Capítulo dos

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—Eh, Wonwoo, despierta.

El moreno entreabrió los ojos lentamente, intentando enfocar a la persona que tenía al lado. Era la voz de The8 la que le hablaba. No sabía qué hora era, pero no debía de ser muy tarde; la noche anterior apenas se había ido a dormir a las diez y media, y Wonwoo era de los que se despertaba nada más tener sus ocho horas de sueño.

—¿Qué pasa...? —murmuró mientras se incorporaba con infinita pereza.

—Jun me ha pedido que te despierte. Quiere que le ayudes a hacer el desayuno. Ha dicho algo de que eres su pinche... O algo así.—MingHao no parecía muy convencido. Wonwoo sonrió y se frotó un ojo mientras ponía los pies en el suelo. Enseguida volvió a levantarlos. El suelo estaba muy frío.

—¿Ha dicho eso?—preguntó antes de ponerse sus zapatillas de reno (un regalo de DK) y levantarse.

—Bueno, no exactamente... Ha dicho que eres su compinche, pero digo yo que se habrá equivocado, ¿no?—el chino lo miraba fijamente a los ojos, con las cejas alzadas y seriamente, como si de verdad le preocupara la posibilidad de que fuera su malévolo ayudante.

Wonwoo sencillamente sonrió mientras salía de la habitación, dejando a The8 detrás con una cara de confusión que por poco no habría pasado por aegyo, e ignorando sus gritos.

—¡Wonwoo! ¿Pero se ha equivocado o no?—ante el silencio sepulcral del otro, que se dirigía a la cocina con una sonrisa y sofocando una carcajada, frunció el ceño y se llevó las manos a la cadera.—¡Más os vale no hacer nada raro ahí dentro!—Wonwoo finalmente se permitió reír.

—¿Así que ahora soy tu pinche?—preguntó tras cerrar la puerta de la cocina detrás de él. Era una costumbre que se le había pegado después de acompañar a Jun tantas veces mientras cocinaba. Era una medida preventiva que este había comenzado a tomar después de comprobar que el aceite caliente y la comida hirviendo no frenaban el apetito de Seungkwan y la mano rápida de Vernon.

Compinche.—corrigió Jun.—Y fuiste tú el que aceptó el puesto.

—En realidad no llegué a aceptarlo. Solo dije que podía ser tu pinche.

—No me contradigas. Recuerda que soy tu jefe.

Wonwoo sonrió ligeramente y se apoyó contra la encimera.

—¿Necesitas ayuda?—preguntó sin apartar la vista de las manos del chino, que cortaban con agilidad la ensalada en trozos pequeños y delgados para luego poder ponerlos en los sándwiches que estaba preparando.

—¿Para preparar sándwiches? Creo que no.—respondió sonriendo de lado y cogiendo un trozo de jamón para ponerlo entre dos trozos de pan. De repente el estómago de Wonwoo recordó que tenía hambre.

—¿Y para qué me has sacado de la cama?—se quejó cogiendo un pedazo de tomate antes de que Jun pudiera impedírselo. Este lo miró mal unos segundos, como cada vez que alguien cogía de la comida que estaba preparando, y luego se encogió de hombros.

—Me aburría. Antes cocinaba con Mingyu y era más entretenido.—efectivamente, eran los dos únicos miembros que sabían desenvolverse con una sartén sin salir perjudicados. Cuando tenían prácticas durante todo el día nadie tenía tiempo de comer nada decente, pero puesto que aún faltaba un tiempo para su Comeback,  podían permitirse un poco más de comida salubre.—Y puesto que eres su novio, te toca reemplazarlo.

Wonwoo rodó los ojos y se cruzó de brazos.—Dilo más alto, creo que mi estilista no se ha enterado.—se quejó. JunHui arqueó una ceja y lo miró a los ojos.

—¿Sabes que a ninguno le molestaría, no? Coups lo sabe. JeongHan lo sabe. Joshua lo sabe, y creo yo que es del único que podrías esperarte una reacción menos comprensible. Y ni si quiera de él, porque no creo que pueda estar en desacuerdo con algo que le trae felicidad a alguno de nosotros.—Wonwoo hizo un amago de sonrisa, pero Jun hablaba muy seriamente.—¿Por qué no se lo dices? No digo que lo hagas público frente a una cámara, pero, vamos... somos como una familia. Hablando de eso, ¿se lo has dicho a la tuya?

Problema de dos ♥ Meanie/JunZiWhere stories live. Discover now