Capítulo 1.

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Mi primer día de clases sería hoy, estoy algo emocionada, no soy muy fanática de las clases pero me fascina conocer gente nueva. 

Me cambié de escuela ya que nos mudamos de hogar. No cambiamos de país, sólo de casa, ya que mi padre consiguió una mejor en un vecindario muy bonito. Y debo admitirlo, me gusta más que la anterior. Me tuve que cambiar también de escuela ya que la otra me quedaría muy lejos.

Terminé de comer mi desayuno que mi madre preparó para mí. Me cepillé los dientes y tiempo después me subí al auto de Cameron, mi hermano mayor. Él me dejaría en la preparatoria y de ahí él conduciría a su universidad.

Cuando llegamos me despedí de mi hermano y me bajé del auto. Al entrar vi muchos chicos de mi edad, algunos menores y otros mayores. Seguí caminando hasta llegar a la zona de casilleros, aún no sé cuál es el mío pero supongo que lo sabré después.

—Ya vino el malvavisco —dijo alguien.

Volteé hacia atrás y visualicé a un chico vestido completamente de blanco, y lo más extraño es que tenía una máscara con forma de malvavisco. Un grupito de chicos con chaqueta de universitarios se le habían acercado.

—Dios, ¿no tienes más ropa que ponerte? —preguntó un chico del grupito.—Siempre vienes con lo mismo. ¡Qué pena! 

El grupito de los chicos estallaron en carcajadas, y después el que parecía ser el líder le tiró los libros y cuadernos que tenía en las manos, luego se fueron. El "malvavisco" comenzó a recogerlos. 

Reaccioné y fui hacia él. 

—¿Estás bien? —le pregunté. 

Él se incorporó y al verme se quedó viéndome. 

—Sí, supongo —contestó.

La voz se le escuchaba algo apagada gracias a la máscara, pero aún así se le entendía perfectamente.

Se dio la vuelta y caminó pero lo seguí.

—¡Oye, espera! —exclamé colocándome a su lado.—¿Cómo te llamas?

—Marshmello —murmuró. 

—¿Marshmello? —cuestioné ladeando la cabeza.—Tiene sentido... pero hablo de tu nombre real —dije divertida.

Él se quedó en silencio por unos segundos, como si dudara en decírmelo o no.

—Chris.

—Mucho gusto Chris, soy _________ —me presenté.—Oye, si quieres puedo llamarte Marshmello si te gusta más. 

—¿Por qué estás hablándome? —preguntó de golpe.

—Pues porque... soy nueva y...

—Deberías conseguirte a más amigos, yo no soy una buena opción. 

Entonces se giró y se alejó de mí. Justo en ese momento el timbre sonó avisando que ya deberíamos estar en clases. 

Caminé hacia el aula que me habían dicho que sería la mía mientras pensaba en Chris, o más bien Marshmello. Lo llamaré Marshmello. Después de todo es un lindo apodo. 

Cuando llegué a mi aula entré y lo primero que vi fue aquella máscara de malvavisco. Quise sonreír pero me aguanté. Él estaba sentado en el fondo sin nadie a su lado, así que me apresuré y me senté ahí. 

—Hola de nuevo —lo saludé. Él no me respondió.—Oye, deberías dejar de ignorarme, yo solamente quiero hablar contigo, conocerte, ser tu amiga, ¿comprendes?

Y nuevamente él no me contestó.

Algo molesta me crucé de brazos y dejé de insistirle. El profesor entró, dijo que había una compañera nueva (obviamente era yo), hizo que dijera mi nombre y finalmente comenzó a dar las clases. 

Presté atención a todo lo que dijo. Noté como Marshmello comenzaba a escribir algo en una hoja con plumón negro. Me emocioné un poco porque creí que era para mí, pero luego mis esperanzas se fueron cuando vi como se lo daba a una chica rubia. Ella lo leyó y después lo dobló nuevamente. 

Solté un suspiro lleno de frustración y seguí escuchando al profesor y anotando lo que ponía en el pizarrón. 

Después de varias horas el timbre sonó y todos salieron. Por fin, el receso. Fui hasta la cafetería y me senté en una mesa vacía. 

Los chicos con chaquetas universitarias entraron y al verme se sentaron conmigo. 

—Hola —saludó uno sonriéndome.—Tú eres _______, estás en mi misma aula.

—Ya sé que soy ________, sé perfectamente mi nombre —solté. 

Aquellos chicos soltaron varias risitas. ¿Qué es tan gracioso? Ellos no me cayeron bien desde que vi tirarle los libros a Marshmello.

—Soy Eric —dijo el que, como dije anteriormente, parecía ser el líder.—Estoy encantado de conocerte preciosa. 

Entonces Marshmello entró. Lo seguí con la mirada hasta que se sentó en una mesa completamente vacía. Pasaron los minutos y nadie se sentaba con él.

—Hablaste con el malvavisco, ¿cierto? —preguntó uno de los amigos de Eric.

Simplemente asentí. 

—No deberías volverle a hablar —dijo Eric.—A él lo llamamos el ridículo. Ya sabes, eso es lo que es. Un completo ridículo. 

—¡Deja de hablar así de él! —grité golpeando la mesa.

Todos voltearon su mirada hacia nosotros. Incluso Marshmello. Me levanté de mi asiento y salí de la cafetería. No quería seguir con esos chicos, lo critican y estoy más que segura que no lo conocen.

Llegué hasta la zona de los casilleros. Recargué mi cabeza en uno, y segundos después sentí que me tocaban el hombro. Al voltear me topé con Marshmello.

—Estás en mi casillero —dijo.

—Lo siento —murmuré.

Me alejé de su casillero y me recargué en otro. 

—No era para que te quitaras —dijo.—¿Qué fue lo de allá?

—¿No era que no querías que te hablara? —farfullé, pero rápidamente me arrepentí de haber dicho aquello.—No quería decir eso. 

—No quiero que tu reputación sea mala por mi culpa —soltó.—Como te habrá dicho Eric, soy alguien que no es aceptado por nadie de aquí. Estoy acostumbrado a estar solo. ¿Por qué tú sí tienes interés en mí? 

No supe qué responderle exactamente. Sólo atiné a abrazarlo. Él se sorprendió por mi acción pero también me abrazó.

—Perdón —dije rompiendo el abrazo.—Es que tú... tú no deberías sentirte así. No lo mereces, Marsh. Y también deberías saber que me gusta tu máscara —agregué sonriendo.

—Gracias —dijo soltando una risita.—Eres la primera que me dice eso.

El timbre sonó.

—Vamos a clases.

Caminamos juntos hasta el aula. Marshmello no estará solo a partir de ahora porque yo estaré con él, será mi amigo.

Alone {Marshmello y tú}Where stories live. Discover now