No es Amor

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Narra Bill

Dipper y yo fuimos hace dos días al parque de diversiones con su sobrina y la pequeña dijo algo que me dejó pasmado.

Estábamos formados en una larga fila para subirnos a una de las atracciones, de repente un grupo de chicas se nos acercaron, dos azabaches y una rubia.
La rubia me miró, como si me estuviera inspeccionando, movió sus caderas de forma rara y comenzó a jugar con un mechón de su pelo

-hola- dijo para luego ver a Sinfony- ¿es tu hija?

-¿ella?- señale a la menor - no, solo la estoy acompañando a los juegos ¿verdad?

Al mirar a la pequeña castaña no vi su característica sonrisa, en cambio, miraba con ¿odio? A las chicas enfrente de nosotros, sujetó con mayor fuerza mi mano y comenzó a halar de ella para que avanzáramos.

- es el novio de mi tío- soltó al fin

La mirada de las chicas fue de sorpresa por las palabras de la niña.

-¿tia?- dijo una de las azabaches

- nop, T-I-O - respondió algo agresiva

- oh!- se sorprendieron las muchachas - ya vemos, creo que nos confundimos, - una sonrisa nerviosa se apoderó de la rubia.

Sin decir nada más las tres desaparecieron en una carrera hacia la nada. Todo pasó tan rápido que no me di cuenta del sentido que cobró la conversación.

Sinfony me miró con reproche, subimos al juego y luego nos unimos a Dipper para decidir si almorzaríamos, el castaño dijo que debíamos comer algo, por eso nos veríamos luego de que me subiera con la menor a las sillas voladoras para comer algo y regresar a las atracciones, el muchacho no se quejó.

.

.

Luego de la atracción fuimos al área acordada pero Dipper no estaba allí, decidimos esperarlo.
Una muchacha pelirroja se acercó a donde reposaba con Sinfony.

-¿ esperan a alguien?- dijo curiosa

- a mi tío- respondió la menor

- eres adorable- *con voz kawaii * mientras apretaba las mejillas de la pequeña- ¿quieres comer un helado? Yo invito- concluyó con una sonrisa

Sinfony me envió una mirada en la cual me estaba pidiendo permiso, estaba con ella así que no creí que fuera malo que aceptara el regalo de la pelirroja, asentí.
La mayor le dio el dinero a la niña y le indico donde ir a pedir su postre, la castaña se fue corriendo dejándonos solos.

-eres muy amable por comprarle un helado, gracias- dije con una sonrisa

- no es nada- se sentó a mi lado- bueno, necesito algo- sonrió pícaramente, sujetó mi barbilla y unió nuestros labios en un pequeño rose

- ¡oigan!- volteamos a ver a la dueña de la voz quien llevaba un helado de chocolate en sus manos- ¡¡¿por eso querían que me fuera?!!

La pelirroja volvió a sonreír y salió corriendo dejándonos atónitos. La sobrina de Pino se sentó a mi lado molesta, mientras lamía su dulce

-¿por que se besaron?- dijo muy molesta

- Corrección- aclare- ella me besó y se fue

- ¿te gustó?- dijo casi como un puchero

- no, solo fue un pequeño rose- admití

- que bueno! - exclamó- tu te tienes que casar con mi tío

NO ME DEBO ENAMORAR (Billdip)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora