobre Elizabeth, usando su apellido. Alguien le dijo sobre la cena. Negué todo, pero Karen no es tonta.
- La perra tiene nombre, Karen- decía Florence- ¿qué hacías fuera del edificio?
- Iba a llamar a Elizabeth para decirle que la veía en Central Park. Tenía tiempo libre y quería hablar con ella
- ¿Cómo llegó la zorra a ti?- no se le escapaba ningún detalle.
- Iba en el ascensor y la encontré por casualidad. Me pidió hablar conmigo y acepté, creyendo que había aceptado lo que le había pedido y que no tendríamos nada que ver el uno con el otro, pero vio e Elizabeth- supiraba- no sé cómo, pero la vio y me besó.
- ¿Por qué no te quitaste? Eres hombre y por lo que he esuchado, te ejercitas. Tienes la fuerza suficiente como para alejar a alguien de ti, más si te está besando.
- Lo sé, lo hice ¿acaso no viste?- se sentía abrumado- pero reaccioné demasiado tarde
- Así es, querido Jërome- canturreó y rió- bueno, tienes mi ayuda.
- No me vuelvas a llamar así- pidió de la manera más amable que pudo y continuó- ¿lo dices en serio?
- ¿Crees que me gusta ver a mi mejor amiga amargada y diciendo maldiciones?- su tono de voz se había elevado- estaba radiante contigo. ¿Qué tienes en mente?
- Verla y explicarle todo
- No vas a ser fácil que te escuche- y él asentía.
- Lo sé
- ¿Cómo lo sabes?- fruncía el entrecejo al otro lado de la línea- ¿quién te ha dado este número?
- Su padre, lo llamé
- Vaya- dijo sorprendida- ¿qué excusa le has dado?
- Ninguna, le dije la verdad.
- Me alegro- miraba alrededor, pensando- ¿en dónde querías verla hoy?
- Central Park
- Debes estar hecho un desastre, así que te recomiendo una ducha. La llevaré a Central Park. Nos vemos en 45 minutos.
- Pero todo está cerrado, no hay nada- dijo él
- ¿Confías en mí?
- Sí- la verdad es que no estaba seguro, pero no le quedaba otra opción- nos vemos ahí- y colgó.

Florence sabía lo que hacía, estaba segura. ¿Lo estaba? Miró su celular en busca de ayuda. Algo podría funcionar, podría llamar a su amigo Mike y hacer que tuvieran música, lo único que faltaba era la comida y algo para que la cita fuera decente. Decidió llamarlo.
- Piensa en algo original para esta noche, su cita será ahí. Usa algo de creatividad, si es que Wall Street te ha dejado algo y utilizala esta noche.- y colgó de golpe.
Sacó algo para Elizabeth, ya pensaría en alguna excusa para que aceptara ir. Alguna mentirilla blanca.
- He llegado- dijo y daba un portazo- ¿en dónde estás?
- Acá- gritó desde su recámara- vamos a salir
- No estoy de humor- negó con la cabeza- quiero cenar y acostarme.
- Vamos, será divertido.
- ¿A dónde iremos?- tenía el ceño fruncido- van a ser las diez.
- Es algo que salió de repente, me han llamado para una clase de show, no lo sé. Vamos- sonreía amplio, animándola- deja lo que estás haciendo y comemos algo allá.
- No me has dicho en dónde es- se cruzaba de brazos
- Central Park- dijo animada, esperando que no pusiera más excusas para no ir- dicen que es algo que hacen muy pocas veces, de hecho, nunca. Primera vez- y era verdad. James era el que "festejaba".
- Vale- dijo sin más- me ducharé y nos vamos- entraba sin ganas al baño- no tardo.
Florence corrió a la sala y llamó a todos sus contactos. Mike llevaría la música "algo no tan pesado, es una reconciliación" había pedido y habían aceptado. Tenía miedo de llamar a James y que este se irritara o peor aún, que Elizabeth la descubriera, así que rezó por que tuviera algo de creatividad en su sistema. Buscó en internet lugares abiertos –restaurantes, cines...algo- y habían las tres cosas, pero no tan elegantes como James lo quisiera. "Lo siento, Jërome" dijo entre una sonrisa. Ya estaba listo, había hecho su buena acción del día.
Se cambió rápido de ropa y volvía a la sala. Elizabeth se vestía. Al verla, Florence entró en pánico. Tenía mala cara y no se había arreglado para nada. Ni una gota de maquillaje, ni siquiera rubor.
- Ellie, tomaré fotos y no quiero que parezca que estás en un velorio- dijo en tono de broma- vamos, maquíllate un poco- y Elizabeth entraba de nuevo a la recámara para ponerse algo de rubor y mascara- déjame ayudarte- se puso de pie del sofá y fue al rescate.
No sabía cómo sorprenderla. Su creatividad estaba en el día... junto con los botecitos y el pequeño carrusel y juegos. Nada de noche.
Llamó a una florería y pidió rosas. Había perdido la cuenta, pero también estaba haciendo un pedido especial. Era algo creativo, ¿no?
Salió de su departamento seguro, confiado y ahuyentando a los nervios.

F L A W S /IMPERFECTOS Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt