27:Salvando el futuro.

579 30 1
                                    


La princesa de Slytherin se encaminaba hacia el gran comedor, con Jill y Julieta en ambos lados, la rubia había pasado sus brazos por los hombros de las chicas y reían de los chistes malos que Julieta contaba sobre sus ex novios.

-Entonces...- Dijo Jill, con una mirada pícara, observando a Julieta.

-¿Cómo estuvo tu noche con Potter? –Preguntó Julieta.

-Pésima. –Dijo, soltando un gruñido de frustración, recordando lo difícil que fue quitar todo el polvo de su cabello.

James no la había pasado mejor que Ángela. Todo su pijama estaba quemado y tenía varias lastimaduras que la enfermera no tardó en curar.

Los rumores ya se habían extendido por todo el colegio. El león más valiente del futuro que intentó conquistar a la futura princesa de Slytherin, que terminó hecho polvo. Los Gryffindor recibieron varias burlas de los Slytherin de esa época.

-¿Ese no será...? –Dijo Jill, señalando a un chico con el cabello negro, con la raya al medio y la capa de Slytherin.

-Snape, el ex mortífago.- Respondió Julieta, observándolo con asco.

Ángela rodó los ojos y le dio un golpe en el hombro.

-No lo mires así solo porque en un futuro será un mortífago. Ve a saber tú por qué razones lo hizo.

Snape se quedó parado antes de entrar al gran comedor, observando su interior. A la mesa de los leones para ser más exactos. Ángela se para a su lado sin que el chico se de cuenta y sigue su mirada, hasta dar con una chica pelirroja sentada junto a un chico bastante parecido a James.

Lilly Evans y James Potter.

-Te gusta. ¿Verdad? –Pregunta Ángela.

Snape se sobresalta y la observa con la respiración agitada.

-¿Qué? No. –Responde fríamente.

La rubia lo ataca con sus ojos fríos como el hielo, observa a sus amigas y les guiña el ojo, acto seguido, entran al comedor.

La mesa de las serpientes empieza a aplaudir a la princesa de Slytherin mientras que entraba. Si que se extendieron los rumores, pensó la rubia.

Caminó hasta la mesa de las serpientes y se sentó donde por lo general lo hacía, junto a Jill, que era bastante observada por los chicos y Julieta, que era observada con odio.

-¿Qué hace un leon en la mesa de las serpientes? –Pregunta una chica de cabello negro. –Que repugnante.

-Es mi amiga y así lo hacemos siempre. Si no te gusta, cierras el hocico y te vas a otro asiento, que me repugna tu aliento a zorra.- Le responde Ángela.

-¿Cómo dijiste? –Preguntó enojada.

-Cissy. –Dijo un chico rubio con ojos muy particulares. –No te molestes. Es solo una sangre sucia. –Dijo con sorna.

La tal Cissy observó al chico y suspiró.

-Lucius, ¿podrías acompañarme a buscar otro asiento? Aquí huele a ratas.

Julieta quedó con la boca abierta. ¿Esos eran Lucius y Narcisa Malfoy? ¿Ángela había insultado a la abuela de Scorpius? Demonios que tenían ovarios.

Sin saberlo, estaba insultando a sus abuelos.

Ángela sonrió triunfante y le dedicó una mirada de asco a Narcisa, mientras que Lucius se la quedó mirando extrañado.

La hija de Malfoy Y Granger &: Los ojos de Dios.Onde histórias criam vida. Descubra agora