Enamorarte del mejor amigo de tu hermano es una mala idea, pero es aún peor enamorarte de su cuñado. Amanda Harrison debe decidir lo mejor para ella, pero el corazón nunca se decide y puede que el destino tome la decisión por ella.
Por su parte, Oli...
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Todo salió terriblemente mal.
Al llegar a la cabaña Kira no se separó de Olivia; ella estaba encantada con la novia de su hijo y Nick estaba cada vez más preocupado por esa estupidez.
Pero lo peor fue en la noche; su madre prácticamente los obligo a dormir en la misma habitación.
—No, me reusó a dormir contigo— le dijo Olivia una vez los dos en la habitación.
—Tienes que, mi madre mando a arreglar solo dos cuartos, por lo tanto no hay más habitaciones disponibles.
—Entonces dormirás en el suelo— le dijo ella agarrando una almohada y lanzándosela.
Nick la observo con la cara desencajada; ¡Esa Mujer Está Loca!
—Claro que no dormirse en el suelo, la cama tiene suficiente espacio para los dos– le recalco él.
–Cuando accedí a ayudarte, ¡no acepte dormir contigo!– le grito en susurro para evitar que los padres de él escucharan.
–Tampoco accediste a viajar, y aquí estamos— él se agacho y tomo de sus rodillas colocándola sobre su hombro.
– ¡¿Qué haces!?, Bájame— le ordeno Olivia para después ser lanzada por el a la cama— ¡ERES UN IMBECIL!
Nick subió con ella se colocó a horcajadas sobre sus caderas.
– ¡Muévete!— le ordenó Olivia golpeando su pecho– eres el peor idiota que he conocido— continuo golpeándolo sin resultado alguno.
Nick solo reía al verla tan enojada, ella era pequeña, debía medir 1.60 a lo mucho, el que era alto le causaba gracia verla golpearlo.
—Ya Olivia no funciona– le dijo el observándola.
— ¡Muévete!– le exigió.
—No hasta que me escuches– Nick observo como se daba por vencida y aceptaba escucharlo— vamos a dormir en la misma cama— observo que ella estaba a punto de hablar– no me interrumpas; escucha. Esta noche está haciendo demasiado frío para que alguno duerma en el suelo y termine con hipotermia.
–No me importa. Por mi te puedes morir pero no dormiremos en la misma cama.
Se mantuvieron discutiendo casi una hora y al final Olivia prefirió el suelo; Nick estaba a punto de ahorcarla ¡Por Dios! ¡Qué Mujer Más Estresante!
El no hizo nada para detenerla, pero una vez estuvo seguro que se quedó dormida, el cargo hasta la cama.
Al acostarla su pelo suelto se extendía por la almohada dejando al descubierto unos mechones azules; esa mujer no dejaba de sorprenderlo, primero un tatuaje y ahora mechas en su cabello.
Eran difíciles de ver ya que casi siempre llevaba el cabello recogido y suelto las capas tapaban las mechas.
La observo dormir y una sonrisa asomo en su cara al saber que tan loca se pondría en la mañana al ver que el la movió.
