Capítulo 7: Salida de amigos.

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Cuando llego a clase, ya han empezado y todos están en sus asientos. Mi mirada busca a Galen y lo encuentro mirando la pizarra con el ceño fruncido, como si tratara de comprender lo que dice el profesor.
— Buenos días, señorita Soiledis. Tome asiento — dice el profesor Berman y señala hacia donde se sienta Galen. Asiento y sigo sus instrucciones.
Galen me sigue con la mirada hasta que me siento a su lado. Abre la boca pero la vuelve a cerrar. Rayos.
— Hola — digo alegremente tratando de establecer una conversación y que no me mande a volar como la ultima vez.
— Hola - dice devolviéndome el tono alegre.
— ¿Cómo has es...?
— Shhh, quiero prestar atención a la clase y fingir que me importa ¿quieres ir a tomar un café después de clases? — me interrumpe y estoy apunto de decirle que no puedo pero dice: — bien. Te espero en la puerta trasera de la escuela cuando terminen las clases. — contracta y se termina la conversación.
Nos pasamos la clase en silencio escuchando atentamente al profesor Berman. Y así pasan todas las demás clases hasta que llega la hora de salida.
— ¡¿Irás con Galen No Tengo Apellido a tomar un café?! — exclama Hali con sorpresa. Mi mano aterriza rápidamente a su boca cubriéndola por completo.
— ¿Podrías ser mas discreta? No quiero que toda la escuela se entere — farfullo y Hali me lanza una sonrisa de disculpas.
— ¿Pero no podía ser más normal y esperarte en la puerta de entrada de la escuela? ¿Porque la trasera? — pregunta Hali.
— No sé. De todos modos no iré. Me iré por la puerta principal contigo a casa.
— Sabia que harías eso — dice una tercera voz. Hali y yo nos sobresaltamos al escucharla y volteamos a ver quien es. Claro.
— ¿Que haces acá? — balbuceo y me aparto el cabello a un lado.
— ¿Que haces tú aquí? Creí que nos veríamos en la puerta trasera — responde Galen con una sonrisa burlona. Mira a Hali quien se a quedado mirándolo con la boca abierta — Hola. Tu eres Hali ¿cierto? — pregunta Galen con la voz mas dulce que he escuchado. Espera ¿que?
— Si. Ya te había visto en una oca...ocasión — balbucea Hali ¿que esta pasando? Creí que ella lo odiaba.
Se lanzan una mirada incomoda y Hali se sonroja.
— Bueno... Íbamos a salir ¿no? — replico y Hali pierde el color en las mejillas. Parpadea un par de veces y mira a Galen con el ceño fruncido y un poco de enojo.
— ¿Irás con el? — pregunta Hali como si en estos últimos minutos no hubiera escuchado nada y estuviera perdida.
— Si. Ella va conmigo. Nos vemos luego, Hali — anuncia Galen y antes de poder protestar, me jala del brazo y me lleva hasta la salida. Veo la cara de confusión de Hali antes que unos estudiantes pasen y la hagan desaparecer.
— Bueno... Creí que seria mas difícil convencerte a venir conmigo. — confiesa con una sonrisa picara.
— Aja. Ahora me podrías decir ¿adonde vamos?
— A la cafetería donde trabajas. — estoy apunto de decirle que quiero ir a otro lugar, ya que no me quiero cruzarme con Dani y que existan las posibilidades de que el atienda nuestra mesa y se pueda sentir incomodo, hasta que veo a mi madre acercarse con su carro. Demonios.
— ¡Vete! Me olvide por completo que estaba castigada. No puedo salir. Tienes que irte — le grito empujándolo. El no se mueve y me dan ganas de tirarle una patada en las piernas.
Segundos después, baja mi madre del carro y se dirige hacia mi.
— Oye ¿que tienes? ¿Quieres que me castiguen? — le susurro a Galen, quien sigue con el ceño fruncido plantado como un árbol. Pero ¿que le pasa?
