¿Qué hora es?

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- Maldita sea...

Rayos, mi primer palabra del día no ha sido buena.

Me estiro entre las sabanas buscando mi celular que vibra y suena, al final me levanto de la cama y tomo los dos extremos de la delgada sabana y tiro hacia mi, mi celular sale disparado a la pared y se atora entre la cabecera y la pared, silencio por fin.

Me vuelvo a acurrucar en mi cama y me duermo, en sueños escucho una voz.

-¡Hey! Se hace tarde.

Me tapo la cabeza con la almohada, casi estoy despierta cuando el despertador vuelve a sonar y a vibrar ahora justo en mi cabeza pero detrás de la cabecera, me levanto, en algún momento de mi vida me despertaré de buenas, pero hoy no.

Me miro en el espejo del baño mientras el vapor de la ducha se acumula y mi reflejo me da una lista de cosas por hacer hoy mientras las dibujo con el dedo, me recuerdo no desperdiciar agua así que entro y me ducho, me siento mejor.

Salgo a toda prisa y tomo tres manzanas del frutero sobre la mesa y mi mochila que está junto a la puerta justo donde la puse el día anterior, soy estudiante de primeros auxilios al inicio creí que sería lo más emocionante del mundo pero me resulta tediosa la teoría aún que se que es necesaria, el curso está por terminar y me tiene agotada pero en mis clases soy la mejor, no hablo con nadie a menos que sea absolutamente necesario, los profesores en verdad me aprecian y mis compañeros me consideran extraña.

A veces yo lo creo también pero me la llevo mejor así, así tengo control sobre todo y eso me gusta, nunca me he sentido solitaria o triste, en realidad tampoco me emociono seguido, es complicado por que tengo mi rutina exacta como me gusta, nada cambia.

Después de presentar mi ultimo examen de este semestre me dispongo a salir cuando me detiene la voz de un profesor.

-Clara, ven un segundo.

Entro de nuevo al salón y me percato de que mis compañeros me miran.

-Diga

-Tus compañeros quieren organizar una expedición por el campo y quieren que vayas.

-Muchas gracias. - Digo intentando ser amable.- Pero no me interesa.

Salgo del salón y me voy directa a la cafetería, entro a los baños de maestras por que siempre están mas limpios y miro mi reflejo.

-Un día tendrás que salir con alguien.- Mi voz interior se exterioriza

-No será hoy.- Me respondo secando mis manos con una toalla desechable.

Salgo y emprendo el camino a casa, estará vacía como siempre, me dispongo a navegar un rato por Internet, a perder el tiempo o leer un poco cuando la luz se va, oigo gritos en las casas vecinas pero no me espanta la oscuridad, enciendo una vela y me voy a baño, coloco la vela cerca del espejo y eso me da más luz, comienzo a leer cuando veo algo escrito en el espejo con los dedos, es mi lista de cosas por hacer.

Correr a la escuela

Hacer el examen

Desayunar

Salir al campo

Junto las cejas al leer lo ultimo, ¿salir al campo? yo no escribí eso, no quiero salir al campo con los chicos de mi clase, la luz se enciende y mi reflejo aún extrañado sigue repitiendo esa frase, salir al campo, es absurdo esta mañana ni siquiera sabía que querían ir.

¿Realmente Sola?Where stories live. Discover now