Más que deseo (BTS RM)

Capítulo 04

SUN MI

Me desperté cuando alguién me palmeó en la mejilla.

—Sun Mi... —dijo Nam Joon despertándome.

—¿Qué? —dije y me tapé con el edredón. Quiero seguir durmiendo, estoy cansada y quiero quedarme tumbada en la cama todo el día. Aparte me está doliendo el vientre.

—Ya es de día... ¿no quieres volver a tu casa aún? —preguntó y quitó el edredón de mi cara.

—¡Aish! Cinco minutos Nam Joon... ¿por fa? —dije y me giré a él.

—Cinco minutos... ¿vale? —dije haciendo ojitos de cachorrito y cerré los ojos de nuevo. Él me pellizco en la nariz.

—Vale... A las diez y treintaicinco deberías estar despierta —dijo y abrí los ojos.

—Diez... ¿Diez y treintaicinco? ¡Omo! —dije levantándome y envolviendo el edredón por mi cuerpo. Escuché como se rió.

—¡No reías! —dije y recogí mi ropa.

—Sun Mi...

—¿Qué quieres? ¡Ya me voy a vestir! —dije y me giré a él. Vi la sangre en la sabana y él estaba mirándolo.

—¿Hoy tienes?

—No lo sabía... lo siento... —contesté. Se levantó de la cama y se puso unos shorts.

—No pasa nada... —dijo y me empujó hacia el baño—. Espera ahí un momento... ¿tengo que ir a comprarte compresa? —dijo y se rió. Asentí y él me sonrió.

—Vale —contestó y cerró la puerta del baño.

Me quedé sentada en el baño esperando a que llegue Nam Joon para darme la compresa.

He estado pensando que menos mal que nada de lo que hacemos da su fruto. ¿Pero seguiremos así siempre?

—Sun Mi-ah... —escuché que tocó la puerta. Me levanté y abrí la puerta un poco. Él me dio el paquete de compresa sin mirarme.

—Gracias —dije antes de cerrar la puerta.

Cuando salí del baño Nam Joon ya no estaba en la habitación, así que salí y le vi en la cocina.

—Siento haber machado la sabana... No sabía que me vendría hoy —dije y él se giró y me sonrió.

—No pasa nada, lo le llevaré a la lavandería y ya esta —contestó y se acercó a la mesa. Dejó los huevos y las salchichas que ha cocinado en la mesa.

—Come. Tenemos una reunión hoy así que te llevaré  a vuestra casa —dijo y nos sentamos en la mesa. Comí lo que él había preparado y cuando acabamos me ofrecí para lavar los platos.

—Déjame aquí, puede que... puede que mi padre esté en casa y te vea... —dije para que se detuviera en una esquina cerca de la casa. Él miró fuera antes de mirarme.

—Hmm... vale —dijo antes de bajar y abrirme la puerta. Ahora me siento como si fuera su novia pero en realidad no.

—Gracias, Nam Joon.

—Sun Mi, no te preocupes —contestó con una sonrisa antes de ir a la puerta del piloto.

—Nos vemos a clase... ¿el lunes? —dijo y asentí—. Adiós Sun Mi.

—Adiós —respondí antes de entrar a su coche y arrancar el motor.

Mi móvil sonó mientras veía como su coche se alejaba. Recibí un mensaje de la persona que menos espero que me mande un mensaje.