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Tengo un lugar secreto donde correr.

Nubes, granizos y tormentas lo rodean,

rojos ojos lo custodian

y lamentos viven en el.


Suspiros se escapan de mi boca al correr,

desesperación presente en todo mi ser.

Necesito llegar a ti,

mostrarte lo que tu corazón refugia sin querer.


Prometo soplar las nubes y que el sol ilumine.

Prometo espantar las tormentas y reemplazarlas con estrellas.

Prometo limpiar esas lágrimas y que esos ojos brillen.

Prometo ahuyentar cada lamento que te embargue.


Todo eso, si tu eres solo para mí.


Mamá está hecha una fiera mientras me regaña, pues que se ha enterado que me he saltado la escuela de hace unos días, aunque en realidad, se encuentra así porque ese día Michael no tuvo química y ella sabe los problemas que tiene él respecto a esa materia. Sus palabra rondan en decir que soy un muy mal amigo, debido a que me pasé por las bolas su condición escolar y no lo presioné para que cumpliera su obligación.

Basura.

Papá me observa fijamente al otro lado de la sala, y al mismo tiempo, rodeamos los ojos cansados. 

Él tuvo su propio Michael, un hermano para él. Desde pequeño me inculcó que la amistad era algo eterno, algo que podría vencer los límites en todos los casos pensados. Su nombre era Robert (por eso mi segundo nombre), y papá siempre me comenta que él y Michael se parecen mucho, respecto a las actitudes que tienen. Sabe perfectamente como me siento ahora, porque Robert repitió un año en el instituto y mi abuela, regañó a mi padre tal como mamá lo hace conmigo.

A pesar de las muchas similitudes que presentan la relación mía con Michael, con la relación de papá con Robert, no espero nunca tener el final que ellos tuvieron, más bien, espero nunca tener un final con Michael. Papá nunca me comentó que fue de él, solo me mencionó que jamás volvió a saber de Robert, pero que siempre lo recuerda.

Yo espero siempre saber todo de Michael.

  —¡Luke Robert Hemmings! ¡Estarás castigado sin tu teléfono por toda una semana!—y esas palabras son suficientes como para tomarle suficiente atención a mamá y dejar el contacto visual con papá, quien se pone de pie, dispuesto a defenderme.

Espero no equivocarme.

  —Liz, creo que te estás pasando de la raya. Luke y Michael son chicos de 17 años, se fueron a divertir nada más, ni que tu nunca te hayas fugado de la escuela—comenta mi padre, abrazando por los hombros a mi mamá—Además, sabes que nuestro hijo será el que ayudará lo más que pueda a Michael, ¿no es cierto, Luke? 

Arrugo mi ceño y desconozco a papá, pues su pregunta tiene una respuesta obvia que me enorgullece contestar. El mal humor de mamá se me ha contagiado, y tan solo quiero pararme el puto sofá e irme.

Donde Michael.

  —Sí papá, como siempre lo hemos sido. Yo lo ayudo a él, y él a mí. Cosas de la vida, amistad y blá, ¿me puedo ir a mi habitación?—ruedo los ojos cansado de la situación y él asiente, pero mamá aún tiene su mirada fulminante.

  —Deja tu teléfono antes de marcharte —gruñe mamá con sus brazos cruzados cuando me pongo de pie. Lo saco de mis pantalones y lo lanzo al sofá para caminar hasta la puerta de mi hogar, porque antes de bajar a que mi madre me regañara, había quedado de juntarme con Michael en un parque cercano, para hablar sobre la propuesta y la inesperada pregunta que me había hecho.

Lo último que escucho es mi madre murmurando que no llegue después de las nueve, ya que salgo a grandes zancadas y con desesperación del lugar al que llamo hogar, en el cuál en reiteradas ocasiones me critican de maneras molestas.

Mientras camino mirando mis pies (debido a que no puedo escuchar música como habitualmente lo hacía), siento un leve golpe en mi nuca y dejo mi paso, pues quedo aturdido pero no herido. 

Me volteo lentamente, sobando el lugar en busca de calmar el pequeño dolor que me invade y siento que todos los colores que hay en mi rostro se van.

Timothy Williams está frente a mi con una sonrisa ladeada.

Estoy estático en mi lugar cuando él camina rápidamente hasta mí. No quiero ni pensar en lo que me podría hacer, puesto que desde siempre me había molestado por cosas tontas. Alguna vez intentó golpearme, pero Michael se presentó en el lugar y no pudo herirme de ningún modo.

—No sabes que novia está castigada porque su ex les fue con el chisme a sus padres de que ya no era virgen—estoy a punto de reír en su cara, pues había intuido que era él quien se acostaba con Aleisha, pues el chico nuevo dejó de ser alguna amenaza. 

Qué puedo decir, ella me engañó y yo le dije antes que haría respecto a sus padres (los cuales eran sumamente religiosos y fieles a eso que dicen por ahí "virgen hasta el matrimonio"). Debe agradecer a que soy un hombre de palabra.

—Tim, si para eso has venido a joderme, mejor vete porque pierdes tu tiempo—me sorprende lo valiente que me escucho y me volteo, ya que estoy más que atrasado de verme con Michael.

—Hey Hemmings, nadie me deja hablando solo—su mano se posa en mi hombro y con violencia, me gira para estar frente a frente. Toma el cuello de mi camiseta y ahora si que temo, porque me va a golpear el chico que siempre me ha despreciado.

Temo, porque sé que mi rostro no será como antes. Mi nariz se inclinará para un lado, mis pómulos tendrán heridas y...

  —No me gusta que toquen lo que es mío —escucho una voz demandante a mis espaldas y suspiro aliviado. Michael me ha salvado una vez más.

Tim me empuja y no logro mantener el equilibrio, así que caigo al mismo tiempo que Michael se acerca a él. Sus manos están tensas, ya que están empuñadas. 

  —Dile a tu inútil amigo, que no se meta en los asuntos de los demás—Tim se acerca aún más a Michael y él sonríe.

—No le digas inútil a Luke—arruga su nariz, con sus dientes blanco haciéndole burla a Tim, a quien se le contagia la sonrisa.

Esto va a terminar mal.

—Yo le digo como quiero a tu inútil amigo.

Y eso es suficiente como para que Michael lo empuje y el chico caiga al suelo, precisamente a mis pies. Mi amigo golpea con fuerza su estómago y luego se pone recto, para ofrecerme su mano y así levantarme, ya que el chico está gimiendo de dolor en el suelo.

No me gusta que toquen lo que es mío ni que digan que es inútil. 

¿Es Verdad lo que Sentimos? 》MukeWhere stories live. Discover now