Mi madre llega hacia mi.
— Hola, hija ¿que haces acá? Creí que estabas yendo a casa ¿acaso te olvidaste que estas castigada? — brama mi madre quien parece que no se a percatado de la presencia de Galen.
— No te preocupes. Podremos salir después, Alysa. — me susurra Galen. Volteo por instinto y cuando volteo me doy la gran sorpresa de que no esta. Galen se a ido y mi madre no se a percatado de su presencia.
Empiezo a mirar por todos lados pero no hay señal de el ¿donde se fue tan rápido?
— Hija ¿estas bien? — me pregunta mi madre al ver que no le respondo.
— Yo... Si. Estoy bien. Solo que me estaba yendo a comprar una cartulina que me han pedido en la escuela — miento y ella me mira directamente a los ojos. Pienso que no me a creído pero luego me mira con alivio y asiente.
— Bien. Yo venia a recogerte. Hoy he salido temprano del trabajo y quería recogerte para que no camines.
— Y también para asegurarte que no me iba a ningún lado — replico y ella parpadea incrédula.
— Uhm.. No...
— De acuerdo madre. Esta bien. Vámonos. — la interrumpo y ella asiente.
Ya es casi de noche y estoy viendo una película de terror cuando de pronto me llega un mensaje de texto de un numero desconocido.
«— La salida sigue en pie. Estoy en tu casa en 5. — » dice el mensaje. Me sobresalto cuando recuerdo a Daymon ¿será el? ¿Debería alistarme? Peor aún ¿debería salir con el? Claro que no. Además ¿cómo se que es el? ¿Y si es un secuestrador o...? No. Estoy segura que es el.
Cojo la primera ropa que encuentro y me sujeto el cabello en una cola. Hago una forma de un cuerpo con almohadas en mi cama y la tapo con mis sabanas. Cierro la puerta y bajo un poco la luz para que mi madre piense que estoy dormida ¿por qué estoy haciendo todo esto y simplemente no voy? Porque la curiosidad me mata, eso es.
Unos sonidos de piedras chocando un cristal me saca de mis pensamientos. Voy a mi ventana y, como toda escena sacada de una película de "amor prohibido", ahí esta Galen tirando piedras as esperando a que habrá la ventana y salgo con el. Lleva la misma ropa que llevaba en la escuela: unos tejanos negros con un suéter gris con las palabras «GAP». Se ve bien, se ve muy bien.
Cuando abro la venta todavía no deja de tirar piedrecitas y una piedra me cae en la cabeza.
«Genial».
— ¡Lo siento! — me grita y yo le muestro el dedo del medio.
— Uy, que grosera — se burla y pongo los ojos en blanco.
— ¿Podrías hablar más bajo? No quiero que mi madre se entere que estoy apunto de salir cuando estoy castigada.
— Vaya. Demasiado grosera como para ser la típica niña que sigue las reglas de mamá. — Dios ¿Cuando parara de burlarse? —. Vamos. Baja de una vez.
El problema es que no se como bajar. Piso todas las ramas del árbol que esta plantado afuera de mi habitación y encuentro la ideal como para poder caminar. Doy un pequeño salto hasta la rama y esta cruje en el acto. Camino hasta llegar al tronco y empiezo a bajar pisando las ramas de abajo. Cuando estoy apunto de llegar al suelo. Ya no hay mas ramas que pisar. Mierda.
— Vas a tener que saltar — me anuncia Galen. Vaya, que noticia.
Salto y caigo boca abajo. Eso si que dolió.
— Se supone que esta era la parte en que yo salto y tu me esperas abajo con los brazos abiertos para recibirme y ser mi héroe. — digo en tono, supuestamente, molesta sacudiéndome los pedazos de césped.
— Claro... — es lo único que dice. Se ríe un poco y me ayuda a pararme.
— Bueno. Tenemos que irnos. Mi madre es lista y se dará cuenta que no estoy en casa.

ALYSAWhere stories live. Discover now