❥ Cuarto capítulo

7K 974 181
                                    

JiMin

— ¡Lo hice! — grité por segunda vez para que el estúpido de Mark aceptara su derrota o en todo caso, dejara de hacerse el de oídos sordos.

— Y yo ya te lo dije... ¡No te Creo! — me gritó por igual, dirigiéndome una mirada llena de rencor.

Solté un suspiro, estaba más enojado que cansado de toda la situación, y dirigí mi mirada hacia la mesa de atletas. Todos estaban ahí, incluso JungKook, quien estaba totalmente serio e ignorando a todos los que estuvieran fuera de su grupo de amigos.

Estoy totalmente seguro de que si supiera o siquiera recordara lo que sucedió en aquella fiesta, se pondría como loco o terminaría golpeándome.

— No pienso creerte Park. JungKook siempre se acuesta con mujeres y sería algo de otro mundo que en la última fiesta haya decidido probar algo diferente e insípido como tú. — me miró de pies a cabeza, algo que en comparación a sus insultos ridículos, no me gustó para nada.

— ¡Claro que se acostó conmigo! — grité, esta vez más fuerte que antes, haciendo que todos en el comedor me quedaran viendo, incluso Jeon.

— ¡Quiero que él mismo me lo confirme! — y nuevamente me gritó, sonriendo al final, pues él bien sabía que no había probabilidad de que aquello sucediera.

Maldije por lo bajo, mientras en lo más profundo de mi ser lo único que quería hacer era tirarlo al suelo para comenzar a golpearlo, pero claro, tenía que mantener mi posición de puta educada, así que solo desvíe la mirada sin articular palabra alguna.

— ¡Lo ves! Eres un mentiroso, un total mentiroso y solo por eso he ganado.

Negué con la cabeza mientras contaba del uno al diez mentalmente. Enserio quería golpearlo.

— ¡Claro que no! — continúe gritando y armando un escándalo, aunque sabía que no era tan necesario, y desvíe la mirada hacia la mesa de esos "gorilas". Estaban hablando por lo bajo.

— Perdiste, acéptalo de una buena vez, Park.

Iba a replicar una vez más, pero antes de siquiera abrir la boca ya me encontraba lejos de mi mesa, mi comida e incluso de mis pertenencias.

Miré al idiota que me estaba agarrando como si fuera cualquier cosa y me di con la no tan grata sorpresa de que era JungKook, quien parecía más que enojado.

— ¡Suéltame! — chillé. Él me ignoró por completo y siguió avanzando a grandes zancadas hasta estar fuera de un lugar tan concurrido como lo era el comedor. — ¿Ahora si me soltarás? — pregunté, con total severidad y enojo.

— ¿¡Se  puede saber qué mierda estabas haciendo ahí dentro!? — me gritó.

— Y se puede saber qué mierda me estas haciendo tú a mí en estos momentos. — bajé la mirada hacia la unión de su mano con mi brazo.

— ¡Estoy evitando que arruines mi reputación! — volvió a gritar y por un momento llegué a ver una de sus venas sobresalir de su cuello. — No quiero que nadie, absolutamente nadie se enteré de lo que sucedió en aquella fiesta.

— ¿De qué estás hablando? — susurré.

— Ya no te hagas el idiota, Park, estaba totalmente consciente el día que nos acostamos.

 Segunda Oportunidad ❀ Kookmin Onde histórias criam vida. Descubra agora