Capítulo XIV

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   La luz del sol me dio de lleno en la cara, frunci el ceño mientras abría los ojos, parpadeando un par de veces para acostumbrar mis ojos a la luz, una vez estado completamente despierta solté un suspiro, iba a girarme para ver a Carl durmiendo en mi cama, pero al girarme lo encontré justo a mi lado, dormido y abrazandome por la cintura, como siempre cuando dormía, no llevaba su vendaje.

Maldeci en un murmullo ¿En qué momento se pasó de cama y yo no me di cuenta? Quizá estaba muy cansada, ya que desde el Apocalipsis me despierto muy fácil, estando siempre alerta, además, Carl choca con todo siempre, más ahora que le falta un ojo, debió hacerlo con sumo cuidado. Lo miré mientras dormía, su respiración tranquila, unos cuantos cabellos cayendo sobre su rostro, sin preocupación alguna, las ganas de besarlo me inundaron, se supone que estoy molesta con él, pero si lo beso ahora no se dará cuenta, es decir, está dormido. Puse mi mano con cuidado en su mejilla, me acerqué más a él y choque mis labios contra los suyos, pero me arrepentí al instante, ahora quería seguir besándolo, usando toda mi fuerza de voluntad me aparté y me levanté de la cama antes de que la molestia que sentía con él desapareciera, me pareció muy tierno que sabiendo que estoy "enojada" con él decidiera cambiarse de cama sólo para dormir conmigo, pero no, él debe aprender la lección, si pasa tanto tiempo con Enid ¿Porqué no pasar yo tiempo con alguien más? La cosa es con quién, ya no hay chicos en éste lugar... ¡Zack! Me había olvidado de él, tomé mi ropa y corrí al baño de la planta alta, me di una ducha, cepille mi cabello y mis dientes y bajé, salí de la casa antes de que Carl despertara, luego caminé tranquilamente a la casa de Zack, llegué y toqué la puerta, Zack apareció al otro lado, vistiendo unos pantalones de franela que le caían sensualmente por la cintura y nada más, su cabello estaba despeinado y se veía adormilado, se despertó más cuando me vio.

— Oh, lo siento, es muy temprano, debí venir más tarde —maldición, que cuerpo, luchaba conmigo misma por mantener mi vista en sus ojos y no en su abdomen.

— ______, Hola, no te preocupes, igual mi hermano ya me había despertado con sus gritos.

— Te entiendo, Judith es igual, en fin, me preguntaba si, bueno, ayer me dijiste que si podías salir y quería saber si te gustaría ir hoy afuera conmigo.

— Seguro, déjame tomar una ducha ¿Quieres pasar? Aunque no creo que la hija del líder tenga prohibido entrar a alguna casa —dijo riendo, me iba a negar pero cuando iba a hablar pude ver a Carl saliendo de mi casa mientras miraba hacia los lados, buscando a alguien, supuse que esa sería yo, así que sin siquiera responder entré a la casa.— Dame 10 minutos —dijo Zack mientras subía corriendo las escaleras, lo escuché tropezar en los últimos escalones y luego maldecir, reí y me senté en el sofá, Karen apareció por la puerta de la cocina, cargando a Alex.

— ¡_____, Hola! —se acercó a mí y besó mi mejilla, luego se sentó en el mismo sofá que yo— No me cansaré de agradecerte por dejarnos entrar. —dijo moviendo sus piernas con Alex en sus regasos, eso que las personas siempre hacen cuando cargan a un bebé para que éste sienta que se está moviendo cuando en realidad está sentado.

— No fue nada, el sueño de la antigua líder era que ésta comunidad creciera, eso estamos haciendo.

— ¿Qué pasó con ella? —preguntó mirándome con atención.

— Pues, hubieron varios sucesos, un caminante la mordió y ya no había nada que hacer —Karen soltó un "Oh" y luego bajó la mirada.— Pero está bien, estamos cumpliendo su sueño.

Después de unos minutos de charla con Karen, Zack bajó, llevaba un pantalón azul con una camisa blanca y una chaqueta negra por encima.

— ¿Y a dónde van? —preguntó Karen cuando me puse de pié y Zack se despidió de ella.

Sobreviviendo Juntos {+16} [Carl Grimes y tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora