Liar. (Harry Styles)

8.

Martes.

Desperté gracias a una molesta luz que entraba de lleno por toda mi ventana, el sol.
La noche anterior se me había olvidado cerrarla y ahora me encontraba diciendo miles de insultos a esa luz natural que daba directamente a mi cara.

Mire la hora y eran las 6, bien tenía tiempo para llegar a horario a la escuela.
Fui al baño y tome unos segundos mirando mi rostro, dos grandes marcas ligeramente moradas yacían bajo mis ojos, genial.
Unas sexys ojeras serían parte de mi día hoy.
Busqué en el pequeño bolso donde guardaba lo que tenía de maquillaje y me apliqué un poco de corrector debajo de estas, cuando termine mire el resultado, algo es algo pensé.
Opté por poner un poco de máscara en mis pestañas tratando de resaltarlas un poco más, estaba agradecida de haber heredado los rasgos faciales de mi madre, largas y gruesas pestañas, unos labios un poco grandes, y su nariz.

Los ojos y el cabellos definitivamente los había obtenido por mi padre, mis ojos eran de un color verde oscuro, que cambiaban ligeramente su color hasta convertirse en un color café claro cuando cambiaba el clima. Tal y como los de el.
Y mi cabello era de un café intenso.

Cepille mi cabello, y me hice una cola de caballo alta. Dos mechones de este se infiltraron y no quedaron atados, haciendome lucir bastante despeinada, por lo que mi intento de peinado había fracasado, de nuevo, pensé.
Estas cosas realmente no se me daban.
Fui hacia la cocina buscando una mandaza para comer en el camino a clases.
Me cambié con el estilo que normalmente lo hacía, unos jeans ajustados de un color azul marino y un jerseys está vez era color negro, me andaba bastante grande.
Me puse mis fieles adidas en mis pies,estaba lista para irme.

Tomé las llaves de mi coche y salí directa a este.

Mi edificio parecía un total desierto, en estos días que estuve aquí, no me había cruzado a más de dos personas y una de ellas era la señora Ester, que amablemente me invito a tomar el té en su casa, a lo que amablemente conteste que me encantaría para otra ocasión.
Luego vi al señor que se encargaba de arreglar el ascensor, a nadie más.
Quería pensar que no había nadie por el hecho de que era un edificio nuevo y las personas recién estaban enterándose de su existencia, mi otra opción fue imaginar que este es un edificio exclusivamente de espías, por lo que tanto el mecánico y la señora Ester eran espías e intentaban averiguar algo como lo hacía yo. Decidí dejar la paranoia de lado y creer la primera opción.

Me subí a mi coche y empezó el corto viaje a la escuela, está vez no me fue necesario el uso del gps, tenía una muy buena memoria.
A parque mi auto en el estacionamiento de la escuela, observando con atención a cada uno de estos estudiantes, todos llevaban con ellos una tremenda cara de cansancio, al parecer no fui la única que no pudo dormir anoche, pensé.
No debe ser fácil acostumbrarse nuevamente a la rutina de la escuela, con horarios muy tempranos, tener que ver las caras de los profesores y compañeros que no te caían muy bien.

Me encontraba completamente distraída en camino a mi casillero cuando alguien tocó mi hombro.

-Brenda! Como estas?-dije más animada de lo normal.

-Bien chica, que clase tienes ahora?

-Oh, tengo Biología.- dije mirando la pequeña hoja con los horarios, aún no me los sabía completamente por lo que tendría que llevarlo conmigo hasta que mi mente pueda conocer cada uno de estos.

-Que mal, yo tengo Arte- dijo mientras hacía sus labios hacía abajo, provocando en mi una risita al ver su intento de mostrarse triste.

-Nos vemos para el almuerzo?

-Claro- dijo mientras la campana sonaba.

Ella se fue apurada, por lo que me dio a pensar que su clase no quedaba en el primer piso y tendría que ir rápido por las escaleras si quería llegar a tiempo.
-Tu puedes- dije muy despacio,para mi misma, aunque sabía que ella no iba a escuchar.