¿Es Verdad lo que Sentimos? 》Muke

30

  —¿Por qué dices "por la memoria de Robert"?—mis ojos lo observan con curiosidad y no es para más, ya que todo indica que me ha mentido acerca de algún puto punto, de su amistad con este tal Robert.

Como siempre he mencionado, papá me ha inculcado que la amistad es algo vital y que él tuvo, algo así como su propio Michael pero con otro nombre, Robert. Fueron inseparables en su juventud y mi abuela, más de alguna vez regañó a mi papá porque se fugaban juntos cuando Robert estaba peligrando el año escolar.

Robert era todo para mi papá, como papá era todo para Robert y así, incluso mamá, que era parte del grupo de amigos que generalmente se juntaban, me confesó alguna vez que pensó que tenían alguna relación más que amistad, hasta que papá comenzó a salir con ella. 

Por lo que sé, Robert fue el padrino de la boda de mis padres, pero con el tiempo, papá y él se fueron distanciando poco a poco y, finalmente, Robert se marchó sin dejar rastro, pero ahora papá dice palabras que hacen alusión a que su mejor amigo de juventud, falleció.

  —Luke, con tu mamá nos pusimos de acuerdo para evitar este tema de conversación porque ambos éramos amigos de Robert, porque queríamos quedarnos con todo lo positivo que dejó e ignorar el final para honrar su memoria—abro mi boca para preguntar algo más, peor él me detiene con una negación—. Creo que sabes mejor que nadie lo importante que fue Robert para mi, que estuvo para mí en cada problema que tuve con tus abuelos y que me recibió en su casa cuando yo me fui de la mía...

  —¿Te fuiste de la casa de la abuela?—pregunto sin creerlo. Papá y la abuela tenían algunas discusiones, problemas normales, pero una buena relación y no me era posible imaginarme papá con sus maletas, siendo observado por ella de brazos cruzados mientras se marcha. La abuela ama a papá por infinitas razones, además del hecho que es su único hijo.

  —Me fui por él, porque tu abuela no lo aceptaba y por lo tanto no me aceptaba a mí—sus ojos se quedan fijos sobre mi y arrugo mi ceño sin entender a lo que se dirige, cuál es su punto además del hecho de mencionar que, potencialmente, Robert estuviera muerto, a no ser que...

—¿Eran novios?—pregunto con mi boca seca, intentando atar cabos y unir las informaciones, su reacción ante mi confesión y, simplemente, todo.

  —¿Qué? ¡no! ¿qué te hace creer eso Luke?—suelta una carcajada y suspiro aliviado. Apestaría saber que mi papá está con mi mamá por alguna especie de obligación, nacer de una relación así cuando amó a un chico, cuando quizás no era lo que alguna vez esperó. Pensar que alguno de mis padres pudo ser feliz con otra persona, atormenta.

  —Porque te fuiste por él, porque no lo aceptaba y por lo tanto, a ti tampoco. Eso acabas de decir —su rostro se relaja ante mi respuesta y asiente entendiendo.

—Es que es verdad, pero no eramos novios ni nada por el estilo—me dice despeinando mis cabellos y frunzo mis labios. ¿Qué diablos?—. Eran otros tiempos, Luke, precisamente hace unos veinticinco años atrás —asiento comprendiendo a lo que se refiere, a su contextualización—. Él era homosexual y para tu abuela esto era incorrecto y me impidió verlo, pero no acepté y me marché de la casa. Los padres de Robert me recibieron, conociéndome de pequeño al igual que conocían a mis padres y se mostraron un poco decepcionados con la reacción de mi mamá y la poca intervención de papá—suspira y su mirada se pierde, algo que me estremece un poco—. Cuando me mencionó que le gustaban los hombres, me sorprendió bastante, pero eso no quería decir que dejáramos de ser amigos ni nada por el estilo. Debes entender que eran otros tiempos, pero que mi amistad con Robert era mucho más fuerte que cualquier prototipo, discriminación o pensamiento ajeno, quizás muy parecida a tu amistad con Michael—arrugo mi ceño una vez más, al notar como poco a poco se pierde en nuestra charla, como se desconecta de la realidad y viaja al pasado—. Nada cambió, incluso se fortaleció nuestra amistad en el mes que vivimos juntos hasta que mamá se fue a disculpar y volví a casa con ella. Una de esas noches del mes, Robert me confesó que se estaba viendo con un chico y que sentía una conexión, que este era homosexual y lo vio como una oportunidad para tener, por fin, una relación. En esa época yo estaba conociendo a tu mamá, nos veíamos de vez en cuando, pero todo en la fase de conocerse y ser amigos, nada más allá de eso. Bueno, cuando estaba otra vez viviendo con tu abuela, recibí una llamada a eso de las tres de la madrugada y fue de un desconsolado Robert que necesitaba ayuda con desespero.