Moondance [En edición]

Capítulo XVI| ¡Especial de navidad!

*Especial de navidad, capítulo largo*

*Este capítulo puede contener pequeñas (MUY PEQUEÑAS) partes de un par de parejas que quizá no sean de su agrado.*

*Recomiendo escuchar una canción navideña... o algo así, porque yo no lo leería con un fondo de: "Pero mira como beben los peces en el río", no... es perturbador... ugh...*

*Tal vez la canción navideña no sea buena idea en la segunda parte del capítulo... Ahí recomendaría algo más lento... e-é*

Disfruten la lectura, la hice con amor :3

En el estudio en el cual practicaba Yuuri habían armado un árbol de navidad muy alto. Predominaban los tonos dorados y rojizos sobre cualquier otro, poseía hermosas y resplandecientes luces brillantes y una estrella grande en la punta.

Viktor se animó mucho al verlo. En Rusia no celebraban navidad como una fecha oficial, por lo cual no solía tener mucho espíritu en esas fechas laborales. Ver a ese grupo unido tan animado por una festividad próxima a llegar era reconfortante.

En ese momento, el grupo se encontraba celebrando por algo, y Yuuri estaba hablando con el chico latino que se veía muy emocionado por una noticia que había recibido. No entendía mucho de su conversación y se vio bastante perdido por ello, pero al ver a todos felices, no le importó.

Estaban a una semana de la navidad occidental y Viktor pensaba en algo que pudiera regalarle a Yuuri, pero por más que pensara en algo, no encontraba nada que fuera lo suficientemente bueno. No sabía de algo que Yuuri no tuviera o le hiciese falta.

Se le agotaba el tiempo y no tenía ni una mínima idea de que regalar al chico que le había dado muchas cosas, aunque fuera sólo en secreto.

—Podríamos hacer la fiesta aquí, después de todo es el lugar más grande que tenemos para tantas personas que quieren invitar—habló Seung-gil.

—Podríamos arreglarlo en la mañana, este lugar estará vacío hasta año nuevo—añadió Phichit con una sonrisa—. No será muy difícil si todos cooperamos.

—Hay que arreglar todo para que quede fenomenal—animó con entusiasmo Sala—. Se de algunos que quieren invitar a esas personas que no celebran esta festividad a menudo, ¿no es así, Yuuri?

El japonés la miró con pánico y su rostro avergonzado. Colocó el dedo índice en sus labios, intentando que la italiana no dijera nada más frente al ruso.

Viktor miró a Yuuri, al parecer no tenía que haber escuchado eso, por lo cual volteó la cabeza, fingiendo que no había oído nada de lo último y se distrajo con la interesante iluminación pública que estaba por encenderse en ese momento.

Si era verdad lo que dijo la bailarina, eso quería decir que Yuuri tenía planeado invitarlo a esa fiesta que harían. Y aunque supiera que era bienvenido, ya que él pasaba gran parte de su tiempo ahí, deseaba que fuera el japonés quien lo invitara.