but... i'm pregnant ㅡ ym

🌸. tres

Yoongi

Estaba tranquilamente hablando con el comprador sobre la pista de audio que le vendería, los cambios que quería hacer y si yo lo dejaba. Manteníamos una charla ligera sobre este tema.

Sin embargo mi celular comenzó a sonar interrumpiéndonos. Pensaba colgar pero vi que se trataba de Jimin, y él sabía de los horarios por lo que debía ser importante. Pedí un minuto con una seña, inclinando mi cabeza en forma de disculpa y atendí.

—¿Qué suce-?

—¡Yoongi! —La voz de Seokjin se encontraba ahogada. Un sollozo hizo que me preocupara demasiado—. Ji-Jimin... Él...

—¡¿Qué pasó, Seokjin?! —La desesperación me consumió y grité olvidándome de las personas a mi alrededor. El hombre con el que negociaba enarcó una ceja pero yo no podía preocuparme por algo así cuando posiblemente mi esposo e hijo no estaban en la mejor situación.

Atosigado por el silencio repentino, y unas puertas siendo azotadas con intensidad al otro lado de la línea, decidí salir del lugar para tomar aire fresco aunque donde me encontraba lo que menos había era aire puro.

—¿Yoongi? Soy Nam... —Cuando noté que hablaba con alguien más calmado que Seokjin, la respiración se me normalizó. Namjoon lograba calmarme si él estaba sereno, quería decir que no había nada que fuera desastrozo—. Sólo quiero que sepas que he comprado un vuelo de regreso para ti, así que sella todos tus contratos y vuelve lo más rápido que puedas. Pide el boleto en el aeropuerto donde aterrizaste. Llámame cuando termines tus trámites y estés en el aeropuerto que te explicaré la situación. —Asentí aunque sabía que no podía verme y volví a entrar a la disquera con más tranquilidad sin cortar la llamada—. No te preocupes, ¿sí? Termina rápido y suerte.

—Gracias. —Sin más, la llamada fue finalizada por parte de mi mejor amigo. El hombre rubio de nombre Charlie me veía con impaciencia y sus manos estaban entrelazadas dándole un aura seria al entorno—. Siento mucho el escándalo, ha ocurrido un problema con mi familia y me temo que voy a tener que apurar los trámites.

Ese día no dormí ni comí lo suficiente, me la pasé firmando papeles sin sentido con la ayuda de un abogado a base de café y el pensamiento de Jimin y mi hijo en peligro, pero sin llegar a preocuparme del todo puesto que mi mejor amigo logró tranquilizarme.

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—¿Nam? Soy Yoongi. —Tal como él me había dicho, yo lo estaba llamando justo cuando acababa de retirar mi pase para el próximo vuelo hacia Corea del Sur, que salía en una hora y media.

—Yoongi, ¿ya estás en el aeropuerto? —Su voz es calmada, a su lado se escuchaban sollozos que podía reconocer claramente como los de Jin y Tae. Emití un sonido de afirmación en respuesta y él resopló—. Explicaré esto rápido, ¿sí? Seokjin no para de llorar así que también debo calmarlo.

—¿Qué es lo que sucede? ¿Dónde está Jimin? —La duda y el remordimiento de haberlo dejado solo se instalaron en mí. Tragué grueso rezando a todos los dioses del universo para que nada malo le haya ocurrido a mi esposo o a mi hijo, no podría seguir...

—Bueno, Jimin, él...

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—¡MAMÁ, PAPÁ, YA ES NAVIDAD, SANTA YA LLEGÓ!

Aún adormilado siento cómo mi niño se tira sobre nosotros riendo felizmente. Lo tomo entre mis brazos y lo elevo haciendo que quede sobre mí en el aire. Su risa se intensifica despertando así a mi esposa.

—Ya cállate, Sumin, mamá quiere dormir un poco más —ordena en voz baja acomodándose en la almohada. Le guiño un ojo al niño a la vez que lo pongo de pie en el suelo.

—Vístete con tu mejor pijama para abrir los regalos —le digo revolviendo sus castaños cabellos. Mi niño con mejillas regordetas sonríe y corre a su habitación haciéndome reír.

Giro en la cama para ver a la persona que me tiene enamorado en estos momentos.

—Esposa mía, acompáñanos a mí y a mi hijo a abrir los regalos que Santa le ha traído. —Comienzo a pellizcar sus costados junto con algunos roces de las yemas de mis dedos en su piel para que abra los ojos y suspire.

—¿Qué te he dicho de hablarme como si fuera una mujer, Min Yoongi? El único con derecho a eso es Sumin, y próximamente Yoonah —refunfuña Jimin quitando mis manos de su figura y levantándose de la cama con pereza. Me río de su pelo enmarañado y el rastro de baba seca que hay desde su labio—. ¡Sumin, hijo, no corras así o te quedarás sin aire!

Después de que Namjoon me explicara ese día en el aeropuerto sobre cómo el ex de Jimin lo había maltratado y había causado que mi esposo cayera por las escaleras del edificio, no tardé en desesperarme por volver a ver mis chicos.

Me explicó que se llevó a cabo una operación puesto que mi chico había perdido mucha sangre y habían registrado varios golpes en su vientre, causando casi un aborto involuntario del bebé, que por suerte no tuvo muchas complicaciones al nacer porque ya estaba casi desarrollado. Un pequeño problema respiratorio pero nada fuera de lo común.

Para el chico este que agredió a Jimin, Jungkook, se le asignaron tres años de prisión por agresión física a un embarazado, además de robo de un auto y agregarle una multa por conducir en estado de ebriedad.

—Amo tu pancita, es tan hermosa —halago acercándome a mi esposo. Él sonríe acariciando su abdomen—. Creo que Santa te trajo regalos a ti también, Yoonah bebé.

La familia Min, compuesta por dos hombres casados, con un hijo de dos años y medio y una bebé por venir, se encuentra celebrando la navidad en su nueva casa en Nueva York, donde el más grande consiguió trabajo luego de vender una pista que pasó a ser un hit y comenzar a componer para muchos artistas reconocidos, mientras que su esposo trabaja de voluntario en hospitales orientados a niños con cáncer u orfanatos.

—Amor... —Jimin me llama abrazándome por la espalda. Giro en el lugar para mirarlo de frente y noto una sonrisa en su rostro—. Me encanta mi regalo, Santa ha escogido bien. Creo que lo estrenaré esta noche...

—¿Qué será lo que te ha traído? —continúo con su juego y observo a mi niño caminar hacia nosotros con un cohete en sus manos. Lo tomo con un brazo y lo alzo para dejarlo entre nosotros—. ¡Vaya! Qué gran regalo... ¿lo usarás para ir a la Luna?

—Creo que se lo daré al tío Tae, él lo necesita para ir a Júpiter.

Impactado.

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