El tormento de Diana

Capítulo 15

Buenas noches a todas mis chicas, pido una disculpa por tardar con el capítulo pero bueno, ya está aquí. Espero que les guste.

Antes que nada, quiero mostrarles la portada de elegí para la historia. Es de Editorial_NEO  y fue creada por nayc_34

Ahí arribita está, la amé 😍❤️
Ahora sí, que lo disfruten. 

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    Evidentemente, Diana había malinterpretado su pregunta, lo supo de inmediato cuando notó la sorpresa en el rostro de la muchacha.

—No es lo que piensas. —Se apresuró en decir. —Me refería a salir a algún lugar, juntos.

    Aunque por la mente de Diana se cruzaron miles de dudas, no pudo evitar sentirse decepcionada. Claro que no le estaba preguntando para ser su novia, no podía creer con tanta facilidad aquella idea.

—No lo sé. —Respondió aturdida, aun así no podía creer que la estaba invitando a salir. Las amenazas de Emily golpearon contra ella en cuestión de segundos.

— ¿Con Daniel sí? —Cuestionó Rodrigo, tomando distancia. La observó con una ceja arqueada.

—No se trata de eso. Si Emily lo sabe...

—Emily no tiene que meterse. —Respondió sin dejarla terminar.

—Pero sabes cómo es ella. Tú más que nadie la conoce. —Las palabras de Diana salieron cargadas de reproche. —Además, hay algo que no entiendo.

    No hacían falta más palabras para que Rodrigo acabara de entender, Diana estaba confundida y ciertamente, él también lo estaba. No era capaz de pensar con claridad y cuando lo hacía, ya había cometido alguna locura con ella. No sabía por qué lo hacía, aún no terminaba de comprenderlo, lo único que sabía era que desde que había encontrado su foto, algo en él había despertado, dejándolo con dudas que lo carcomían día y noche.

—La decisión es tuya, no voy a presionar. —Dijo sin agregar más nada. Su rostro volvió a mostrarse hostil. Cada vez que caía en cuenta de lo que estaba haciendo, se obligaba a sí mismo a volver a comportarse como era él.

    Diana contuvo el aliento, sus estados de ánimo eran como una montaña rusa que arrasaban con ella cada vez que estaba a su lado. Decidió entonces que era el momento indicado para marcharse, ya había sido suficiente por ese día.

—Debo irme. —Murmuró mientras sostenía con fuerza el vaso con el batido que apenas había bebido.

    Esperó alguna respuesta por parte de él, pero Rodrigo solo asintió sin agregar ninguna palabra. Tan solo se dedicó a observarla mientras se dirigía a la puerta que daba con el interior de la casa, de pronto recordó.

—No olvides llevarte la tarea. —Le dijo con absoluta seriedad. Diana lo escuchó pero no volteó a verlo, comenzaba a sentir una fuerte presión en el pecho que la obligaba a huir lo más rápido posible de ese lugar.

    Llegó a la sala y se detuvo en seco, su madre estaba frente a ella con una expresión de enojo que la dejó confundida.

— ¿Ya te vas a casa? —Cuestionó Ester, mantenía los ojos abiertos y no los apartaba de ella, ni siquiera parpadeó.

—Sí... —Respondió, extrañada por la actitud de su madre.

—Es lo mejor, ve y luego hablaremos.

— ¿De qué? —Aunque no era el lugar ni el momento indicado, Diana no iba a esperar días para poder hablar con ella. Apenas se veían por las horas de trabajo que obligaban a su madre a ausentarse.