Capítulo II

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Marinette estaba sobre la Torre Eiffel, admirando el paisaje y pensando. Su traje había cambiado ligeramente, los hombros, manos, pies y pantorrillas ahora eran negros. Sus listones eran aún más largos que antes.

-Tu yoyo también tiene cambios Marinette- oyó a Tikki desde su cabeza.

-¿Por qué ahora te puedo oír en mi mente?- calmadamente reflexiono en voz alta.

-Porque ahora somos más unidas- dijo feliz la kwami.

<<Agarra tu yoyo y dale un cuarto de vuelta como si abrieras un frasco>> continuo a su amiga.

Hizo lo que se le fue indicado y su yoyo se dividió en dos mostrando una barra como la de Chat Noir que brillaba en color rosa.

-¿Cuánto se estira?- pregunto con curiosidad.

-Tanto como tu imaginación lo quiera-respondió divertida la pequeña, sabiendo lo que iba a pasar.

La chica imito uno de los movimientos que recordaba del gato negro. Lanzaba una patada impulsada por su bastón, daba piruetas y agachaba dando una vuelta mientras agitaba su bastón.

-Recuerda que debes ir con el Maestro Fu- corto la concentración de la azabache al decir esto.

-Sí- sin más, se fue con su yoyo.

...

Al llegar Ladybug a un callejón se des-transformó y por consiguiente se adentró en la ya conocida casa para ella. La decoración china se hizo presente mientras más caminaba. Una puerta de color café se abrió sola cuando se paró en frente de ella y se cerró cuando camino dentro.

-Bienvenida Ladybug- menciono un anciano de blusa floreada roja.

-Maestro Fu- inclino la cabeza en señal de respeto.

-¿Cómo has estado?- pregunto mientras invitaba a la chica a sentarse y el preparaba una taza de té.

-Bien ¿Y usted?- pregunto mientras Tikki salía de su escondite y se posaba de pancita en el hombro de su portadora.

-Bien, bien. Diría que de maravilla- decía mientras tomaba un poco de su té.

<<Veo que Tikki ya despertó>> Decía mientras dejaba unas galletas que Tikki fue a probar enseguida.

-Bien Ladybug, te llame aquí para que me hicieras un favor- seguido de esto saco cuatro cajas pequeñas, como la que se encontró en su mochila hace años, y se las acerco.

-Necesitas nuevos compañeros-decía algo nostálgico.

-Pero ¿Por qué me entrega los miraculous a mí?- decía mientras los examinaba.

-Tú se los entregaras a quien te indique- seriamente repetía su pensamiento.

-Pero...-decía asustada la azabache.

-¡Ladybug!- decía impaciente el maestro.

<<No puedes desconfiar de tus compañeros, no debiste de desconfiar en Chat Noir>> decía triste.

-No desconfíe de él- decía muy triste.

<<Desconfíe de mí...estoy muy asustada de que se enteren de que yo soy Ladybug y se decepcionen>> asustada la oji-azul decía entre respiros.

<<Aunque yo sea ella, soy muy diferente tras la máscara>> decía recordando el rechazo que sufrió.

<<Ladybug es una fase de mí...ella es yo, no yo ella>> decía más calmada.

-Tenías miedo de que no aceptara tu verdadero yo- decía triste.

-Cuando vuelva a ver a Chat Noir le mostrare quien es verdaderamente Ladybug- decía feliz Marinette.

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