Único en su clase (TOKYO GHOUL) {AYATO KIRISHIMA X TÚ}

Locura

Maratón 2/3

Muerte.

Mi madre había sido torturada desde pequeña, y eso la incitó a hacer todo lo posible, incluso matar si era necesario, por ver el mundo exterior, el que la habían privado. 

'Leiko, luego, conseguí escapar de ese centro infernal y conseguí entrar en una organización ghoul, no como Anteiku, sino algo así como Aogiri. Les tenía tanto rencor a los humanos que mis deseos de venganza eran lo único que llenaba mi corazón. Pero, un día, logré darme cuenta de que me había equivocado. Y ese día, fue cuando conocí a tu padre.'  Entonces, ahora ante mis ojos hay una mujer con una máscara de gato, que mira a una madre llorando sobre el cadáver de su hijo. La expresión de la madre causaba tanta tristeza y desesperación que seguramente podría ablandar el mismísimo corazón del diablo. Gritaba, lloraba, maldecía al ghoul que le había arrebatado lo más preciado que tenía en este mundo. Entonces, un hombre con máscara de cuervo fue hacia mi madre, la cogió en brazos, y se fue corriendo de allí. 

La imagen terminó, y pude entender que mi madre empezó a darse cuenta de que estaba equivocada sobre los humanos en ese preciso instante. 

Suicidio.

De vuelta a la realidad, Yamori alzaba sus pinzas victoriosas, y al retirarse de donde estaba, pude ver a una mujer y a un hombre atados y pataleando. 

"Tú eliges" no sé por qué, pero todo parecía surreal. Era como si fuese un mal sueño, una pesadilla. "Si mueren es tu culpa, todo tu culpa" 

Es ahí cuando me di cuenta de que era la pareja que salvé del gourmet, y eso me hizo despertarme de sopetón.  Después de mis esfuerzos por ayudarles igualmente iban a morir. Todos mis esfuerzos siempre son en vano. 

Asesinato.

Estoy harta de este desdichado mundo. No puedo más. ¿Por qué es todo tan difícil? ¿Por qué los ghouls y los humanos se llevan tan mal? Los humanos son crueles, los ghouls son monstruos. ¿No hay nadie que pueda remediar el sufrimiento?¿No se puede vivir en paz? Touka también, toda mi vida he estado rodeada de gente que no puede pensar racionalmente, que no saben nada pero se creen que lo saben todo, que solo se fija en un punto de vista. Estoy harta. 

Odio este mundo.

Lo odio.

Lo odio.

Les odio.

Masacrar.

Quemar.

Aniquilar.

Homicidio.

Crimen.

Eliminación. 

Destrucción.

Erradicación.

Agonía.

Fin.

Lo siguiente que veo es a dos cadáveres, el hombre y la mujer. Entonces vienen a mi los gritos, los alaridos, las risas de Jason, todo me viene de golpe y mi mente no puede asimilarlo. Lloro, y entonces noto que algo me seca las lágrimas y alguien me limpia los pies de la sangre que ha sido acumulada en ellos. 

"Yo... le quería" digo, sin fijarme en la persona. "Yo amaba a Ayato Akiyama. Pero... odio a... Ayato Kirishima" 

Ayato P.O.V.

Yamori me encargó limpiarle los pies a Leiko, ya que los otros dos que se encargaban del trabajo han sido aniquilados. 

Estaba inconsciente, lo que facilitaría el trabajo. Cuando empecé a limpiarle los pies, una especie de líquido se cayó a las palmas de mis manos. Eran sus lágrimas. Las sequé, tenía un aspecto deplorable. La raíz de su pelo se había vuelto blanca, y tenía sangre por todas partes. 

"Yo... le quería. Yo amaba a Ayato Akiyama. Pero...odio a... Ayato Kirishima" eso fue lo último que dijo antes de caer inconsciente de nuevo, y no sé por qué, me dolió. Todo esto era mi culpa. Tenía ganas de liberarla y sacarla de aquí, para que siguiese siendo la misma chica revoltosa y alegre de siempre. Pero no iba a ser así. Ya era demasiado tarde.

Lo único que podía hacer por ahora era no darle su dosis de reguladores de RC, para ver si por su cuenta podía hacer algo. Si yo la ayudaba, me convertiría en un traidor. 

"¿Ya has terminado con mi juguete?" escuché la voz de Yamori hablándome, y yo asentí. "¿Le has dado su dosis?" me giré y asentí, para después retirarme de ahí. 

Lo que pasase de ahora en adelante, yo no tenía nada que ver.