capítulo 28: intriga

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NARRA Marcos

Estábamos en el centro comercial; literalmente ya habíamos probado cada puesto de comidas de allí y llevamos dos horas a la espera de noticias de nuestros padres que parecía nunca llegar, lo que nos estaba comenzando a desesperar bastante. Debido a nuestra falta de discreción tuvimos que explicarle a Emily la situación, por suerte solo nos dijo que eramos unos exagerados y simplemente dijo que nos calmáramos, así que estuvo todo el rato tratando de distraernos.

Después de como tres horas de que estábamos allí, en medio de una charla de no se que, oí el sonido de un vidrio a punto de romperse a varios metros de allí. Cuando observe a mis hermanos note que ellos también lo habían oído, así que sin decir nada nos pusimos de pie y corrimos a toda velocidad hasta el lugar de donde provenía el sonido, al instante notamos que era un vidrio del segundo piso que se había roto y dos chicas estaban cayendo, rápidamente mi hermano y yo nos colocamos donde caerían, atrapándolas al vuelo.
-¿Están bien?- inquirió mi hermana acercándose a nosotros las dos chicas asintieron, no aparentaban tener más de 17 años, ambas eran muy parecidas cabello rubio y ojos miel, su piel era blanca como la nieve- pueden bajarlas ya- nos regaño Serena, así que Tony y yo las bajamos, aunque en mi defensa no me había dado cuenta que aun la tenía en brazos.
-Lo siento- nos disculpamos con mi hermano.
-No se preocupen, gracias por salvarnos- dijo la chica que había salvado Anthony.
-No hay porque, fue un placer- le respondí.
-Riveras...- dijo la melodiosa voz de nuestra querida amiga- Que sea la última vez que me dejan así...- nos regaño, algo molesta
-Em, cálmate...- pidió mi hermana.
-¿Quienes son ellas?- inquirió la pequeña sin cambiar el tono, mis hermanos y yo nos dimos una mirada entre nosotros y luego a las chicas, antes de que pudiéramos contestar las chicas se presentaron.
-Soy Lisa y ella es mi hermana gemela Luna- las presento la chica que yo había salvado, la única diferencia entre las dos era que Lisa era unos centímetros más pequeña que su hermana a demás de tener algunas pecas en sus mejillas y nariz.
-Aja...- dijo Emily notoriamente molesto- Serena dejaste tu teléfono su madre les mando un mensaje- informo entregándole el teléfono a mi hermana.
-¿Hay noticias?- pregunto mi hermano con interés.
-Solo dice que aun no llegaron a una decisión, pero que no cree que acabemos el año- contó, mire a Emily no parecía nada contenta.
-Podemos irnos- pidió neutral.
-Claro, vamos- dijo mi hermana- vallamos por nuestras cosas- sentenció dándonos una mala mirada a mi hermano y a mi.
-Suerte chicas, tengan más cuidado- les dije mientras arrastraba a mi hermano para seguir a Serena antes de que haga alguna de las suyas y Em se enoje mucho más.

Cuando llegamos con mi hermana y la pequeña ellas ya estaban listas, así que tomamos nuestras chaquetas y salimos, para sorpresa de todos Emily se subió a la moto de Serena pidiendo que la lleváramos a su casa.

Cuando llegamos ella se bajo y entro lo más rápido que pudo, nosotros nos miramos pero no dijimos nada, simplemente nos fuimos, en casa espere un sermón por parte de mi hermana que nunca llego. Ella simplemente se encerró en su habitación sin decir nada.
-¿Estará bien?- pregunte a mi hermano.
-No lo sé, pero será mejor que la dejemos sola- sentenció él y yo asentí no muy convencido- Mark tranquilo, solo esta asustada.
-Lo se, pero no puedo evitar preocuparme por ella- mi hermano asintió de acuerdo.
-Vamos a verla- propuso él y yo asentí siguiéndolo. Cuando llegamos y entramos la encontramos dormida sobre su cama, vi a mi hermano, él no deseaba entrar pero yo si lo hice tome a mi hermana en brazo le quite sus zapatos y la metí en la cama tapándola, para luego salir de la habitación junto a mi hermano.
-Tenemos que hacer algo- le insistí, cuando llegamos a la sala.
-No podemos, ¿Qué quieres hacer? ¿Enfrentarlos?- inquirió tranquilo mientras se sentaba en el sofá.
-No lo , pero algo tenemos que hacer, no podemos quedarnos de brazos cruzados- seguí hablando.
-Es justo lo que tenemos que hacer- yo lo mire furioso, no me entraba en la cabeza como podía estar tan tranquilo o al menos tan seguro de que lo mejor era no hacer nada- si los enfrentamos será peor... por favor Mark hazme caso, por esta vez es mejor no hacer nada.
-¿Cómo puedes saberlo?- inquirí aún enojado.
-Sólo lo se, Ve a descansar mañana tenemos que ir a la escuela- dijo sin expresión alguna, decidí que era mejor no discutir, así que simplemente camine hasta mi habitación, recostándome en la cama tratando de conciliar el sueño.

Los Hijos Del TratadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora