¿Enemigos?

Bosque.

Sentí el reflejo del sol en mis ojos, no pude evitar abrirlos por la incomodidad que me daba. Este internado era el más raro, no diría que el más raro; por que mentiría si dijera que ya he estado en otro antes. Escuchaba los grandes gritos de felicidad provenientes de afuera, cuando recorde que...

¡Oh no! ¡Se me había olvidado!. Hoy iría a ese bosque, aunque recuerdo que ningun maestro se tomo el privilegio de avisarnos. No tenía ni la menor idea de como rayos Melissa y Jennifer se enteradon.

No tarde ni un segundo en recordar lo que tenía que hacer, me levante de la cama, y metí lo primero que encontre a una maleta de mano. Teniendo listo todo salí a la velocidad de la luz, para encontrarme con unos alumnos sonrientes y alocados a la vez. Percate que estos escuchaban la voz de un maestro que se encontraba en el centro de todos, nadie separaba la vista de el; todos y cada uno de ellos lo miraban atentamente como si fuera algo de admirar.

En unos cuantos segundos, que no tuve ni la menor idea de cuando pasaron; todos se empezaron subir a unos autobuses que se encontraban cerca de la entrada del internado. Imite a mis compañeros que algunos ya se encontraban adentro de los camiones, que por lo que vi solo eran dos. Me subí al más cercano que ví, y cuando entre percate a puros hombres. Solamente hombres. Oh no! ¿Estoy en el camion equivocado? Pues claro que estoy en el camion equivocado. Evite cualquier contacto con alguien para que no notaran que soy la unica mujer que se encuentra ahí. Trate de bajar pero fue inutil, porque ya habían cerrado todas las Entradas-Salidas. Me iba a regresar para al menos sentarme en alguno de los asientos del camion, pero justo cuando iba a regresarme el maldito camion se encendio. Sentí que me iba para atras, y así era; estaba tirada el el suelo del camion. Todos se callaron, y posaron sus ojos en mi. ¿Porque me tiene que estar pasando esto a mi?. Esto es realmente vergonsozo. Todos tardaron en comprender la situacion, y se rieron de mi. No se hubiera podido poner más mal la situacion ¿O si?. Me pare lo más rapido que mi cuerpo me permitió y busque un asiento vacío, hasta que lo encontre. 

Camine hasta el asiento que estaba cerca de  la ventana. Me sente, y mientras iba avanzando todo el camino, apreciaba el bello paisaje que estaba afuera, aunque era obvio que todavía no habiamos llegado al bosque.

Era aburrido estar aquí sola (No literalmente). A sola me refería a estar sin mis amigas: Jennifer y Elizabeth. El camión era bonito, al menos era un poco "normal". Estaba lleno de grafitis , los asientos eran de piel, tenían una pantalla muy grande al final; al igual que también tenían un mini-refrigerador, una maquina muy pequeña de palomitas y sodas de una gran variedad de sabores. -¿Cómo conectarían todos esos aparatos?- Me preguntaba en mi mente.

-Hola.- Dijo Bryan sentándose a mi lado. No me había percatado de que estaba ahí.

-Hola.- Dije mirando sus ojos azules.

-Y... ¿Como es que terminaste aqui?.- Dijo con una sonrisa en la cara.

-Pues ya sabras, se me hizo tarde y cuando llegue ya se me habia  pasado toda la platica que dio el maestro. Asi que no sepe a que camion subirme, y termine aqui.-Le repondí. Dio una pequeña risa.

-Emma, como me sorprendes.- Me dijo.

-¿Esta bien eso?.-Pregunte con inseguridad en la cara.

-Claro, yo no le encuentro nada de malo.- Me dijo.

-Entonces... por mi esta bien.- Dije con una sonrisa. Este dia no estaba de mal humor. Cuando estaba con Bryan me sentía Feliz, aunque aveces el podía ser demaciado exesperante. Todavía no sabía lo que pasaba con mis sentimientos, era raro lo que sentía; pero definitivamente no era amor.

-Te vez hermosa hoy.- Dijo Bryan sacandome de mis pensamientos, mientras el mantenía una sonrisa. No puse evitar sonreir y sonrojarme a la vez.

-Gra...Gracias.- Tartamude.- Tu... Eh.... Tambien te vez muy bien.- Dije con una sonrisa timida. El solo me miro incledulo.