Capítulo V

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Suspiró del cansancio cuando al fin pudo recostarse en la cama, Dios, estaba cansadísimo. La tarde había sido increíble junto a JongHyun, KiBum y Lilly. Habían decidido ir al zoológico y almorzar en un parque familiar y luego pasado por el aeropuerto a dejar a JongIn que se había ido a un viaje de una semana a Japón con un comandante, y ahora su hija estaba en casa de sus padres para tener él un fin de semana de descanso.

La pequeña le quitaba las energías, entre la Universidad, su trabajo de medio tiempo y criar a Lilly, se sentía casi de treinta y no a punto de cumplir veintitrés años. Pero no cambiaba su vida, ni nada lo que había tenido que vivir; era feliz de una manera que no se explicó que sería posible, pero lo era. Su hija era saludable, tenía buenas calificaciones en la universidad, sus padres lo ayudaban cada vez que se los pedía y en general, todo parecía tranquilo.

Estaba lentamente conciliando el sueño, cuando oyó el timbre. Eran casi las once de la noche, ¿Quién podría estar buscándole tan tarde? El timbre sonó otra vez. A regañadientes se levantó justo cuando su teléfono celular comenzaba a sonar, era KiBum.

- Hey hyung, qu...

- No ab... la pu-puerta

- ¿Eh? Espera, ¿Estás manejando? No te oigo bien – le dijo yendo hacia la sala.

- Ta... n-no...erta

- ¡¿Cómo?! ¿Aló?

Quitó el cerrojo cuando el timbre sonó una tercera vez y luego abrió la puerta, quedándose congelado cuando vio a quien estaba del otro lado.

- ¡TaeMin! ¡No abras la puerta!

Ahora se oía claramente lo que KiBum trataba de decirle pero, para su mala suerte, era demasiado tarde. Su corazón pareció detenerse por un latido que le quitó un aliento cuando MinHo avanzó sin siquiera ser invitado.

- ¿Está ahí, cierto? – preguntó KiBum – MinHo está ahí

- Corta el teléfono TaeMin

- Hy-hyung, t-te llamaré más tarde

- ¡Voy en camino!

- Dile que si viene, las cosas irán mal para él – le dijo MinHo sabiendo con quién era que charlaba por el celular – y no estoy bromeando...

- Hyung...

- Le oí – suspiró el rubio – Si necesitas algo, llámame, no estás solo, no lo olvides

- Estaré bien, adiós...

TaeMin terminó la llamada y dejó el teléfono sobre el mesón de la cocina estilo americana. MinHo estaba a unos metros, ambas manos en los bolsillos de su pantalón, mirándole como si tuviese él, que decir algo primero.

- ¿Cómo, cómo obtuviste mi dirección? – le preguntó.

- KiBum no me la dio y JongHyun estaba amenazado en tampoco hacerlo, no fue fácil obtenerla... así que era cierto que te habías mudado, ¿Vives con él?

- ¿Qué? No entiendo qué quieres decir

- ¡Te vi maldita sea! ¡Te vi, con él!

A pesar de lo enojado que MinHo sonaba, TaeMin estaba confundido, ¿Cómo es que MinHo le había encontrado?

- ¿Qué haces aquí MinHo? Te dije que no quería volver a verte nunca más...

[ Casualidad ]Where stories live. Discover now